A pesar de las represalias que el régimen de terror, hostigamiento y miedo que las autoridades de la Universidad Central han implantado hace ya un año,representantes de los Derechos Humanos, de organizaciones sociales y políticas, así como docentes, participaron de la charla que se organizó en la Facultad de Filosofía: un encuentro de solidaridad con los estudiantes, docentes, trabajadores y empleados, que por pensar diferente y luchar por los intereses de la sociedad son víctimas de amenazas, sumarios y otro tipo de torturas sicológicas en este centro de estudios superiores.

Ximena Baño, docente perseguida política, luego de resaltar la conciencia crítica de la U.C. y el aporte científico que ha entregado a la sociedad y los profesiones hombres y mujeres que han contribuido al desarrollo de la sociedad, por generaciones, destacó el ejemplo que es para la juventud Milton Reyes, rebelde por naturaleza, solidario por vocación y amante de la libertad por propia decisión.

Señaló la maestra que se ha encarcelado miserablemente al Presidente Nacional de la FEUE, todo a cambio de una Ley de Educación Superior regresiva y concentradora que ha merecido el repudio de la mayoría de universidades y sectores progresistas del país que se encuentran firmemente unidos, a excepción de la Universidad Central, que ya no está a la vanguardia.

Ximena Baño dice que en esta universidad se está violentando no solo la Constitución sino el propio Estatuto Universitario y Reglamentos internos; todos los procesos están viciados de ilegalidades, fueron iniciados o culminados por jueces sin competencia, por comisiones especiales, arrogándose funciones de los Consejo Directivos de las Facultades y del propio H. Consejo Universitario; no se ha respetado el debido proceso, se ha impedido el derecho legítimo a la defensa, la presunción de inocencia, la motivación de las sanciones, la impugnación de los actos administrativos, el derecho al trabajo, la supremacía de la Constitución, entre otros; “muchos miembros del Honorable Consejo Universitario se han convertido en simples levantamanos, y hoy son verdugos de sus propios compañeros”.

En la reunión Galo Mindiola, Presidente de la FEUE, en su momento llamó a que como comunidad universitaria “No permitamos que aquellas autoridades reaccionarias que quieren pisotear la democracia, el pensamiento libre, crítico y cuestionador que presenta las alternativas para solucionar este sistema, se imponga cual época medieval del oscurantismo para de esa manera frenar el desarrollo académico, científico, transformador y revolucionario que debe caracterizar a la universidad ecuatoriana y que contribuya al avance de los pueblos del Ecuador.

Por su parte Franklin Hermosa, del Comité de Perseguidos, manifestó “aquí estamos los estudiantes, condenando la persecución y defendiendo el principio de que no somos terroristas, somos los profesionales de la esperanza, los de la palabra andante, aquí estamos los sin nombre y sin rostro, los que hablamos por aquellos que callan”.

Pablo de la Vega, Representante de la Plataforma Latinoamericana de Derechos Humanos, expresa su preocupación por los hechos que se están haciendo mención; e hizo conocer que a nivel de Latinoamérica la represión de los aparatos estatales es una constante, y utilizando a la justicia se acusa a líderes, en la mayoría de casos, del delito de sedición, terrorismo o sabotaje; así muchas personas han sido encarceladas por pensar diferente, por luchar por un mundo más justo.

La tipificación de sedición, de terrorismo, de sabotaje, deja bien claro la caracterización política que se quiere imponer: se está condenando a nuestr@s compañer@s por luchar y sabemos que esto implica una descarada criminalización de la protesta, lo que significa un antecedente nefasto para el movimiento popular. Luchar contra un orden social injusto no es ser criminal; los presos, perseguidos y sumariados no son criminales, son militantes sociales que pelean por un mundo más justo.

“Ahora el hostigamiento oficial es también a través de los medios de comunicación mediante la propaganda oficial, y hoy más que nunca se debe construir una alternativa como pueblo, defender el derecho a manifestarse, a no conformarse, a rebelarse y no creer en prácticas autocomplacientes. Nuestra propuesta es trabajar para construir el poder popular desde todos los sectores sociales. Nuestro camino es luchar por los de abajo, para que el dirigente popular sea una alternativa para los reprimidos.

La tarea fundamental es organizar y luchar hasta lograr la libertad de Marcelo Rivera y la exculpación de todos y todas los imputables, procesados y sumariados, sobre todo porque son nuestros compañer@s.