La minga por la Vida, la justicia, la alegría, la autonomía y la libertad de los pueblos -como denominaron sus propios organizadores la marcha de más de 50 kilómetros que acaban de realizar alrededor de 80.000 indígenas y campesinos-, que culminó con un Congreso de pueblos y movimientos sociales en Cali el 18 de septiembre, es una contundente exhibición de poder organizativo y una clara invitación para los movimientos sociales a replantear su forma de orientar la participación social y política.

La marcha que para algunos medios de comunicación y para los desprevenidos transeúntes comenzó en Santander de Quilichao a las ocho de la mañana del martes 14 de septiembre, llevaba en realidad unos cuantos kilómetros adicionales para los miles de indígenas niños y adultos, hombres y mujeres provenientes de los departamentos del sur occidente del país y muchos meses de esmerada y paciente planificación.

Sólo así se puede explicar el impresionante orden desplegado bajo el control de la Guardia indígena, comandada por su coordinador general Alfredo Acosta, a lo largo de toda la carretera durante los tres días de la ejemplar y valiente marcha. Haciendo camino, bajo el ardiente sol, indígenas y campesinos realizaron su primera parada después de 15 kilómetros y más de 10 horas de camino en la población nortecaucana de Villarica. Allí recibieron la solidaridad de la comunidad, casi en su totalidad, afrodescendiente.

La segunda jornada terminó en el municipio de Jamundí el día 15, donde se reflejó el aumento de la solidaridad de amplios sectores de la población, que acudieron a asistir a los marchantes con víveres, agua y medicinas.

Entre tanto, crecía la audiencia de los medios de comunicación (algunos empecinados en manipular los entrevistados y minimizar el valor de esta jornada) y se aclaraba ante el país los propósitos de la Minga. Para esto, además, sus protagonistas se valían de sus propios medios de comunicación y de la internet.

La propuesta política

Luis Evelis Andrade, presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, afirmó que el Congreso itinerante de las comunidades indígenas es en realidad una propuesta política y de acción de los pueblos indígenas y una movilización contra el proyecto de muerte y por un plan de vida para los pueblos de toda Colombia.

La marcha llegó a Cali en su tercera jornada el jueves 16, con un histórico recibimiento por parte de los universitarios del sur de la ciudad, que desde dos kilómetros antes de llegar a la entrada de la ciudad por la calle 5ª, se volcaron con pañuelos blancos, aplausos, agua y voces de aliento.

Las simpatías con la causa indígena, dejaba traslucir al mismo tiempo, la esperanza que subyace en todos los colombianos y la credibilidad con que cuentan estas comunidades. Al avanzar y ver el río humano que saludaba a los marchantes, se hacía claro que los pueblos indígenas tienen uno de los más grandes poderes de convocatoria, y que si algo puede llamar a la unidad o traer un mensaje renovador, viene de la enseñanza de estos pueblos que han sabido soportar con valentía, durante más de 500 años. Pueblos que con un discurso coherente, basado en su sabiduría milenaria y con un lenguaje cargado de esperanza -sustentado en los hechos-, demuestran que la construcción de un mundo mejor y más justo sí es posible.

El Congreso indígena

Con algunas presentaciones artísticas, como expresión de bienvenida, diversas agrupaciones de la ciudad de Cali rindieron homenaje a los más de 50.000 indígenas que descansaban de tres jornadas de camino, y se preparaban para la instalación del Congreso de Pueblos el día 18.

En el Congreso, que fue el evento "corazón" de todo el esfuerzo, las comunidades debatieron ampliamente en mesas de trabajo los cuatro puntos de su agenda:
Derechos humanos y defensa de la vida
Paquetazo de reformas políticas.
Alca y Tlc.
Construcción de procesos, mecanismos y estrategias de resistencia y soberanía desde el pueblo.

Además de contar con la presencia y el respaldo del Gobernador del Valle, Angelino Garzón, y con la colaboración de la alcaldía de Cali, en el Congreso también participaron reconocidos líderes sociales del Ecuador, Perú y Bolivia y de amplios sectores populares de la sociedad colombiana, expresados en la Gran Coalición Democrática, lo mismo que de organizaciones de mujeres.

A partir de las 8 de la noche del día 18, se leyeron las conclusiones del Congreso. Una a una fueron pasando los relatores de las cuatro comisiones, donde resaltó la exigencia de una referendo consultivo sobre el Tratado de Libre Comercio. La coincidencia de esta agenda con la que definió la Gran Coalición Democrática, deja el camino abierto para futuras y esperanzadoras jornadas de unidad nacional.

Las lecciones

El incuestionable éxito del Congreso itinerante de los indígenas y el irrestricto respaldo y solidaridad expresada por diversos sectores de la nación, deja muchas enseñanzas, pero aquí se enuncian dos que son centrales y que debieran ser consideradas por los movimientos populares de todo el país:

 Las comunidades indígenas, basadas en su saber histórico, planean y actúan pensando en el largo plazo (esta minga cuenta con más de un año de planeación)

 El discurso, la cosmovisión y el lenguaje de los indígenas es a todas luces conciliador. está basado en su ejemplo (a favor de la vida y contra la guerra), sin restarle la contundencia de sus críticas al sistema y al gobierno.

Santiago de Cali, 18 de septiembre de 2004

Apartes de los principales puntos por los que se movilizaron los indígenas:
Antecedente
Lo que sucede hoy en nuestro país y en nuestros territorios es grave, no da espera y debemos movilizarnos de inmediato.

Método
Las movilizaciones urgentes no son el comienzo ni el final del camino, sino una etapa del proceso que se propone…

Premisa
Nos diferenciamos de quienes aseguran que solo es posible el desarrollo y el bienestar aplicando las fórmulas y las recetas del mercado multinacional global.

Objetivos

Hacia adentro del movimiento indígena

Enfrentar el modelo neoliberal. Desarrollar un proceso de formación y lucha que nos lleve a hacer conciencia de la agresión. Construir alternativa de vida desde lo propio.

Hacía afuera del movimiento indígena

 Plantear exigencias de carácter urgente encaminadas a tener políticas, procesos y proyectos que amenazan la supervivencia y la seguridad de nuestros pueblos, organizaciones y comunidades.

Establecer instancias y mecanismos de articulación y convergencia con otros procesos y organizaciones populares que nos posibiliten trabajar y actuar unidos para fortalecer la resistencia y construir alternativas que hagan posible un país diferente.

Fortalecer la solidaridad reciproca con pueblos y procesos de las Américas y del mundo.

Demandas y objetivos inmediatos

1. Frente a la represión y a la guerra

 Salida negociada al conflicto armado
 Elevar a instancias internacionales demndas por violaciones a derechos fundamentales
 Establecer procesos de negociación en el àmbito regional y nacional en donde los representantes y las propuestas de paz de las organizaciones indígenas y populares tengan un carácter protagónico.
 Cese al fuego y acuerdo humanitario
 Verdad, justicia y reparación integral a las comunidades, familiares y víctimas del conflicto.
 Replantear el supuesto proceso de negociación con los paramilitares (...) proceder en justicia contra quienes han financiado, promovido y participado en estas actividades desde dentro y fuera del Estado.
 Respeto, garantías y recursos para el manejo autónomo y solidario de los recursos, instituciones y servicios públicos y colectivos esenciales para garantizar la vida, el bienestar y la seguridad de la población (salud, educación, justicia, vivienda).

2. Frente al paquetazo de las contrarreformas constitucionales

 Exigir al Congreso de la República no aprobar las reformas antidemocráticas e impopulares a la constitución de 1991 (...) respetar la voluntad popular expresada en el rechazo al referendo de octubre de 2003.
 Promover leyes de iniciativa popular para detener las reformas constitucionales.

3. Frente a la negociación del TLC y el ALCA

 Informar a todos los colombianos sobre este proceso
 Referendo popular sobre el tema con carácter decisivo
 Que en ningún caso sean sujeto de negociación temas esenciales para la soberanía nacional y el bienestar y seguridad de los pueblos como el de las patentes a la vida, los alimentos y la soberanía alimentaria, la privatización de instituciones y servicios esenciales, entre otros.

4. Instalación del Congreso Nacional indígena y popular

 Con el respaldo y compromiso de organizaciones y procesos populares, y sobre la base de acuerdos de principios y objetivos comunes, crear las comisiones y los mecanismos a través de los cuales se instale e inicie sesiones de planeación y organización este Congreso de los pueblos.
 Crear una Comisión nacional de los pueblos conformada por representantes de procesos populares de base. Que los líderes que allí trabajen respondan a asambleas populares que deben ejercer la soberanía y la autoridad máxima.
 Que se establezcan de inmediato, como parte de esta comisión, las Mesas de Paz de los pueblos. Promoverán estas
la defensa y promoción integral de los derechos humanos y la solidaridad entre los pueblos que lucha por el Plan de Vida y contra el Proyecto de Muerte.
 Sugerimos que la Comisión someta a la consideración de las bases populares las propuestas temáticas y organizativas del Congreso para que este inicie sesiones.

Propuestas temáticas para el Congreso indígena y popular

1. Referendo popular consciente frente al TLC y el ALCA
2. Autonomía: soberanía alimentaria, territorial, energética y ambiental. Restringir la importación de alimentos subsidiados y transgénicos, realizar una verdadera reforma agraria integral con crédito, subsidios y apoyos técnicos. Respetar los territorios ancestrales y acabar con el hambre
3. Fortalecer y consolidar la producción y el mercado interno comunitario y solidario.
4. Renegociar la deuda pública desde la dignidad.
5. Defensa de la riqueza nacional. El territorio, la cultura y la vida no se negocian.
6. Reconocimiento y protección del derecho de propiedad colectiva.
7. Reforma tributaria para la justicia y la redistribución.
8. Enfrentar la producción de cultivos para uso ilícito como un problema social y económico detener de inmediato las fumigaciones y la guerra contra las drogas.
9. Crear un sistema nacional popular de comunicación para la vida y la verdad.

Opinión

Mucha tela por cortar

Finalmente se realizó la Minga indígena. Aplazada por varios meses y a punto de extraviarse por el debate interno que afronta este movimiento, sobre todo entre las posiciones que lideran los Cabildos del Norte del Cauca y el mismo Cric, la dirección nacional –Onic- y la direcciones regionales. Pese a estas dificultades la Minga se realizó, inyectando un nuevo aire a las luchas por venir en Colombia y demostrando con creces su validez y necesidad.

Es necesario precisar que el movimiento indígena se debate, como el resto del movimiento popular, entre la conciliación y la confrontación. Entre la agenda propia y la respuesta coyuntural a las iniciativas gubernamentales.

El desarrollo de la marcha y del debate al interior del Congreso indígena no fue ajeno a estas tensiones. El desorden en el manejo de las consignas, la poca participación en las comisiones y la despolitización que se sintió durante el desarrollo de las sesiones, dejó muchas tareas por afrontar.

Empezando por la misma democracia interna. Aprendiendo a aceptar, respetar e incorporar las posiciones minoritarias. Generando las condiciones para que el debate continúe al interior de los cabildos y las tareas aprobadas se ejecuten desde ya.

Para tal fin, hay que recoger la inmensa solidaridad y expectativas que despertó el movimiento. Concitar coordinaciones y agendas comunes que permitan que, en el mediano plazo, contemos con un movimiento social transformado en cantidad y calidad.