El apretón y el ajuste continúan en Colombia. Como si se tratara de un cuento de terror el victimario parece irse pero reaparece una y otra vez, y siempre encuentra a los afectados llenos de pánico, desprotegidos e incluso a algunos de ellos dispuestos a amarlo.

Como en un buen relato de terror, el victimario de los colombianos arrebata la libertad y la vida de sus víctimas poco a poco, con pasión y sin pesar. El escenario de su acción, entre tinieblas capitulares, con decretos que desatan vientos que azotan puertas de miles de hogares de familias empleadas y al rebusque, está decorado por los gobernantes de turno que encubren su acción y con promesas electorales o de administración pública distraen a los afectados. El terror, antecedido por una apresurada "apertura económica" que traería leche y miel, se desató en 1999, cuando el gobierno de Andrés Pastrana le firmó un acuerdo de Stand By.

Desde entonces toda la política económica, fiscal y social que rige la vida de los colombianos está demarcada por las pautas que éste ha impuesto. Su arma mayor, con la que amenaza incautos y fieles siervos, es no avalar los créditos que pueda solicitar el gobierno nacional ante la banca exterior. Su demanda periódica: los informes o cartas de intención, las cuales precisan el cumplimiento o no de lo "acordado". Para recibir los mismos, sus miembros se desplazan al país cada seis meses o en su defecto una delegación criolla viaja hasta su cueva en Washington para rendir, entre complacencias y alegrías, cuentas.

La última revisión

En abril pasado estuvo en nuestro país una delegación de sus hijos, la cual certificó que la política económica aplicada por el actual gobierno es la misma que se comprometieron a desarrollar en el año 2002. Han tenido algunos inconvenientes, como la fallida venta del Banco Cafetero o la decisión de las mayorías nacionales en el Referendo de octubre pasado, pero por lo demás, privatizaciones, ajustes y controles marchan a la perfección. La banca incrementa de nuevo sus ingresos y los capitales internacionales encuentran el terreno expedito para su lucro.

Recuérdese que un año atrás este organismo internacional demandó medidas para apresurar la reforma del Seguro Social, de las pensiones y para privatizar algunos bienes públicos como el Banco Cafetero, Granahorrar y otras instituciones financieras. Ahora, en junio pasado -como si el terror generara amor- una delegación nacional lo visitó en Washington y le presentó los proyectos de Ley que presentará el gobierno al Congreso Nacional este 20 de julio: reformas a las pensiones y a los tributos. La sintonía y la satisfacción por las medidas por tomar fueron totales y el 30 de junio se supo de la alegría que embarga al victimario por el buen comportamiento de sus fieles dentro del gobierno nacional.

Lo que viene

Según Agustín Cartens, subdirector ejecutivo del FMI (victimario mayor), Colombia debe completar el ajuste estructural al que se comprometió en el año 2002. Como se sabe, en materia pensional lo ’acordado’ por el gobierno de Álvaro Uribe y el organismo multilateral incluye: anticipar la elevación de la edad para poderse pensionar (que está prevista para el año 2014, las mujeres a los 57 años, los hombres a los 62), un impuesto a las pensiones superiores a 4 salarios mínimos (un millón cuatrocientos treinta y dos mil pesos), eliminación de la mesada 14 y de todos los regímenes especiales (magisterio, Ecopetrol y Telecom) exceptuando el de las fuerzas armadas.

Por el lado de los gravámenes ’acordaron’: inclusión del IVA del 4% para todos los productos cercanos a la canasta familiar, exceptuando educación, salud y servicios públicos. Impuestos nacionales tendrá que presentar en septiembre un plan para fortalecer el actual sistema fiscal de descentralización. A su vez el gobierno deberá asegurar la aprobación en el Congreso del Estatuto Orgánico del Presupuesto, lo que facilitará que el presupuesto del 2006 se prepare bajo nuevas reglas de juego (menos transferencias, menos responsabilidad central) De igual manera, el Fondo demanda que para el año 2005 el déficit del sector público no sea superior al 2,4 del Producto Interno Bruto (PIB). Esto quiere decir, se reducirá aún más el gasto público.

Por demás, se decide concretar la venta de Granahorrar a finales de año, la reestructuración de Bancafé (para poderlo vender en el 2005) y la reforma a la Ley 80 o de contratación, para adaptarla a las exigencias del Tratado de Libre Comercio.

Pero el monstruo no descansa, más aún si sabe que le tienen miedo. Desde ya se conoce que todos estos ajustes y reformas son insuficientes. Así lo hizo saber el Presidente Álvaro Uribe en la reunión de los banqueros (Asobancaria) el 27 de junio pasado, cuando manifestó que "una reforma al régimen pensional es insuficiente".

No es de extrañar, por tanto, que en algunos sectores se diga que para garantizar los dineros del Seguro Social (los mismos que derrocharon los gobiernos anteriores) sea necesario incrementar el IVA al 17 o 18 por ciento, hacer permanente el impuesto transitorio del 4 por mil al igual que la sobretasa a la renta del 10 por ciento. Como en otros gobiernos, todo lo transitorio se convertirá en norma y la mano impositiva del gobierno se mantendrá en los bolsillos de los menos pudientes.

Pero todos estos ajustes y nuevos impuestos tampoco serán suficientes. En el año 2005 habrá otra reforma tributaria. Los vientos gélidos del norte continuarán soplando con intensidad sobre la pobrecía colombiana. La angustia y la desazón que hoy reina en miles de hogares se ahondará. En el Congreso Nacional los consortes de siempre declararán, con rostro inalterable, que las reformas en marcha son lo mejor para el país. Con su gesto reafirmarán el derecho a su visa. Sin duda, como en una película hollywonense esta historia de terror continuará.

Para entender la política del FMI

Marco teórico de las políticas del FMI

Se fundamenta en la eliminación de todas aquellas restricciones que impiden el funcionamiento del mercado, el libre comercio internacional y la libertad del flujo de capitales. Como buen agente de la ideología liberal, "la consolidación del mercado, como objetivo final, permite obtener o maximizar los beneficios para todos los agentes, generándose así una economía eficiente".

¿Cómo enfrenta el FMI el desempleo?

"La solución al desempleo se realiza mediante una reforma encaminada a flexibilizar el mercado laboral que permita la reducción de los salarios reales, incentivando la demanda de trabajo hasta el nivel de ocupación compatible con la tasa natural de desempleo"

¿Por qué interviene el FMI la economía de ciertos países?

El interés fundamental del FMI en la economía de cada uno de los países, ha sido el equilibrio de la balanza de pagos, con el fin de garantizar la viabilidad de los pagos externos.

"...El Fondo no está interesado directamente, sino sólo en forma indirecta, en los problemas de crecimiento y desarrollo de un país...Lo cierto es que cada uno de los organismos multilaterales se gestaron estrategias similares para los países en desarrollo. De un lado, la estrategia del FMI se desplazó de la estabilización hacia el ajuste, mientras que la del Banco Mundial hacia el llamado ajuste estructural. Ambas coinciden en que los ajustes macro y estructural son necesarios para la viabilidad de la balanza de pagos".

Los acuerdos Stand By (Resumen)

Acuerdo de 1999 - 2002

 Ajuste fiscal del sector público combinado de 5,9%, a 1,3% del PIB, en 2002. ¿Cómo lograr esto? Reformas tributarias para ampliar la base impositiva, reducir la evasión y eliminar rentas exentas; reducir el gasto del gobierno comenzando por reducir las transferencias a los territorios.

 Deuda externa del sector público: Estabilizarla en un 34% en los cuatro años de gobierno.

 Política monetaria: obtener un 11% de inflación en 1999 y pasar a un 6% en 2002.

 Política cambiaria: se orientaría a que el mercado de divisas fije el tipo de cambio y facilite el manejo de la conducción de la política monetaria.

 Déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos: 1999: 1,3% del PIB; 2002: 3,2%

 Crecimiento económico: 1999: -3,5%; 2002: 4,8%

Acuerdo de 2003 - 2004

 Reducción del déficit combinado del sector público del 4% al 2,5% del PIB, entre 2003 y 2004. Para garantizar este objetivo el gobierno implementará: impuesto extraor-dinario al patrimonio para financiar el gastos en seguridad y defensa; reforma tributaria, que incrementa el IVA y establece una sobretasa al impuesto de renta; congelación transitoria por dos años del gasto público, con base en las disposiciones emanadas del Referendo, con lo cual se espera generar ahorros por el equivalente del 0,7% del PIB en 2003, y un 0,5% adicional en 2004.

 Deuda externa del sector público no financiero: reducirlo al 50% del PIB en el año 2004, y garantizar nuevas reducciones para el resto de la década.

 Fortalecimiento de las actividades de regulación y supervisión del sistema financiero y del mercado de capitales. Entre los diversos aspectos contemplados en estas materias, el gobierno se compromete, antes de diciembre de 2003, a la venta del Banco Cafetero, y antes de septiembre de 2004, a la reestructuración y al programa de venta de Granahorrar.

 Crecimiento económico: entre el 2% y el 2,5% y una inflación entre el 5% y el 6%, en 2003. Para el 2004 se espera un crecimiento del PIB por encima del 3%.