A primera vista parecen misioneros combonianos [1], pero son los militares del AfriCom, el Comando de Estados Unidos para África. Ayudan a los pobres en Yibuti, construyen escuelas en Etiopía y enfrentan una crisis humanitaria en Malawi. Esas buenas acciones y otras más son obra del AfriCom. «América tiene la responsabilidad de trabajar con ustedes como socio», dijo el presidente Obama en su discurso «histórico» del 11 de julio de 2009 en Ghana [2]. Garantizó entonces que el AfriCom contribuiría sobre todo a «resolver pacíficamente los conflictos» y aseguró que «América [entiéndase Estados Unidos. NdlR.] no tratará de imponer ningún sistema de gobierno a ninguna otra nación» ya que «la verdad esencial de la democracia es que cada nación determina su propio destino».

Veinte meses más tarde, el 19 de marzo de 20011, el AfriCom desencadenó la operación Odissey Dawn, primera fase de la guerra cuyo verdadero objetivo es derrocar el gobierno de Trípoli para imponer a Libia (precisamente el país que posee las reservas de petróleo más grandes de África) un gobierno que sea del agrado de Washington. Obama había dicho también que Estados Unidos se esfuerza por apoyar en África «democracias fuertes y duraderas» porque «el desarrollo depende del buen gobierno».
El AfriCom realiza esa misión ocupándose de formar en África «fuerzas militares asociadas, profesionales y competentes, para crear una situación estable y segura en apoyo a la política exterior estadounidense».

Así que el AfriCom contribuye al buen gobierno en África apoyando a las cúpulas militares que Washington considera dignas de confianza o que piensa poder conquistar. Numerosos oficiales se forman en el Centro de Estudios Estratégicos para África y en el marco de diversos programas, fundamentalmente el conocido como ACOTA que ya ha permitido entrenar alrededor de 50 000 instructores y soldados africanos.

Un objetivo similar tienen las maniobras militares conjuntas, como la Africa Lion que actualmente se desarrolla en Marruecos, donde ya desembarcaron 2 000 marines. Esta maniobra, en la que participan 900 militares marroquíes, se está desarrollando bajo la dirección de un comando conjunto móvil (Djc2) enviado por el US Army Africa, el cuartel general de Vicenza (región italiana de Friuli Venecia Julia. NdT.) de las fuerzas terrestres del AfriCom, vinculado al de las fuerzas navales con base en Nápoles, Italia.

El Djc2, explica un oficial, puede desplegarse «en cualquier circunstancia, en cualquier parte del continente». Aunque el cuartel general del AfriCom se mantiene en Stuttgart, debido a la reticencia de casi todos los países africanos a albergarlo, y aunque Obama asegura que el AfriCom «no tiene como objetivo disponer de un punto de apoyo en África», lo cierto es que el AfriCom ya tiene una fuerza permanente en ese continente. Se trata de la fuerza de intervención conjunta del Cuerno de África, unos 2,000 hombres basados en Yibuti, fuerza que ya realiza operaciones (en gran parte secretas) en varios países.

El AfriCom tiene también varias «Estaciones de asociación en África». Son navíos de guerra que van de puerto en puerto como bases móviles en las que se entrenan los militares africanos. Las escalas preferidas son las del África occidental, región rica en petróleo y en otros recursos preciosos, donde la fragata lanzamisiles USS Robert G. Bradley visitó en abril Cabo Verde y Senegal.

Para el entrenamiento (y las operaciones secretas), el AfriCom recurre también a compañías militares privadas, como las tristemente célebres DynCorp y Xe Services, cuyos servicios paga con los fondos –ascendentes a 1,000 millones de dólares– que el Departamento de Estado destina al «mantenimiento de la paz en África».

[1Congregación de misioneros conocida en Italia por sus obras en África. El padre Zanotelli, muy comprometido con el movimiento italiano en contra de la guerra, forma parte de dicha congregación. NdT.

[2«Discurso ante el Parlamento de Ghana», por Barack Obama, Réseau Voltaire, 11 de julio de 2009.