Bajo el argumento de crisis alimentaria, de la crisis financiera y sumando los cambios climáticos, se va extendiendo el apoderamiento de tierras en diversas partes del mundo; para ello la burguesía y sus monopolios han utilizado varios de sus instrumentos institucionales nacionales e internacionales a fin de obtener ventajas para sus inversiones, o con el argumento de ayudar a los pobres.

En todo el planeta han operado varias agencias con el argumento de asistencia o para el diseño de políticas de tierras, entre ellas están el Banco Mundial, las Naciones Unidas, GTZ, FIDA con sus Divisiones África Oriental y Meridional, América Latina, Asdi ( Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo), Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra, Organismo Canadiense de Desarrollo Internacional (Cida), FAO, Comisión Económica para África de las Naciones Unidas, entre algunas, las cuales de una manera u otra han participado en varios países asesorando o realizando proyectos que tienen que ver con el asunto de tierras.

En esas circunstancias estas instituciones canalizaron recursos para hacer cambios a las normativas legales dando las facilidades y garantías del caso para las inversiones de los monopolios y burguesía de sus respectivos países.

Proyectos para ponerlos al servicio de intereses monopólicos

Un instrumento que les ha sido útil y conocido en América para el impulso de “cambios” en las políticas de acceso a las tierras y que ha tenido una fuerte incidencia, lo constituye el FIDA, que en su publicación: La mejora del acceso a la tierra y la seguridad de la tenencia el año 2008 dice: “El FIDA llevó a cabo un balance de los 300 proyectos que había aprobado y financiado entre 1993 y 2004. En este proceso se constató que 85 proyectos abordaban la cuestión de acceso a la tierra en uno o más de sus componentes”. Es decir que bajo el supuesto de ayuda a mejorar la tenencia de tierras y el combate a la pobreza impulsó cambios en las legislaciones de varios países. Queda claro entonces que el Fondo evidentemente ha tenido que ver con los cambios en las políticas agrícolas, ratificándose ello por sus propios conceptos en la misma publicación que dice: “el FIDA reconoce que la promoción del acceso a la tierra y la seguridad de la tierra no son sinónimo de derechos de propiedad formales y que, por el contrario, es preciso comprender la manera en que unos sistemas de tenencia superpuestos, flexibles y pluralistas pueden funcionar con eficacia”. Es decir propiciando la venta de tierras, creando condiciones para el apoderamiento de tierra en beneficio del que tiene ventajas sobre el campesino pobre, y terminando por despojarlo de sus pocas tierras, a los cuales dice proteger.

Manejan varios principios o conceptos que los han usado de acuerdo al lugar donde aplicaron sus proyectos; por ejemplo en Georgia se impulsó la privatización de tierras donde se impulsó la descoletivización; el FIDA actuó y actúa en América Latina , África, Asia meridional y Central, Europa Oriental, donde se acomoda de acuerdo a la circunstancia, pero sin que afecte a los grandes propietarios de tierras, sino más bien por convencer de que hay que buscar otras actividades para sobrevivir.

Comparemos algunos de sus proyectos en países y otros donde se está produciendo el acaparamiento de tierras. (Cuadro 1)

Como se podrá observar, por coincidencia o no, donde estuvo la institución de las Naciones Unidas se encuentra desarrollando el acaparamiento de tierras. Coincidencia? No lo creo.

Existen otros países, como Pakistán Indonesia, India, Nepal, Laos, Tailandia Kazajstán, Uganda, Ucrania, donde se arrienda, existe tierra fértil, agua suficiente y otros donde hay cambios en las normativas legales, se hace asesoría en políticas nacionales, instituciones agrarias comunitarias, locales y nacionales.Por ahora se hace eso y podríamos decir .

que hay que seguir observando cómo se va desarrollando, y mirar hasta donde se llega.

La FAO

En el mismo documento antes citado, en uno de sus anexos se menciona lo siguiente: “En cambio, los mercados de arrendamiento se consideran más viables desde el punto de vista político, y con mayor potencial para beneficiar a familias pobres y sin tierras, siempre que puedan negociar arrendamientos a largo plazo (Unión Europea, BM). En los contratos de arrendamiento debe haber un equilibrio entre los intereses del arrendatario y los del propietario de manera que respondan al criterio de equidad (FAO)”. Está claro lo que se proponen, aunque nos quieran convencer de lo contrario: es entregar las pocas tierras a los que tienen dinero, y con mas ofertas demagógicas para que lo hagan (infraestructura, tecnología, créditos etc.). Y esto se lo encuentran ya ejecutando, pero al final perderán sus tierras y los monopolios, luego de explotar, se retiran con jugosas ganancias.

Banco Mundial

El Banco Mundial desde su página web tiene un sitio electrónico: “negocio a negocio” -una especie de servicio de citas por internet para cazar a los acaparadores de tierra corporativos con los gobiernos que ofrecen terrenos.

Se conoce que se denunció que el Banco Mundial habría intervenido con cerca de 389 proyectos en 80 países, casi una cuarta parte (22%) de los que ya están en operación, negocios con prácticas monopólicas, rodeados de secretos y controversias, acusaciones de neocolonialismo, incluso de genocidio o exterminio.

De estos proyectos el 37% son llamados de inversión, osea que se debe producir alimentos (cultivos o ganado), mientras que los agrocombustibles quedan en segundo lugar (35%). Estas intervenciones se las realiza bajo el criterio del BM: donde existe “probabilidad” de acceso a la tierra, disponibilidad de tierra, mecanización pobre y “débil gobernanza agraria”, donde no se respetan los derechos por parte del gobierno de aquel país, les proporciono a las transnacionales acceso a información, es decir con esta información y con los cambios por ellos propiciados se podrían apoderar de tierras, donde les resulte fácil hacerlo, usando la muletilla de la ayuda.