El 12 de mayo, El Juguete Rabioso publicó una nota en la que editores nacionales y extranjeros cuestionaron duramente la licitación que convocó la Reforma Educativa, que dejaba en manos de Santillana la producción y venta de libros para los estudiantes de primaria. La noticia fue seguida por el diario La Prensa, que publicó una serie de artículos que tejían muchas más dudas sobre el proceder de las autoridades de la Reforma. Parece que el hecho puso de malhumor a la ministra; quien, lejos de hacer gestiones para transparentar el proceso, optó por enviar un fax a una de nuestras fuentes, el editor Luis Romero de la empresa Brasa, para preguntarle si había dicho lo que publicó El Juguete... y también para anunciarle que pensaba tomar medidas legales en su contra, por haber sugerido que era corrupta. Informando sobre esto, La Prensa tituló de manera contundente en su primera tapa: «Editorial denuncia que la ministra Anaya la intimida».

La ministra Anaya pudo pedirnos a nosotros una explicación, pero ella quizo actuar a su manera, dudando de nuestra responsabilidad porque seguramente creyó que nosotros habíamos manipulado la información, por eso se comunicó directamente con nuestra fuente. Lo que nunca imaginó es que esa fuente se ratificó en su versión de que ella habría actuado de modo torcido y corrupto en la licitación. Luis Romero también la acusó de intimidación y, además, de manera valiente, le puntualizó otros cargos que transcribimos integramente aquí, para que los lectores terminen de redondear la idea sobre cómo la gestión de Amalia Anaya manejó la millonaria licitación que finalmente favoreció a la empresa Santillana.

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Otras acusaciones sobre la millonaria licitación que ganó Santillana

Luis Romero Ojeda

Señora Amalia Anaya, ministra de Educación Cultura y Deporte República de Bolivia.

He recibido por fax la carta de la referencia y me apresuro a contestarla pues, rechazo la velada amenaza que insinúa en el segundo párrafo de la misma. En primer lugar, sí, me ratifico en las declaraciones de que a pesar de las irregularidades en este proceso volveremos a participar en licitaciones públicas convocadas por las diferentes entidades del gobierno de Bolivia, pues las autoridades públicas corruptas no duran para siempre.

Usted señora Ministra no ignora lo siguiente:

 Que la licitación para la producción, edición e impresión de textos escolares en los idiomas Quechua, Aymará, Guaraní y Castellano como segunda lengua y Castellano, fue internacional por provenir los fondos del BID.

 Que en todas las licitaciones públicas, en el mundo entero, se fija el monto referencial del presupuesto base, presupuesto que no fue incluido en la licitación 001/01(017/01) convocada por el Ministerio de Educación Cultura y Deportes que usted dirige. ¿Cómo se explica que se califique a un solo grupo y después se le solicita que presente la propuesta económica? Hoy resulta que todos los relacionados en la licitación conocían que el presupuesto base supera los US$ 7’000,000.00 a los precios que se pagaron el año pasado, cuando nuestra propuesta no supera los US$ 4’000,000.00 ya vera usted señora Ministra a que precio se otorgará la Buena Pro.

 Que de acuerdo a los currículos presentados por nuestro consorcio que fue aprobado en la presentación, los técnicos que elaboraron nuestra propuesta fueron: 36 Bolivianos 1 Peruano 1 Colombiano.

 Que las fianzas bancarias solicitadas a los postores y los montos de facturación requeridos fueron señalados en forma desproporcionada y tan altos que era imposible que un editor o impresor boliviano pudiera postular ni solo, ni consorciado con otros editores bolivianos.

 Que sólo calificaron en la primera etapa cinco postores: 4 Españolas, 3 de ellos consorciadas con editores bolivianos. 1 Peruana - Que los únicos países quechua hablantes y Aymará hablantes son Bolivia y Perú.

 Que para participar con posibilidades de éxito se requería invertir más de cien mil dólares de acuerdo a los plazos señalados en las Bases pero como los plazos fueron ampliados unilateralmente a más del doble del tiempo, la inversión se duplicó.

 Que uno de los postores calificados (Santillana) empezó a trabajar en la propuesta muchos meses antes de que el Ministerio de Educación publicará las bases del concurso.

 Que las propuestas técnicas se presentaron identificando claramente al postor por lo que los evaluadores SI sabían de quien era cada módulo que estaban calificando, y no como declaró un funcionario boliviano que no lo sabían.

 Que el cónyuge de uno de los postores calificados formaba parte del equipo técnico que hizo la calificación.

 Que mientras se hacia la evaluación, funcionarios de la reforma se reunieron en varias ocasiones con uno de los postores calificados.

 Que en la evaluación participaron jóvenes nuevos que no tenían mucha experiencia.

 Se conoce que funcionarios de la Reforma Educativa, participaron asesorando a uno o más postores y que inclusive fueron invitados a España. Por favor señora Ministra, si usted ignora estas realidades, profundice las investigaciones y evite que se produzcan irregularidades que le cuesten millones de dólares a su país en perjuicio de también millones de escolares. Nosotros en la editorial hemos producido con éxito más de cien libros en Quechua y Aymara habiendo obtenido la buena pro en varias licitaciones en nuestro país y el extranjero, y sabemos lo que valen nuestros técnicos y los técnicos contratados en Bolivia, consideramos que la descalificación, por un grupo de funcionarios anónimos, sin explicación alguna es totalmente injusta. Se trata de un hecho arbitrario. Nuestra empresa sí reclamó por escrito y exigió una explicación apenas conoció de la descalificación y hasta ahora no hemos recibido respuesta salvo su carta de la referencia, cuyo tenor estimamos usted no leyó antes de firmar.

Si este irregular proceso no se aclara, no participaremos en licitaciones que convoque el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes mientras usted sea Ministra. A la espera que brinde una explicación satisfactoria a vuestro país, corrigiendo las irregularidades que se produjeron y que fueron denunciado por otros postores más como Bolivia 2000/ Amaya y Lara Bisch con Mare Nostrum, se suscribe Luis Romero.

El escándalo crece

La hija de Tito Hoz de Vila trabaja para Santillana

Walter Chávez

Los editores nacionales y extranjeros que participaron en la cuestionada licitación de la Reforma Educativa, que favoreció a Santillana, han denunciado que hubo personas que cruzaron trabajos entre la Reforma y Santillana.

En esa misma línea nosotros publicamos una reseña de un revelador libro publicado en España que mostraba cómo Santillana tiene la costumbre de infiltrar instituciones para sacar información adelantada y superar así a sus competidores.

Otro de los modus operandis de Santillana es repartir «premios» y prebendas entre los allegados a las autoridades importantes de los gobiernos, especialmente en el sector educación, que es donde se dan las licitaciones en las que ellos participan. Aquí en Bolivia, ya lo dijimos no hubo excepción. Santillana, mediante su sello Alfaguara, publicó una novela a la Directora de Comunicaciones de la Reforma Educativa, Amalia Decker. La mencionada obra había participado en el concurso por el Premio Nacional de Novela y no ganó, pero aun así fue publicada, cosa que no ocurrió con otras obras finalistas del mismo concurso. Luego nos enteramos que la novela de Amalia Decker ha sido promovida fuera del país, con viajes incluidos, cosa que tampoco ocurrió con otros escritores que, incluso, han ganado el Premio Nacional de Novela. Pero Santillana es así, sabe a quién promover.

Pero lo más escandaloso fue revelado por el periódico La Prensa el miércoles 7 de junio: La hija de Tito Hoz de Vila, el ministro en cuya gestión se preparó el pliego de la millonaria licitación que favoreció a Santillana, ha sido contratada ¿por quién? Por Santillana, por su puesto. El ministro dio la explicación correspondiente, pero para que el lector saque sus conclusiones le recordamos un caso ejemplar del modo de operar de Santillana. Veamos.

El libro de Jesús Cacho El negocio de la libertad contó que el ministro de Educación de Franco José Luis Villar -conocido como «Jolines»- le entregó al dueño de Santillana, Jesús Polanco, información para que éste saque ventaja a sus competidores cuando se trató de imprimir los libros que aprobó la Ley General de Educación de España. Gracias a esta información confidencial, Polanco les ganó a los otros editores y se hizo rico. Ese fue, dice el periodista español Jesús Cacho, el origen de la fortuna de Polanco. Para recompesar a Jolines, Polanco lo llevó a trabajar a Santillana cuando terminó su gestión como ministro.

Qué le parece señor lector, la similitud con la cuestionada licitación de la Reforma Educativa, con Tito Hoz de Vila y su hija que hoy figura en las planillas de Santillana es casi perfecta.