Corredor de Fórmula 1 prueba sistema utilizado para entregar identificaciones a los desplazados colombianos

BOGOTÁ, Colombia - Juan Pablo Montoya, piloto triunfador de Fórmula 1, tomó el volante de un vehículo muy diferente a aquellos que conduce normalmente - una camioneta diseñada especialmente para entregar documentación oficial a personas desplazadas y a otros grupos vulnerables situados en las áreas más remotas de Colombia.

El piloto colombiano, que trabaja con las Naciones Unidas para ayudar a los colombianos afectados por cuatro décadas de conflicto interno, estuvo en Bogotá la semana pasada para participar en la exhibición de algunos de los programas más relevantes de la ONU. Aprovechando la oportunidad, conoció la Unidad Móvil de Documentación, uno de los componentes esenciales del proyecto conjunto del ACNUR con la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia, el cual ha proporcionado documentación a más de 160.000 colombianos desde el 2000.

Montoya pudo apreciar directamente las capacidades de la Unidad Móvil cuando efectuó el proceso de documentación y obtuvo su carnet de identidad (cédula de ciudadanía) en el vehículo. Sin embargo, él no es el tipo de persona habitual a quién van dirigidas las campañas de documentación. Éstas están diseñadas para personas desplazadas y de comunidades en riesgo, muchas de las cuales son campesinos y miembros de pueblos indígenas.

Algunos de ellos nunca han tenido documentos de identidad. Otros los perdieron al huir de los combates entre los varios grupos armados.

"Los documentos son vitales en emergencias y en periodos de post-emergencia", explicó Ana Julieta Arguelles, la coordinadora del proyecto del ACNUR. "Durante las emergencias, las personas desplazadas requieren de documentos de identidad para solicitar ayuda al gobierno -alimentación y dinero para pagar renta. Los documentos también son esenciales a la hora de buscar soluciones duraderas, por ejemplo, la campaña de documentación ha ayudado a los desplazados a tener acceso a programas de vivienda especialmente diseñados para ellos".

La entrega del documento de identificación a Montoya fue una forma de celebrar los logros de la campaña de documentación: más de 60.000 personas han sido beneficiadas en lo que va del 2003, rompiendo el récord establecido el año pasado.

El proyecto de documentación iniciado en el 2000 ha permitido a ACNUR enfrentar las complejidades del desplazamiento interno en un país donde existen leyes e instituciones gubernamentales para hacer frente a la crisis humanitaria, pero las capacidades no insuficientes frente a la magnitud de su misión. De acuerdo con las organizaciones humanitarias, se estima que el 50 por ciento de colombianos que debieron desplazarse en 2002, no recibieron ningún tipo de ayuda del gobierno.

La Registraduría Nacional, contraparte del ACNUR, es legalmente responsable de proveer de identificaciones a los ciudadanos colombianos, pero frecuentemente carece de medios para hacerlo eficientemente fuera de las grandes ciudades, o incluso en las áreas pobres fuera del centro de las ciudades. Este fue el caso en Buenaventura, el puerto más importante de Colombia, donde una gran campaña subsanó la falta de identificaciones de los desplazados y las poblaciones vulnerables de lugares alejados del centro de la ciudad, donde la influencia de la guerrilla y los paramilitares es evidente.

El proyecto permite que las personas desplazadas completen todo el proceso de aplicación en la Unidad Móvil sin tener que dejar su zonas de residencia. El vehículo tiene el equipo necesario para procesar huellas digitales, recolectar datos personales y para tomar las fotografías de las identificaciones. La Secretaría de Salud local realiza las pruebas de sangre requeridas. Después de recibir toda la información, la Registraduría Nacional da prioridad al procesamiento de aplicaciones de personas desplazadas y les otorga los documentos en sólo dos meses, comparado con los seis a ocho meses que tarda por lo general el trámite.

Sin embargo, no todas las campañas se hacen en tierra. Para poder llegar a comunidades aisladas, las brigadas de documentación tienen que usar botes e incluso canoas.

Las campañas de documentación están por entrar en una etapa de receso este año, pues en octubre habrán elecciones y el ACNUR quiere enfatizar el carácter no-electoral de su trabajo.

Hasta ahora, en el 2003 se han efectuado 27 campañas de documentación, una para sólo 50 personas en la región de Urabá, otra para más de 18.000 personas en Buenaventura. Las necesidades particulares difieren de lugar a lugar, pero en general, la necesidad de documentos de identificación sigue siendo grande en el país. Considerando que el Gobierno ha reconocido 100 mil nuevos desplazados internos en la primera mitad de este año, se cree que muchos colombianos más necesitarán la ayuda de ACNUR para obtener sus identificaciones, y así proteger sus derechos dentro de lo que ha sido llamada "la peor crisis humanitaria en el hemisferio occidental".