Cuando ciertos sacerdotes hacían el saludo fascista. En la foto el arzobispo de Santiago de Compostela y otros prelados católicos junto a generales franquistas Aranda y Dávila saludan con el brazo en alto durante una ceremonia militar (1939).
Portada del libro: Opus Dei, el totalitarismo católico de Emilio J. Corbière.

Ana María Arana, la directora del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, en México, ha establecido el vínculo entre el liberalismo laico del siglo XIX con el pensamiento católico contemporáneo. Así se crea la punta de lanza de una nueva cultura en la que coinciden los grupos conservadores latinoamericanos con el proyecto del Partido Republicano y la vanguardia vaticana. La preservación del modelo del PAN descansa en la eficacia de la estructura que el DIF logre consolidar hasta el fin del sexenio.

Cruces y Sombras. Perfiles del Conservadurismo en América Latina, un libro aún inédito que aborda las raíces históricas, la ideología y actualidad de los movimientos conservadores católicos en los países hispanoamericanos; describe redes y coaliciones internacionales conservadoras; señala personajes y grupos que desde Estados Unidos apoyan a esos movimientos; y proporciona datos sobre las conexiones entre grupos clandestinos de la ultraderecha en diferentes países, como México, Perú y Argentina.

Su autor, el mexicano Edgar González Ruiz, ha publicado ya otros trabajos sobre los grupos conservadores en su país, entre ellos: La Ultima Cruzada. De los cristeros a Fox (Grijalbo, México, 2001); La sexualidad prohibida. Intolerancia, sexismo y represión (Plaza y Janés, México, 2002); y El Muro. Memorias y Testimonios (Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, 2003). Cruces y sombras, el texto inédito, está a punto de llegar a la mesa de tirios y troyanos en el espectro ideológico de América Latina.

Una de las tesis de las que consta Cruces y Sombras es que, si bien en cada país de América Latina los grupos conservadores actúan de acuerdo con sus condiciones históricas y marco jurídico político, y ejercen en cada caso diferentes grados de influencia política y poder de convocatoria, hay fuertes relaciones entre los sectores conservadores de diferentes naciones a la vez que un fuerte apoyo a todos ellos por parte de sectores conservadores del Vaticano y de cofradías ultraderechistas de Estados Unidos, identificadas con los gobiernos republicanos que van de Reagan a los Bush.

Según el autor, esta situación ocurre ahora mismo, por ejemplo, en el apoyo a movimientos Provida de los países latinoamericanos, mediante instituciones
como el Consejo Pontificio para la Familia, presidido por el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, grupos internacionales como la Alianza
Latinoamericana para la Familia, impulsada por los millonarios venezolanos Cristina y Alberto Vollmer, y Familia de las Américas, creada por Mercedes Arzú de Wilson, hermana del ex presidente de Guatemala, Alvaro Arzú, y también a través de coaliciones, como Vida Humana Internacional, que desde Miami coordina a grupos provida de países latinoamericanos y promueve en países latinoamericanos campañas contra el aborto, la anticoncepción de emergencia, el uso del condón y otras medidas que son repudiadas por homosexuales y ONGs ligadas al Partido Demócrata norteamericano.

Esos sectores se dan cita en empresas espirituales y actividades específicas como el Congreso Mundial de la Familia, organizado en México a fines de
marzo de 2004 con el apoyo de Ana Teresa Aranda, funcionaria mexicana proveniente de un grupo derechista, la Asociación Nacional Cívica Femenina y directora del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, que es la punta de lanza del régimen en la intimidad más apreciada de la nación. Un papel que ha sido llenado por Ana Teresa convirtiendo a la familia en un fortín de los valores esenciales del mexicano y una fortaleza del foxismo

Frecuentemente, matiza González en su texto, la defensa de los ideales conservadores es contemporánea de la expansión de fuertes intereses comerciales. Esto sucede, por ejemplo, en el caso de Lorenzo Servitje, creador de la empresa panificadora Bimbo, que actualmente tiene presencia no sólo en México, sino en Estados
Unidos, Guatemala, Brasil, Perú, Colombia e incluso en Europa. Servitje ha sido promotor de grupos católicos y ha demostrado un interés especial por ejercer la censura de corte moralista en los medios de comunicación. Otro caso es el de Thomas Monaghan, fundador de Dominos Pizza, caballero de Malta y promotor del conservadurismo en Centroamérica, especialmente en Nicaragua. Mención aparte merece.

En el pasado hubo también coincidencias de fuerzas conservadoras de diferentes países como ocurrió, por ejemplo, luego de la Guerra Fría cuando
bajo la bandera común del anticomunismo, la CIA y personajes ultraconservadores de la Iglesia apoyaron hechos como el cuartelazo contra Arbenz en Guatemala, las dictaduras militares en varios países de Sudamérica, la lucha sandinista en Nicaragua, el anticastrismo y hasta el traslado de nazis a Sudamérica donde se incorporaron en la lucha anticomunista; tal fue el caso de Klaus Barbie en Bolivia. También se han registrado, señala nuestro autor, contactos entre grupos como el Sodalicio de Vida Cristiana, de factura peruana, y los Cruzados de Cristo Rey, de México.

Hoy en día, afirma, instituciones como el Instituto Republicano Internacional, IRI, apoyan a grupos conservadores para que a su vez fortalezcan a opciones derechistas en sus respectivos países. Comienza a dibujarse en el paisaje Cruces y Sombras menciona tres grandes apartados de la nueva derecha latinoamericana:

1) La ideología delconservadurismo católico, tal como ha sido expuesto en encíclicas de Juan Pablo II y en documentos del Vaticano que insisten en dos aspectos torales, reflejados en la agenda conservadora latinoamericana: la exaltación de la
abstinencia sexual y el rechazo del laicismo

2) Los marcos jurídicos de cada uno de los países hispanoamericanos en lo que se refiere a las relaciones entre el Estado y las iglesias y a temas de salud sexual y reproductiva, educación y estructuras familiares, en los que pretenden
incidir los grupos conservadores. Se indican en qué casos existen concordatos, vicarías militares y enseñanza religiosa obligatoria. Esta revisión deja ver la inmensa influencia que tiene la jerarquía católica en la vida institucional de los países hispanoamericanos; de acuerdo con el autor, con las excepciones de México y Nicaragua, esa influencia se ha visto legitimada en las respectivas leyes nacionales.

3) Los principales grupos conservadores católicos que actúan en cada país, incluyendo los de carácter internacional, como los Legionarios de Cristo, los Caballeros de Malta y el Sodalicio de Vida Cristiana. Se mencionan también algunos grupos internacionales protestantes, como Focus on the Family, creado en Estados Unidos, que colaboran con el activismo católico.

4) Las coaliciones internacionales católicas como VHI, la Red de Ayuda a la Mujer. En cada caso, las principales fuentes a las que el autor recurre para estudiar esos grupos y coaliciones son en cada caso, las principales fuentes a las que recurre el autor son, además de las hemerográficas, los propios documentos, publicaciones y páginas Web de esas agrupaciones.