En Argentina miles de personas se han reunido en la Plaza de Mayo, frente al Palacio de Gobierno, portando banderas argentinas y símbolos del Frente, para celebrar el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner. Según los resultados oficiales, la actual mandataria obtiene una mayoría aplastante, y evita que se disputase una segunda vuelta.

Escrutado un 80% de las mesas, la actual mandataria ha obtenido más del 53% de los votos. Mientras que el socialista Hermes Binner, del Frente Amplio Progresista, se coloca en segundo lugar, con un 17% de los sufragios, seguido del radical Ricardo Alfonsín, con un 12%.

"Es la diferencia más grande que ha habido en la historia argentina entre un primero y un segundo desde 1916", señala la prensa local en referencia a la ventaja que habría obtenido Cristina Fernández sobre su más directo adversario, el socialista Hermes Binner, y que según un sondeo oficialista supera los 57 puntos.

Ante un triunfo sin precedentes, la actual mandataria ha recibido ya las felicitaciones de sus colegas de Brasil, Venezuela, Uruguay, Chile, Colombia y Paraguay.

“Tengo el honor de ser la primera mujer reelecta del país. Qué más puedo querer. Lo único que quiero es contribuir con las más alta responsabilidad a seguir agrandando la Argentina”, dijo Fernández en su primera comparecencia. Además reconoció el papel de su fallecido esposo, Néstor Kirchner, en este inminente triunfo electoral, e hizo un llamado a la “unidad nacional”.

Alta participación

En tanto, el ministro del Interior argentino, Florencio Randazzo, aseguró que las elecciones celebradas este domingo en el país se desarrollaron con "absoluta normalidad" y fueron las "más exitosas" desde el retorno de la democracia, en 1983.

El funcionario destacó también que el nivel de participación ciudadana logrado fue similar al registrado en las elecciones primarias del pasado 14 de agosto, cuando votó el 75,26 % de los 28,6 millones de ciudadanos habilitados a sufragar.

Desafíos y aciertos

Por su parte, el analista de política internacional, Julio Gambina, en declaraciones a RT, comentó que entre los principales desafíos que Fernández enfrentará en los próximos años están “el tema de la inflación interna del país”, y los mecanismos para hacer frente al impacto de la crisis económica mundial que afectaría a Argentina.

Asimismo, según analistas locales, la moderación y los llamamientos a la unidad que han marcado el último año de gobierno, han sido decisivos para remontar el desgaste que había acumulado en la primera etapa de la gestión que estrenó en 2007.

Fernández además ha mantenido la política de derechos humanos iniciada por su esposo. Ha mejorado significativamente las pensiones y el salario mínimo y ha profundizado en estrategias populistas de subsidios, como la asignación universal por hijo. Políticas que, en conjunto, le han otorgado un mayor respaldo entre los argentinos.

Fuente: RT, 24 de octubre de 2011.