Argentina reconoció su propia culpa ante la la OEA por no haber prevenido la masacre AMIA, en 1994 luego de atentado a la embajada de Israel, asimismo de fabricar culpables «falsos».
Cabe preguntar a quién se «ayudó» pasiva o activamente a cometer el atentado y qué intereses extranjeros se encubre.

Por su parte, Menem, «acordó» con Rabin [ex primer ministro israelí asesinado por sus compatriotas] que habían sido los musulmanes. ¿Usted lo cree?

Investigaciones internacionales denuncian Terrorismo de Estado Postmoderno, coordinado por Israel, Inglaterra y USA. Tal violencia, desde la implosión de la URSS fabrica una Guerra Santa. Parece increible, que el «11-S», EEUU haya masacrado a 3 mil «ciudadanos» negros y latinos en el atentado a las Torres Gemelas.
Pero hay antecedentes en la historia de EEUU de estas justificaciones para entrar en guerra: explosión del Maine en La Habana para atacar Cuba, pasando por Pearl Harbour en la segunda guerra mundial y el incidente de Tonkin para invadir a Vietnam.

Horrendo, pero avanzan investigaciones francesas, alemanas, americanas y causas judiciales en EEUU. No nos crea a priori como hizo con Menem y Galeano, busque en Google referencias de Philips Berg, Stanley Hilton, Reopen 9-11, Red Voltaire, Thierry Meyssan, Axis for Peace, Alex Jones, James Petras, William Rodríguez, Andreas von Bülow y otros.

El estudio comparativo, de estos atentados atribuidos a musulmanes, ayuda a entender qué pudo y puede estar pasando en Argentina.

Nuestra investigación sobre la pista israelí de ambos atentados está presentada ante los tribunales competentes. Pero: ¿Cómo se explica la posibilidad de que Israel haya masacrado a su propia gente? Por motivos similares a los que tuvo EEUU contra los suyos y aunque repugne, comprendamos que para «Ellos» son las formas actuales de guerrear. Si no les importaron 3 mil americanos, porqué habrían de compadecerse por 100 argentinos.

Algunos sotto voce, «alegan daño colateral» dado que en las Torres Gemelas mataron a gente menor, de «tercera categoría». Que en la embajada de Israel se tuvo «cuidado» para que no murieran las 100 personalidades que momentos antes del ataque discutían la paz en Medio Oriente, y que sólo cayeron obreros bolivianos, pocos argentinos y diplomáticos de escaso rango.
Marcos Aguinis [escritor argentino de orígen judío] «juega» con la ficción de que si hubieran atacado la sede de la sociedad Hebraica, hubieran muerto 1500 personas. Se concluye que si la bomba en la AMIA, se hubiera colocado con deseo de exterminar gente «importante» se hubiera hecho en otro horario.

Israel, Inglaterra y USA alegan que iniciaron una guerra «contra» el terrorismo, pero lanzaron una guerra «con» terrorismo, invasiones a otros países y tortura.
Veanse, los artículos de Naomi Klein sobre la tortura en Abu Ghraib y Guantánamo. Le debemos a Noam Chomski el recordatorio de las veces que USA lanzó guerras «con» terrorismo: Contras en Nicaragua, Plan Cóndor en Sudamérica.

Argentina encabeza investigaciones contra militares por genocidios sucedidos en los años 70, pero «no hay permiso» para investigar el «padrinazgo» de Kissinger para el Plan Cóndor.
No deberíamos conformarnos, sólo con «carne nacional» en los atentados Embajada y Amia..

Aceptando sin conceder que la pista israelí es lógica,¿puede Argentina investigar?
Quién lo intente, aunque sea el mismísimo Mario Vargas Llosa, será acusado de antisemita. Embajadores israelíes, lanzaron tal anatema, cuando algún resultado judicial no comulgaba con la «teoría», con la que acomodan los atentados.

Dañaron al pueblo argentino, pero hay especial sufrimiento en los gauchos judíos. Se sabe que hay «colaboración» del lobby judío en el encubrimiento, judíos progresistas denuncian que el «juicio sucio» de Galeano tuvo acompañamiento de la dirigencia judía.

A pesar de la evidencia, resulta inimaginable una pista israelí. Nos pasa como a los norteamericanos, que ven con terror, la posiblidad de que la masacre de las Torres gemelas y el ataque al Pentágono, sea obra de su propio gobierno.

El «11-S» le facilitó a USA mayor armamentismo e invasión a Irak. Asimismo, lograron el primer coup d’état a la democracia mas avanzada del mundo.
Hoy reina en EEUU la suspensión de libertades constitucionales, gracias al «Acta Patriótica», un engendro mas brutal que el «Proceso de reorganización Nacional» argentino de 1976.

Nuestra investigación, no nos lleva al derrotismo, comparando con Atocha, Londres y EEUU, las investigaciones judiciales argentinas, son las mas avanzadas.

Se avanzará más cuando se pregunte al ex juez Galeano y al doctor Teilleldín qué fue lo que se negoció con Eldad Gaffner, un falso fiscal israelí que violó leyes nacionales e internacionales.
Ni sueñe con pruebas secretas este falso fiscal, que fue denunciado por la Unidad Amia del Ministro de Justicia, reconocido por el TOF (Tribunal Oral Federal) y publicado, por el periódico judío [argentino] Nueva Sión [de extrema derecha y ligados ideológicamente a los neoconservadores norteamericanos].

El juez que sucedió a Galeano -Canicoba Corral-no investiga al falso fiscal israelí, pero nos envió un camión simil SWAT aterrorizando al vecindario, reclamándonos documentación secreta de la SIDE, robada del juzgado.

Las partes interesadas en la causa amén del periodismo, silencian el robo de esta documentación secreta. Sin embargo, se abrió una causa judicial luego de que informáramos a la SIDE y nos presentáramos ante Nissman. No entendemos, porqué con el video de C. Libarona hicieron un circo mediático y con esta documentaciòn se muerden la lengua.

Al igual que con aquel video, el delito menor es el robo. Lo importante es que esta documentación revela pobreza de la SIDE con las pistas musulmanas.

Es característico de un buen espía, exhibir indirectamente, que tras 12 años, no hay prueba seria contra árabes. De manera indirecta la SIDE, empieza a abandonar su esclavitud al servicio de «plantar» pistas musulmanas.

¿Qué oculta realmente la SIDE?
A nuestro parecer, los servicios de inteligencia ocultan aquello que no pueden mostrar. Si ciudadanos de a pie apreciamos con un desprejuiciado estudio las pruebas que conducen a la pista israelí, suponemos, que la SIDE sabe mucho más. Pero no largarán prenda, hasta que se den condiciones, para cuestionar la política «terrorista» de Israel y Estados Unidos.

La vaticinada debacle de Bush y las críticas hacia el rol del lobby israelí en Estados Unidos (vea la revista VEINTITRES Internacional de mayo y junio 2006) crean condiciones para que aparezca prueba nueva y se valore la existente, sugiriendo responsabilidad de EEUU e Israel en el encubrimiento, quizás hasta en la autoría.

La Señora Camioneta Ford de la embajada y Mademoiselle Traffic Renault en la AMIA, son inocentes. La cosa es automática: salen en libertad los coches bombas, se ilumina la pista israelí. Pero estos dos automóviles inocentes podrán salir en libertad si la grey judía apoya al gobierno nacional.

El general israelí Zeev Livne «encontró» un trozo de motor y un gobierno y jueces argentinos «colaboraron» con el hallazgo irregular.
La posibilidad de explosión «interior», como bien dice el intelectual judio Gabriel Levinas, es rechazada porque implicaría alguna responsabilidad de los directivos de AMIA.

Teilleldín y Galeano tienen un as de bastos para mostrar que la traffic Renault es inocente y un as de espadas para revelar que se dialogó y negoció con un fiscal israelí.

En la embajada (1992), la Policía Federal determinó de inmediato la explosión interior y solicitó al juez instructor (Dr. Alfredo Bisordi) la detención de los repartidores de materiales. Pero, esa misma noche Roni Gorni, jefe de seguridad de la embajada, «convenció» al gobierno del coche-bomba.
Ni una palabra más, se prohibió investigar la explosión interior, hasta 1996, cuando una pericia de ingenieros argentinos volvió a machacar: «explosión interior».

Luego del peritaje vino una hecatombe.
Embajada, DAIA y AMIA lanzaron ataques contra ingenieros y ministros de la Corte hasta que estos decidieron un debate entre partidarios de la teoría israelí (coche bomba) y los de la explosión interior.
La Audiencia se realizó en 1997, pero en lugar de Pública fue secreta, aunque se filtró que perdieron los peritos de la doctrina israelí.

La victoria argentina, contra la teoría israelí fue la debacle. Los embates del embajador Aviran recrudecieron hasta que los cortesanos delegaron todo en una Secretaría Especial. Tal secretaria siguió las pistas indicadas por el gobierno de Israel, hasta encajonar todo en un freezer.

De qué magnitud serà la presión de Israel y USA para el encubrimiento, que el doctor Bisordi, hoy juez de Casación Federal, declaró (marzo 2002) ante una comisión legislativa con la presencia de Elisa Carrió, abundando en prueba de ingerencia de Israel en la causa embajada.

¿Ud. conoce las denuncias efectuadas por la doctora Carrió?.

A fines del año pasado, nos presentamos a la Corte Suprema, sintetizando las pruebas que testimonian explosión interior, denunciando las múltiples y variadas presiones israelíes y solicitando que se inicie el estudio de la pista israelí.

¿Nos invade el pesimismo? No. En la causa embajada la prueba apuntando a la pista israelí es abrumadora, pues ni el menemismo se atrevió a destruirla. Para tal barril de pólvora, bastará el fósforo de un toque periodístico, un soplido de la nueva corte o un gesto del ejecutivo. Alentamos a los familiares de las víctimas a que ingresen a la causa y sugerimos a nuestros hermanos bolivianos, que pidan el apoyo de Evo Morales.

La historia «musulmana» se repitió en el atentado AMIA; a toda costa había que acusar a los musulmanes porque está visto que «por guión» usan coches bombas.
En la AMIA a horas de la explosión, cosa que parece probada en el juicio oral, se presionó a los heridos para que dijeran que habían visto una Trafifc, mientras que los expertos consultados los primeros días declaraban en los medios que había «otra» explosión interior.

Fue Jorge Lanata uno de los periodistas que mejor interrogó a todos aquellos testigos, que debiendo ver algún coche bomba el día del atentado, no vieron nada.

¿Por qué razón de estado, Israel y Estados Unidos realizarían actos de encubrimiento tan evidentes y los sostendrìan en el tiempo, si no estuvieran involucrados sus intereses en los ataques?
Los investigadores del atentado a las Torres Gemelas, parten de una pregunta relacionada con la anterior: ¿A quién benefician estos atentados? La respuesta es única: a los países que definen su política exterior sobre la base de una guerra mundial contra supuestos terroristas árabes.

Telleldín vale mas como soporte de una camioneta bomba trucha que como dedo acusador contra la policía bonaerense. Hay elementos en la causa para probar la inocencia de mademoiselle traffic Renault.
Ni hablar del conductor suicida también plantado, porque el papelón representado por el fiscal Nissman cuando juró ante el mundo que lo había encontrado le valió ser motivo de las bromas del periodista Hugo Presman.

Pareció durante un tiempo que el armado funcionaba, los restos de una traffic habìan sido plantados a la fuerza y nadie protestaba. Pero Renault peritó que no había restos de carrocería «mellizada» por Telleldin, lo cual les obligó a sacar de la galera «otra» Trafic.
Esta segunda camioneta fue buscada con ahinco, pero no aparece, falta que pidan ayuda a brujos y mentalistas.

El encubrimiento, está tercerizado por carne de cañón argentina, pero a nuestro entender depende de presiones directas de Israel y a través de sus organizaciones (DAIA y AMIA).

La población judía argentina, la más importante y prestigiosa de Latinoamérica, con un progresismo ganado en mil batallas hoy está aterrorizada por políticas de estado de Israel, que están siendo cuestionadas en el mundo entero.

Lea el libro que Mario Vargas Llosa escribiò tras su reciente visita a Gaza (Israel-Palestina). Le parecerá que lo financiaron los barbudos de Hamas. Si la derecha liberal denuncia contundentemente lo que están haciéndole a los palestinos, es porque «se viene el holocausto del mito» de un Israel de Walt Disney.

Nuestros luchadores judios maniatados por el terror a ser acusados de antisemitas no pueden demistificar polìticas de Israel; por suerte no ocurre lo mismo a nivel internacional.

Hay un Gulag israelí, con disidentes como Mordechai Vanunu, Barry Chamish, Israel Schamir y otros, que denuncian y piden ayuda a nivel internacional. En Israel, el criollo Daniel Baremboim soporta con entereza, insultos y bofetadas.

Los cowboys judíos Blankfort y Chomski siguen denunciando. Los Rabinos Antisionistas, afincados en Nueva York se ufanan de dar «misa» en Teherán y acusan al militarismo sionista de ser la fábrica más poderosa de antisemitismo. Vargas Llosa invita a conocer vida y obra de Amos Oz, Ilan Pappe, Meir Margalit, Claudia Levin, Gideon Levy, Yehuda Shaul, Amira Hss, Benny Morris y Allegra Pacheco entre otros.

¿Por qué los progresistas judíos argentinas, siguen al margen de esta revolución mundial del judaísmo?
Quizás uno de los «beneficios» de ambos atentados, es el sometimiento de la grey judía a toda y cualquier polìtica de Israel.

En la cumbre de presidentes de Mar del Plata, el presidente Bush presionó para que lo ayudemos en «su guerra santa» [contra su terrorismo].
Contra los que presagiaban «relaciones carnales», el presidente americano recibió una negativa del presidente [argentino] Kirchner, quien dijo: «Unidos contra el terrorismo, pero no sólo contra el que tú promueves amigo Bush, sino contra el de toda bandería».

¡Para qué! A unos días del «no» de Kirchner, el lobby Sionista norteamericano, junto al fiscal Nissman y con apoyo del FBI juró ante el mundo que se había logrado una «confesión» de los hermanos del conductor suicida.

Veinticuatro horas más tarde del anuncio del fiscal Nissman, el gobierno argentino realizó la operación de inteligencia mas brillante de esta historia. Se facilitó un «Exocet» a Rolando Hanglin, que mostró que la patraña del fiscal AMIA, era casi tan desopilante como el pago a Teilleldín. Jorge Lanata bromeó con la ensalada de barro que hizo Nissman con Berro (nombre del falso conductor suicida). Y en un lujo de espíritu, el periodista Hugo Pressman, describió el desaguisado con humor.

La SIDE y nuestro gobierno pueden y deben realizar acciones de inteligencia contra las maniobras de encubrimiento. El gobierno argentino puede impedir «embarramientos» de la cancha, aunque intervenga un fiscal argentino, el máximo lobby judío internacional y el mismísimo FBI.

La vergüenza nacional e internacional fue mayúscula cuando la familia del falso conductor suicida dijo a Hanglin que Nissman fabulaba. Pero el lobby sionista volvió a la carga nuevamente y fue peor. Juntaron en USA al fiscal Nissman con dirigentes de la AMIA, llevándolos a nuestro entender a la peor y mas nefasta de las trampas. Una Agencia Judía de Noticias con sede en Washington, puso en evidencia este cónclave.

A gente del derecho, les pareció tan ostentosa la profanación de leyes y la intromisión extranjera que se realizó una denuncia penal contra los fiscales Nisman y Martínez Burgos, los responsables del American Jewish Commitee y aquellos de la AMIA.

Se viene el estallido de la crítica contra el sistema de terrorismo, tortura y guerras atribuìdos a Israel, Inglaterra y Estados Unidos. La Argentina, recuperando el peso de la comunidad judìa progresista más prestigiosa de Latinoamérica, debe ponerse a tono.

Argentina se atreve con los militares genocidas, pero arruga ante el Kissinger, guionista del Plan Cóndor. No nos permitamos similar debilidad, para investigar los atentados a la embajada y la AMIA.

Se inicia el principio del fin de una polìtica mundial iniciada al fin de la Guerra Fría, caracterizada por golpes de Estado en USA y tortura desde Abu Ghraib a Guantánamo. Este orden mundial que el mundo entero denuncia desde los árabes, pasando por los judios demócratas y los propios americanos, tuvo en los actos de terrorismo de nuestro paìs, uno de sus globos de ensayo.

En fecha reciente hemos ofrecido al juez Canicoba Corral, que nos enfrente en careo con el embajador Munir Menem, el que a todas luces se supone mentor del tour de Monser Al Kasar a la Argentina y a quien nosotros denunciamos por haber destruido documentación oficial de la Casa Rosada. Asimismo, pedimos al juez similar medida con los doctores C. Corach y H. Anzorregui.

A los representantes de los gobiernos de Israel y Estados Unidos les pedimos que emulando el mea culpa argentino en la OEA, reconozcan, para empezar que obstculizan la investigación de ambos atentados.

José Petrosino y Abudara Bini han investigado en su Argentina natal el mito de la investigación de los atentados contra AMIA y la embajada israelí.