La corrupción en nuestro país está a la orden del día: ocupamos el puesto 50 entre los 133 países más corruptos del mundo y son los recursos destinados a los pobres los que más sufren esta desviación.

Las ARS fueron creadas hace 9 años, el 29 de diciembre de 1995 durante el gobierno de Ernesto Samper, y desde ese entonces se han visto involucradas en casos de corrupción. Para hacer una ARS se necesitaba contar con un patrimonio de 15 millones y afiliar 5000 personas de los estratos 1, 2 y 3. Para ese entonces el número de las ARS creadas ascendían a 256. A raíz de esta proliferación y del despilfarro presentada por algunas de ellas, el gobierno se vio en la necesidad de replantear los requisitos para su creación y endureció las condiciones de permanencia para las que estaban administrando el régimen subsidiado. Por ello muchas se acabaron y otras se fusionaron. Durante el año 2002, la oficina anticorrupción de la Presidencia de la República adelantó 28 procesos por la pérdida de un billón de pesos en malversación de fondos y otros delitos en ARS, por irregularidades como falsedad en documentos, desviación de dineros y contratación indebida de contratos-.

De las 50 ARS que existen en el país, 24 desviaron su función social: servirle a la población más pobre para hacerlo a las autodefensas unidas de Colombia (Auc) del bloque norte, a políticos y a funcionarios públicos. Jorge 40 o Rodrigo Tovar Pupo, miembro del Estado Mayor negociador de las Autodefensas Unidas de Colombia, segundo hombre al mando del Bloque Norte y pedido en extradición por los Estados Unidos, era el encargado de desviar estos dineros hacia su organización.