En el viejo Oeste cuando un bandido asaltaba a un viajero en el camino, le apuntaba con su arma y le hacía escoger entre la bolsa o la vida. La aplicación de políticas neoliberales en el Ecuador es peor que este bandido, pues no da opción y continúa acabando con ambas. Para el 2009, la política económica del gobierno del economista Rafael Correa ha consolidado una visión asistencialista, a través del aumento del bono de desarrollo humano y una pomposa propaganda de la “revolución ciudadana”. Escondido tras un discurso anti neoliberal usa, en gran medida, las mismas herramientas neoliberales.

A pesar de que la Auditoría de Deuda Externa auspiciada por su gobierno la declaró ilegítima e ilegal por constituirse en un elemento generador de hambre y miseria en el país para los más pobres, Correa usó el 150% del sobreprecio del petróleo para recomprar los Bonos Global. Si eran ilegales e ilegítimos ¿por qué se los recompró y no se usó ese dinero para construir escuelas, pagar los $280 millones que se adeuda a municipios, consejos provinciales y universidades; o para pagar los fondos de reserva y las aportaciones que se debe a los maestros?

Mientras tanto se eleva el gasto militar de una forma increíble, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, nuestro país usa el 2,9% del PIB en gasto militar, solo superado en Latinoamérica por Colombia y Chile con el 4% y 3,4% respectivamente y muy lejos de los países que menos gastan, Argentina y Uruguay con 0,8%.

El Ecuador ha sido desangrado demasiado tiempo, le ha sido quitada su bolsa y su vida y a pesar del discurso de “izquierda” hay un 0,35% de incremento de la deuda externa, pues para el 2008 la deuda era de $10.088, 9 millones, que representaba el 19,2% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que para el 2009, la deuda fue de $10.124 millones, que representa el 19,8% del PIB.

El convenio con Petrochina resultó otra amarga experiencia, pues se le vende 70 millones de barriles de petróleo a $70 cada barril a través de un contrato realizado a dedo, con una alta tasa de interés 7.5%, cuando en el mercado internacional está al 2%, violando los artículos 289 al 291 de la Constitución.

Su falta de previsión en tema energético le cuesta al país $20 millones diarios; los ecuatorianos continuamos soportando cortes de energía y cuando llega la luz y encendemos el televisor escuchamos en sus cadenas su discurso de “eficiencia” y de que está “siendo superada la crisis”.

En esencia, la misma receta económica se repite y hasta el momento no se conoce de ningún proceso serio para cobrar los impuestos a los evasores y grandes grupos económicos, mientras la crisis sigue siendo cargada sobre los hombros de los trabajadores y los más pobres del Ecuador, pues la canasta familiar cuesta $521 y la canasta de la pobreza $368, pero los sueldos y salarios están congelados y el salario real de un trabajador es de $177; el desempleo está en el 8,3% y el subempleo en el 51,6%.

Economía 2010

¿Hay razones para suponer que la economía en el 2010 tomará otro rumbo? No, porque mientras por un lado la ministra de economía, María Elsa Viteri, sostiene que “se ha iniciado una nueva era en el manejo de las finanzas, mediante una política fiscal sana y sostenible recuperando el ahorro nacional y el financiamiento con soberanía y dignidad”, cuando se le pregunta cómo va a resolver los $4.000 millones de déficit, de los $21.000 millones del presupuesto para el 2010, la respuesta es más endeudamiento, con el Banco interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF), incluso se buscará préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Entonces, ¿de qué soberanía se habla?

Además, todas estas proyecciones se realizan en base al cálculo de crecimiento de 6,8% del PIB, cuando el año pasado solo se tuvo un crecimiento del 0,8% y siendo optimistas se esperaría un crecimiento del 3,2% para este año. Es decir menos de la mitad de lo esperado.

El presupuesto del Gobierno estima a $66 el barril de petróleo, mientras que México hizo su presupuesto con un precio estimado de $45 y otros países lo hacen con $40. Pero, ¿y si cayera el precio?, ¿acudirá a nuevas reformas tributarias para poner más impuestos a los más pobres del país?, ¿impondrá más impuestos al cigarrillo y al alcohol poniendo en riesgo la industria ecuatoriana?, o ¿le echará mano de nuevo a los fondos del IESS para asegurar su gasto en propaganda gubernamental y, claro, el pago de la deuda externa?

El presupuesto inicial de Correa demuestra que su intención era no disminuir el pago de deuda externa, pues en él se destinaba $997 millones, a lo que la Asamblea Nacional recortó $58 millones, es decir el 6% para aumentar a educación y salud.

Al parecer la tendencia a aumentar la capacidad militar se mantendrá y seguirá colaborando en la persecución que llevan a cabo contra las FARC, pues para el 2010 la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) alista la compra de 12 aviones sudafricanos Cheetah con una inversión de $80 millones: $34 millones el costo de los aviones; otros $11 millones por capacitación, entrenamiento y transporte, y otros $35 millones ($1 millón más que el precio de todas las aeronaves) por darles mantenimiento durante los próximos cinco años. ¡Qué triste que es evidenciar que se gastará más plata en militares y policías que en educación y salud!

Con un presupuesto sobrestimado, con una economía que ha entrado en recesión pues no ha crecido dos trimestres seguidos y las remesas de los migrantes han caído el 20%, con una caída de exportaciones del 42%, con un Gobierno de doble discurso, el 2010 se avizora como una etapa en la que los pueblos tendrán que levantarse para exigir el cumplimiento de la Constitución, el no pago de la deuda externa ilegítima e ilegal y el destino de esos recursos para que la educación superior por fin sea gratuita, para la investigación, para garantizar la soberanía alimentaria, para una jubilación digna de los maestros, para la salud y el bienestar de los y las ecuatorianos y ecuatorianas. (LCR)

2009: la crisis es consustancial al capitalismo

Los índices de pobreza y desempleo no han variado. La condición explotadora del sistema capitalista sigue siendo la misma

l sistema capitalista, como lo dijo Lenin, “es un gigante con pies de barro”, pues la actual crisis por la que atraviesa es una expresión de su verdadera debilidad. Varios intelectuales de la derecha argumentan que la crisis es el resultado de una mala administración, planteando así que se origina en una carencia de controles a la producción, ubicados en la superestructura del sistema.

Sin embargo, debemos entender que la crisis por la que atraviesa el sistema capitalista realmente se debe a la sobreproducción que en éste se ha generado, por el desorden irracional en la producción y por la acumulación del capital y los medios de producción en pocas manos.

Varias son las expresiones de la crisis del sistema. Refiriéndonos a América Latina, el desempleo va cada vez en aumento y los despidos a causa del quiebre de muchas empresas también. En el 2009 las cifras sobre el desempleo pasaron del 7,5% al 9%, un aumento de 1.5 puntos porcentuales en la cantidad de desempleados.

En el caso de nuestro país, este año el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) registró una tasa de 9.1% de desempleados, lo que quiere decir que el sistema capitalista no logra resolver este eterno problema, y no es la alternativa para los pueblos y trabajadores.

El sueldo básico, de $ 218 dólares, no cubre ni la mitad del precio real de la canasta familiar básica que es de $519 dólares, y pese al anuncio del gobierno del aumento en el alza de sueldos, los niveles de pobreza siguen aumentando; según el INEC, el 38,1% de la población urbana ecuatoriana está bajo el nivel de pobreza y el 9,9% de la población está en pobreza extrema. En zonas rurales las estadísticas son más dramáticas, alcanzan el 64,2% de la población bajo el nivel de pobreza y el 22,2% de la población en pobreza extrema. Y estas son las cifras oficiales.

Las fiestas navideñas son la más clara expresión de la cruenta condición del sistema capitalista, pues las brechas entre ricos y pobres se miran de manera más directa. Por un lado quienes tienen la oportunidad de festejar con las mejores galas y, por otro, quienes piden a gritos en las carreteras del país un poco de justicia.

Estamos claros en que la única salida para acabar con esas inequidades es un sistema socialista con vías hacia el comunismo, donde los obreros, los campesinos pobres, los proletarios eliminemos la propiedad privada y tomemos las riendas de los medios de producción; donde la riqueza de nuestra nación sea repartida de manera equitativa entre todos, que no mueran niños por falta de dinero para comprar medicinas, donde no se cierren escuelas por la falta de presupuesto. La alternativa: organización popular para luchar a favor de la Patria Nueva y el Socialismo. P.P.