El problema de la mujer es problema de la sociedad, la lucha por su emancipación es obra de ella misma al igual que la emancipación de los obreros es obra de ellos mismos, desarrollar el trabajo en alianza con todos los factores revolucionarios, antiimperialistas conducirá a un cambio completo de la situación en la que es sometida durante el capitalismo

El desarrollo del capitalismo lleva consigo la propagación de crisis que se suceden por la histórica acumulación de capital, el acrecentamiento en la extracción de plusvalía en sus dos formas (absoluta y relativa), la redistribución de ganancias y una persistente anarquía muy de la mano de los intereses monopolistas, donde los más grandes buscan devorarse a los más chicos, el más fuerte al más débil, se produce una reducción de la producción y en consecuencia despidos de trabajadores en masa, originándose el cierre de empresas en forma de oleada.

Hablamos de crisis general porque involucra a todas las funciones de la sociedad capitalista, crisis de lo económico, lo político y social en la fase imperialista que afecta al aparato estatal, al capitalismo monopolista, a la democracia burguesa que de acuerdo a fases del desarrollo se plantea la agudización de las contradicciones fundamentales del capitalismo, además es una crisis cíclica de sobreproducción por ramas económicas por el conjunto de la producción local, nacional o internacional que plantea el problema de la contradicción capital-trabajo.

Desde la aceleración de los procesos de producción, el incremento de la productividad del trabajo, las mercancías de corta duración, la pauperización y explotación de las masas, la fusión constante de las empresas y la absorción de masas crecientes de recursos, no podía esperarse otra cosa que la repercusión en la aceleración del ciclo capitalista y la sobreproducción de un capital cualitativamente más considerable.

Esta crisis de sobreproducción sigue su curso y está afectando a todos los países, ninguno escapará de recibir sus consecuencias, sin duda que según las condiciones geopolíticas, económicas y sociales los efectos se reflejarán de diferentes formas, no podemos negar la crisis ni conformarnos con saber que existe, necesario es enfrentarla buscando salidas revolucionarias que desahoguen los padecimientos de los más pobres, los recursos que podrían emplearse para solucionar tantas necesidades humanas serán mantenidos en el almacén, caducarán, serán redistribuidos una y otra vez, se reciclarán, se destruirán pero no se entregarán a quienes tienen necesidad a menos que se pague por ellos, la ganancia ante todo.

Hasta la fecha, el desenvolvimiento de la crisis lejos de sugerir una solución, ensancha sus consecuencias, las expande y amenaza con aplazar una recuperación económica. Es importante comenzar asentando las cuestiones que tienen que ver con la estructuración del capitalismo actual, para cada vez ir penetrando en los interiores de su naturaleza económica bajo las precisiones necesarias a efecto de que la crisis deje de contemplarse como un simple episodio.

Las mujeres durante la crisis

El problema de la mujer es problema de la sociedad, la lucha por su emancipación es obra de ella misma al igual que la emancipación de los obreros es obra de ellos mismos, desarrollar el trabajo en alianza con todos los factores revolucionarios, antiimperialistas conducirá a un cambio completo de la situación en la que es sometida durante el capitalismo.

La mujer en sus distintos roles: como trabajadora, esposa y madre posee una condición social que la hace más vulnerable ante los momentos de las crisis económicas, tomando en cuenta que el trabajo mas improductivo y agobiante es lo que debe cumplir como “esclava doméstica”, el cual desempeña sin límites de horas y sin recibir remuneración alguna, mientras hipócritamente se le llama “ama de casa” históricamente ha estado sometida siendo realmente la domestica [::ue hace trabajo gratuito, además de cumplir la función de reproductora de la fuerza de trabajo y cuidar a los hijos del proletariado.

Y esto no es cosa del azar sino del resultado de un proceso social de siglos. Como Engels lo señala: "En el antiguo hogar comunista, que comprendía numerosas parejas conyugales con sus hijos, la dirección del hogar confiada a las mujeres, era también una industria tan necesaria como el cuidado de proporcionar los víveres, confiado a los hombres. Las cosas cambiaron con la familia patriarcal y aún más con la familia individual, monogámica. El gobierno del hogar perdió su carácter social. La sociedad ya no tuvo nada que ver con ello. El gobierno del hogar se transformó en servicio privado; la mujer se convirtió en la criada principal, sin tomar ya parte en la producción social".

Las mujeres que tradicionalmente han dedicado su tiempo a las labores del hogar, el cuidado de los demás sean estos hijos, ancianos o enfermos, a dejar y recoger a los niños del colegio, hacer trámites o pagar cuentas, son catalogadas como mujeres que no hacen nada, estas son labores invisibles para una sociedad desde el punto de vista económico y político.

Las mujeres han aumentado su presencia en el mercado laboral pero no han logrado la igualdad a pesar de los importantes logros educativos. Las numerosas inequidades y discriminaciones que prevalecen en contra de las mujeres en el mundo del trabajo remunerado suelen estar vinculadas a las dificultades para armonizar las obligaciones reproductivas y las actividades productivas.

En las sociedad capitalista, la mujer está colocada en una situación tal de falta de derechos, que su participación en la vida política es mínima en comparación con la del hombre, aun cuando vemos una gran cantidad de mujeres incorporadas en las fabricas, en el parlamento, en los asuntos políticos, es realmente insuficiente tomando en cuenta que cuantitativamente es la mitad de la población en el mundo. La población económicamente activa femenina era solo del 51% frente a un 77% de la masculina por lo que mientras ellos parecen alcanzar el máximo, las mujeres aún cuentan con un espacio para participar.

De esta manera podemos imaginar cómo afecta la crisis a las mujeres, tanto a las que realizan trabajos remunerados como a las trabajadoras del hogar, en América Latina un tercio de los hogares son dirigidos por ellas. En el caso de los hogares con jefatura femenina, que han ido creciendo en los últimos años, este aumento ha ido de la mano con el aumento de hogares indigentes encabezados por mujeres.
Particularmente en el Brasil y la Argentina, la disponibilidad de los ingresos per cápita baja drásticamente, y la brecha respecto de la línea de pobreza aumenta siendo aún más desfavorable en el caso de las mujeres.

La desventaja de los hogares encabezados por mujeres se debe principalmente a que éstas son, con frecuencia, las únicas o las principales generadoras de ingresos. Además, los ingresos que perciben suelen ser inferiores a los de los jefes de hogar. Esta situación, aunada a la ausencia de políticas pertinentes, determina que los costos de la vulnerabilidad recaigan principalmente en las mujeres que llevan la carga del hogar y que la intensidad de la pobreza se agudice en tiempos de crisis en los hogares a cargo de mujeres.

De la mano del desempleo aumentará la pobreza y la vulnerabilidad de las mujeres que no están en el mercado de trabajo. Históricamente, el crecimiento del sector informal de la economía regional se ha relacionado con el aumento del desempleo, siendo el primero una alternativa de trabajo ante la cesantía En la mayoría de los países el desempleo femenino es mayor salvo en el Perú, el Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela.

El costo de la crisis sería entonces doble para las mujeres: puesto que ellas, en cualquier caso, deben intensificar el trabajo no remunerado incrementando su uso del tiempo.

Algunas problemáticas de la fuerza laboral femenina en Venezuela

A pesar de que las estadísticas se muestran a favor en nuestro país, es importante resaltar que la crisis se comenzó a manifestar con mayor profundidad a partir del mes de MAYO del 2010 donde la tasa de desempleo cerró en 8,2 % , el desempleo masculino se ubico 7,6 % y el de las mujeres en 9.0%, según el INE (Instituto Nacional De Estadísticas) el número de personas desempleadas en el país es de 1.742.513.

Al estudiar estos datos es evidente la expresión de la crisis en Venezuela, el desempleo aun se mantiene en una significativa, las mujeres siguen siendo un sector vulnerable ante las crisis económicas, es importante nombrar algunas de las consecuencias y los efectos de la crisis: 1) Aumento de los precios de los productos, 2) Especulación 3) acaparamiento de los productos de la cesta básica, 4) devaluación monetaria, 5) salarios bajos, 6) aumenta la violencia intrafamiliar, los femicidios, 7) aumenta de la prostitución, entre otros.

La crisis existe y se expresa a largo y ancho del país, en Latinoamérica el levantamiento de gobiernos democráticos burgueses de corte progresistas que han levantado las banderas del socialismo y un rechazo a las políticas imperialistas de los estados unidos, quebrantan las aspiraciones de dominación de los capitalistas, llevándolos a buscar salidas burguesas e imperialistas a la crisis, no quieren perder sus patios traseros y presentan la guerra como salida a la crisis general del capitalismo, la implantación de las 7 bases militares es parte de las herramientas que tiene el imperialismo para dar respuesta ante esta crisis.

La herramienta científica del proletariado marca la salida de los proletarios y las proletarias, desde la teoría del marxismo leninismo y desde la perspectiva de la lucha de clases no puede ser más que la organización, fortalecer las alianzas, conformar frentes que unifique a las mujeres, a los trabajadores, a los campesinos, a los estudiantes, y generar políticas revolucionarias para además de aliviar esta crisis se avance en la lucha ideológica y sobre todo en la lucha política.

Desde la última conferencia de mujeres en Beijín en 1995, hace 15 años las mujeres del mundo continúan discutiendo sobre la lucha por los derechos de las mujeres, tanto así que hemos visto que la organización de las mujeres no podemos dejarlas en manos de las organizaciones mundiales que abogan por los derechos humanos, porque estas responden a los intereses del imperialismo, y como respuesta estamos preparando desde hace 2 años una conferencia mundial de mujeres de base con sede en Venezuela.

La garantía de que este gran evento sea una conferencia de las mujeres de las bases requiere del concurso y de la participación de todos los factores sociales, revolucionarios y comunistas. El capitalismo por sí mismo, al igual que el estado burgués no se destruyen, debemos hacerlos caer, solo con la unidad de los proletarios del mundo lograremos avanzar en la construcción de la revolución y el socialismo.

Somos mujeres en lucha por la revolución y el socialismo.

Fuente : Movimiento de Mujeres Ana Soto de Venezuela