Sin lugar a dudas la visita del ex-presidente de Estados Unidos Jimmy Carter a La Habana, por invitación expresa de Fidel Castro constituye un hecho de capital importancia para el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y el gobierno cubano.

Claro está que ya Carter no es el que ocupa la Casa Blanca y que el Presidente Republicano George Bush ha manifestado y continúa manteniendo una línea de enfrentamiento con La Habana debido principalmente a las influencias políticas que ejercen los cubanos de derecha de Miami, que con "lobbies", con su dinero y sus trampas han logrado mantener por años secuestrada la diplomacia de Washington con respecto a Cuba.

Sin embargo el hecho de que Carter acepte la invitación de Fidel ya es en si mismo un acto de voluntad política de su parte que puede significar como una voz de alerta para el pueblo norteamericano, que ha sido desde hace muchos años el gran ausente en el debate sobre el tema de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

A La Habana han ido Senadores, representantes, periodistas, agricultores, empresarios, y profesores universitarios, en fin toda una amplia muestra de la sociedad norteamericana ha estado de visita en la isla en los últimos tiempos Y no hay uno solo de ellos, ni uno solo que a su regreso a haya expresado que la política de Washington hacia Cuba es la correcta. Ninguno, absolutamente ninguno de los ciudadanos de este país que han estado en Cuba ha vuelto diciendo que hay que mantener el bloqueo, que hay que sostener la Ley de Embargo contra la isla o que hay que seguir "apretando las tuercas" , como dice el tristemente Senador Jessie Helms, el autor de la Ley Helms-Burton, ley que es peor que la Enmieda Platt.

Pero en fin, no estamos hablando de Helms ni de Burton ni de ninguno de esos que odian a Cuba y a los cubanos. De quien hablamos es de Jimmy Carter, otra clase de americano.

Las palabras del ex-presidente Carter al aceptar la invitación de Fidel a visitar Cuba fueron bien claras. El ex-presidente dijo: "No espero que este viaje vaya a cambiar el gobierno cubano o sus políticas: Sin embargo creo que es una oportunidad para explorar temas de interés común entre nuestros pueblos y de compartir ideas sobre como mejorar la relación entre Estados Unidos y Cuba".
Los que tanto dentro de la isla como los exilados que reclaman cambios por parte del gobierno cubano, tienen que saber de una vez por todas que mientras Estados Unidos mantenga su política de hostilidad permanente contra Cuba, no habrá ningún cambio como no sea para evitar a toda costa y riesgo que sus enemigos se aprovechen de esos cambios para desestabilizar el país como acaban de hacer contra el gobierno de Chávez en Venezuela.

¡Vaya a Cuba Mr. Carter! Y no le haga caso a los cuentos que le hagan. Mire Ud. a Cuba con sus propios ojos. Y dígale cuando regrese a su país si nuestro pueblo merece que se mantenga el criminal bloqueo contra Cuba.