El contrabando técnico alcanza al segundo cultivo más importante de nuestro país, el frijol. Esta práctica desleal que atraviesa por el sistema aduanero mexicano ha ocasionado pérdidas, junto con el del maíz, por 2 mil millones de dólares anuales a los productores nacionales, según la Confederación Nacional Campesina (CNC).

Ante esta situación, líderes de organizaciones campesinas advierten que este es uno más de los elementos que ha prevalecido desde la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) y que hoy agudiza la crisis en el campo mexicano, previa liberación arancelaria al maíz, frijol, caña de azúcar y leche en polvo, que se dará a partir del primero de enero de 2008.

“El 40 por ciento del frijol que se consume en México ingresa de manera ilegal, mediante ’contrabando técnico’ o ’documentado’ de alimentos, que es aquel que pasa por las aduanas utilizando información falsa, como la subfacturación”, explica Cruz López Aguilar, secretario general de la CNC que aglutina a 570 mil productores de frijol, alimento básico en la dieta de los mexicanos.

Isidro Pedraza, presidente de Unidad de la Fuerza Indígena Campesina, señala que el contrabando técnico y la falta de apoyo por parte de las autoridades para frenar éste tipo de arbitrariedades han sido los problemas fundamentales a los que se enfrentan miles de mexicanos dedicados a la producción y comercialización de este producto.

De acuerdo con estimaciones de la secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y de Economía, alrededor de 650 mil productores dependen del cultivo del frijol, además de que genera un total de 76 millones de jornales, que equivalen a 382 mil empleos permanentes.

“Toda esta situación se debe a un paulatino abandono, no solamente en materia de inversión sino de asesoría y de responsabilidad en el sector por parte de las autoridades, porque a la luz del TLCAN se abren de manera oficial cupos de importación pero también sabemos de la entrada de granos de manera ilegal al país”, dice el líder de la organización Unidad de la Fuerza Indígena Campesina.

El contrabando técnico -que de acuerdo con la CNC podría provocar que los productores dejarán de comercializar un millón de toneladas y que los precios se desplomen por debajo de los cuatro pesos el kilogramo-, “se ha denunciado y no se ha actuado puntualmente por parte de ninguna autoridad federal”, dice Isidro Pedraza Chávez, también integrante de la comisión de Desarrollo Rural en la Cámara de Diputados por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Miguel Luna Hernández, secretario general de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y la Campesinas (CODUC), que agremia a 150 mil campesinos, coincide con el legislador perredista y añade que desde el sexenio foxista las organizaciones y legisladores de oposición han tratado de mantener acuerdos con las autoridades, pero éstas han hecho caso omiso a sus peticiones.

Luna Hernández, ex presidente de la Comisión de Desarrollo Rural en la pasada legislatura, relata que “desde que estaba Javier Usabiaga como titular de la SAGARPA anticipamos de la crisis por la que atraviesan los productos de la canasta básica y que se acentúa ahora en los precios del maíz, pero tanto él como el señor Fox nos decían que teníamos que cambiar de cultivo, que teníamos que sembrar brócoli o ajo, como ellos. Nosotros respondimos que no, que teníamos una tendencia de defender la soberanía y seguir con la siembra del maíz y del frijol para no comprarlo del extranjero”.

La respuesta de los entonces funcionarios, según cuenta Luna Hernández, “fue que les salía más barato comprarlos en el extranjero porque era subsidiado que comprárnoslo a nosotros, que nos ha costado mucho trabajo comercializar estos dos productos”.

Competitividad

Federico Ovalle Vaquera, secretario general de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) explica que el contrabando técnico se da en el frijol por el gran número de cupos de importación que la Secretaría de Economía autoriza, pero son utilizados de manera fraudulenta y bajo la protección que hay para algunos comerciantes de parte de las autoridades.

“Si a un importador de frijol le detectan esta práctica basta con que se ampare y no pasa nada. Esto impacta muchísimo en la baja de los precios con los que se les compra a los productores”, señala el líder de la CIOAC.

Integrante de la Unión Nacional de Productores de Frijol, que agrupa a productores de Chihuahua, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato Sinaloa y Nayarit, la CIOAC señala que en la cosecha del año pasado se pagó el producto a 5 mil 500 pesos la tonelada. “Pero ese precio se nos derrumba con la existencia de producto importado porque siempre será más barato”.

El estudio “Competitividad del Frijol en México”, elaborado por los investigadores Alma Velia Ayala Garay, Rita Schwentesius Rindermann y Gustavo Almaguer Vargas de la Universidad Autónoma Chapingo (UACH), advierte sobre la problemática que atraviesa el cultivo y señala que ha habido incumplimiento por parte de las autoridades en los capítulos 50 y 51 del Acuerdo Nacional para el Campo (ANC), firmado por organizaciones agrarias y autoridades en abril de 2003.

Y es que el ACN, en su artículo 50, señala: “El Ejecutivo Federal […] iniciará de inmediato consultas oficiales con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá con el objeto de revisar lo establecido en el TLCAN para maíz blanco y frijol, y convenir con las contrapartes el sustituirlo por un mecanismo permanente de administración de las importaciones o cualquier otro equivalente que resguarde los legítimos intereses de los productores nacionales y la soberanía y seguridad alimentaria.”

Mientras que en el artículo 51 se suscribe que “en el caso del frijol, el gobierno Federal iniciará el procedimiento de investigación contra prácticas desleales o salvaguarda, con base en la información proporcionada por los productores”, misma que a decir de las organizaciones y los investigadores no se ha iniciado.

El estudio de la UACH resume que la crisis del frijol se deriva de la falta de competitividad, en relación al de sus competidores del área de Norteamérica. “Esto, debido a los altos costos de producción, deterioro continuo de los precios reales del producto, aumento de los precios de insumos para la producción y comercialización del producto, es decir la ausencia de un organismo regulador de mercado”.

Los investigadores señalan que, como consecuencia de este descontrol comercial, en 2004 se tenía una sobre oferta de 500 mil toneladas sin comercializar; por lo que productores y organizaciones plantearon “regalar 400 mil toneladas” para que el precio al productor no se deteriorara más, porque sigue cayendo.

Apertura total del TLCAN

Víctor Suárez, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), coincide con los líderes campesinos e investigadores y agrega que el contrabando técnico de frijol se da para evadir la restricción de cuotas de importación libre de arancel, previstas en el TLCAN, y que en 2006 traen a México alrededor de 75 mil toneladas por año de frijol.

“Éste es un problema de fondo que ha sido la constante en la administración tributaria. En estos dos últimos gobiernos hay una corrupción generalizada en las aduanas, no hay revisión, no hay capacidad de hacer valer los compromisos de protección a la agricultura mexicana y a los productores de frijol”, dice Víctor Suárez.

El presidente de la ANEC, que representa a 50 mil pequeños y medianos productores de granos básicos de 17 estados de la República, advierte que ante la apertura arancelaria del maíz, frijol, caña de azúcar y leche en polvo, la crisis por la que atraviesan los productores mexicanos se verá acrecentada porque va a entrar todo el frijol requerido sin pagar un sólo arancel ni tener control de cupos de importación.

Lo más importante, señala, es “excluir” al frijol y al maíz blanco del TLCAN. “Establecer un mecanismo permanente de la administración de importaciones y realizarlas en función de requerimientos de la demanda nacional, de calidad, de las temporadas y de las regiones”, señala.

En el estudio “Comercialización de frijol en México”, elaborado por la SAGARPA en 2005, asienta que “la estructura actual de comercialización presenta complejidades e ineficiencias desde el punto de vista de la competitividad y distribución del valor agregado, lo cual ha repercutido en el precio final del frijol”.

Su esquema arancelario, vigente desde 1994, establece que para el 2008 se tiene previsto que el frijol quede libre de gravamen y se pueda importar libremente, lo que ha puesto en alerta a los productores nacionales ante el acaparamiento del mercado de las grandes empresas extranjeras.

Fuente: Revista Contralínea
Publicado: Febrero 2a quincena de 2007


Fuente: Revista Contralínea (Por: Erika Ramírez)

Importancia del frijol en México

El frijol es un producto estratégico en el desarrollo rural del país, debido a que es el segundo producto agrícola, tanto en lo que se refiere a superficie (2 millones 200 mil hectáreas) como a productores dedicados a su cultivo (650 mil personas), a la gran demanda que tiene en México, al aporte de proteína de excelente calidad, además de otros componentes con impactos benéficos para la salud y la buena nutrición de la población.

Como generador de empleo, el frijol es un importante factor dentro de la economía del sector rural. Se estima que 35 jornales por hectárea, equivalente a 382 mil 029 empleos permanentes en el sector rural.

En México, es un cultivo tradicional y se le encuentra en todas las regiones agrícolas del país. La demanda es casi universal e incluye diversas clases de frijol.

La mayor parte de la producción se obtiene en los estados de Zacatecas, Durango, Chihuahua, Sinaloa, Nayarit, Guanajuato, Chiapas, San Luis Potosí y Puebla.