La Escuela de Psicología Educativa y Orientación es una de las escuelas de más larga historia y mayor trascendencia de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central. En su medio siglo de vida institucional ha contribuido en forma significativa al desarrollo de la Psicología científica en el Ecuador y ha logrado incidir en la cultura y la educación nacional.

Con legítimo orgullo se recapituló la historia de la Escuela de Psicología. Entrañable historia que resume el proceso desarrollado en la Facultad de Filosofía del Alma Mater en la década de 1950. En ese proceso se conjugaron las aspiraciones de algunos maestros visionarios quienes concibieron la idea de constituir el Instituto de Psicología con la finalidad de emprender en el abordaje científico de la Psicología humana. El Instituto fue el núcleo académico que dio origen a la Escuela de Psicología. En esta feliz realización cabe mencionar a ilustres profesores que iniciaron la nueva Escuela universitaria: Edmundo Carbo, Jacinto Bastidas, Ermel Velasco, Rodolfo Guzmán, Julio Endara, Luis Riofrío, Francisco Pérez Sáenz y Germán Cifuentes (quien continúa en el ejercicio de la cátedra), entre otros eminentes maestros.

Es digna de destacar la contribución de la Escuela de Psicología de la Central al conocimiento del ser humano como un ser bio-psico-social, pues en esta trilogía radica el alto valor epistemológico de la Psicología. Según esta concepción, el ser humano es abordado partiendo de su dimensión biológica, es decir, como un miembro de la clase de los Mamíferos, entre ellos del orden de los Primates superiores y la familia de los Homínidos; es decir como un ser emergente producto de la evolución biológica, que es un hecho real y tangible de la naturaleza y además plenamente demostrado por las ciencias biológicas.

Pero la evolución humana trascendió el ámbito biológico al incorporar nuevas facultades derivadas de las funciones superiores del sistema nervioso que se expresan en nuevos atributos: el lenguaje articulado, el pensamiento reflexivo, la capacidad de conocer el entorno y transformarlo en su propio beneficio, además de los valores morales y éticos que emergen de la vida en sociedad; con todo esto, el Homo sapiens sapiens logró construir nuevas sociedades y diversas culturas. A esto se debe la grandeza del ser humano a cuyo conocimiento integral contribuyó el estudio de la Psicología individual y social.

Por otra parte cabe recordar que la Escuela de Psicología fue la matriz donde se gestó la Facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad Central y a la vez constituyó el modelo académico de otras escuelas y carreras universitarias orientadas al estudio de las ciencias psicológicas puras, como de la psicología aplicada a las ciencias de la educación y a otros campos que demandó el desarrollo de nuestra sociedad. Estos importantes aspectos serán rescatados de la memoria institucional para escribir la historia ilustre de la Escuela de Psicología, según lo expresaron sus autoridades.

La Escuela de Psicología Educativa y Orientación ha contribuido al desarrollo integral del ser humano de nuestro país, al apoyar la educación moderna sustentada en los principios de la Psicología General y de la Psicología Educativa. En este ámbito, el aporte ha sido fundamental, pero aún hay mucho por hacer ya que en nuestra sociedad subyacen manifestaciones de providencialismo, fatalismo conformista, mitos, creencias, supersticiones, etc., que solo podrán ser superadas fortaleciendo la formación intelectual de los niños y jóvenes; tarea en la cual la Escuela de Psicología Educativa tiene aún mucho que aportar.

En efecto, ante el preocupante “retorno de los brujos y de los enviados de dios” se impone una alerta a la sociedad, que deberá nacer desde la propia comunidad universitaria. Por la salud mental de nuestra niñez y juventud y de la sociedad en general, se debe denunciar a los cultores del espiritismo, de las “ciencias ocultas”, mentalistas y clarividentes, hechiceros y toda suerte de fanáticos, embaucadores y charlatanes que tanto mal hacen a la sociedad.

Lo expuesto exige redoblar los esfuerzos por robustecer la formación individual y social impulsando el pensamiento reflexivo que permite la interpretación de los fenómenos naturales y sociales con objetividad y racionalidad, condición sine qua non para la toma de decisiones y el ejercicio pleno de la libertad individual y la democracia.

En este momento histórico es imperativo reflexionar sobre estas cuestiones fundamentales, así como también sobre la responsabilidad de la Universidad Estatal ecuatoriana frente a las nuevas circunstancias del país. En años recientes se ha visto un debilitamiento del Estado Nacional y de la cultura nacional, el olvido deliberado de los grandes pensadores por el apego acrítico a lo extranjero y un menosprecio de la memoria histórica y cultural del Ecuador; cuando por otra parte surgen propuestas de modernización inducida por intereses externos y globalización, afanes de fragmentación regional y local, todo en medio de incertidumbre social y pérdida de brújula.

Esto exige de la Universidad Estatal ecuatoriana redoblar esfuerzos para generar y difundir el mejor pensamiento nacional, ofrecer una formación sólida que parta de una preparación científica de alta calidad y de la práctica de los valores para el fortalecimiento de nuestro ser nacional ecuatoriano.

Desde la página de Ciencia del Quincenario Opción, se felicita a las autoridades, profesores, estudiantes, empleados y trabajadores de la Escuela de Psicología Educativa y Orientación en sus Bodas de Oro, y le augura éxitos en su desenvolvimiento académico frente a los nuevos retos del siglo XXI.