Otra vez el Burguer Maestre Paco Moncayo nos quiere ver la cara de giles. Cual Poncio Pilatos, más rápido que inmediatamente, se lavó las manos tratando de deslindar sus responsabilidades del incendio de la discoteca Old Factory y tirando la pelotita a los Bomberos, a la Intendencia, a la Comisaría Municipal y hasta al movimiento rockero.

Esta costumbre del Burguer Maestre no es nueva, lavarse las manos con agua de la EMAP-Q es reiterativa. Así lo hizo al darse cuenta de que el teleférico para Quito resultó un pésimo negocio, también cuando permitió el atraco a los bolsillos de los quiteños al elevar las tarifas aeroportuarias y al concesionar la construcción y la administración del nuevo aeropuerto de Quito a la CORPAC, lo volvió a hacer cuando lo del huecarón del Trébol y ahora lo hace con la muerte de 17 rockeros y más de 35 heridos.

Hecho el caritativo ha intentado tapar la boca de los familiares de las víctimas y, en el colmo del cinismo y la desvergüenza, ha declarado que de lo sucedido “culpables somos todos”.

Si tuviera un poco de sangre en la cara, el Burguer Maestre Moncayo debió renunciar e irse a su casa y con él toda la vieja partidocracia de la Izquierda Dedocrática que pulula en el Municipio de Quito, por inoperantes, por ineficientes, por extender permisos a diestra y siniestra sin la inspección necesaria para constatar si bares, discotecas, karaokes y demás sitios de esparcimiento cuentan con las seguridades necesarias, a cambio de coimas.

Hace poco tiempo, el Burguer Maestre se solazaba afirmando que Quito es una de las ciudades más seguras de Latinoamérica. Le pregunto: ¿Dónde están los recursos que por concepto de tasa de seguridad pagamos los quiteños? O será que se destinan para financiar fundaciones como la del Teatro Sucre, para que ciertos pelucones de frac y traje de coctel acudan a ver programaciones cuyas entradas cuestan más de 100 dólares que el pueblo llano no puede costear.

Me uno a las voces de los panas del movimiento rockero, Sr. Burguer Maestre Moncayo. Aceptamos su renuncia porque nos hemos cansado de que sea un Alcalde que construye aceras y bordillos, que, a nombre de la regeneración urbana, privatiza los espacios públicos, elimina sistemáticamente los espacios para las manifestaciones del arte y la cultura popular así como los lugares donde se realizanmanifestaciones como el Rock, expresión cultural de rebeldía de los jóvenes contestarios.

En memoria de las víctimas de ese trágico siniestro ¡Larga vida al Rock! En su memoria, no permitiremos que los responsables queden en la impunidad.

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