Bill Gertz es periodista del diario Washington Times (EEUU) y desde ahí difunde los buenos pensamientos del Pentágono. Por ejemplo, él explica en su artículo con fecha del 21 de septiembre 2004, la gran inquietud de las agencias estadounidenses de inteligencia en cuanto a la eventualidad de un nuevo y «espectacular» ataque dirigido por la organización terrorista Al Qaida. Según los responsables de estos organismos interrogados por Bill Gertz, la necesidad de que Al Qaida organice un nuevo atentado es vital por el hecho que «ellos piensan que su credibilidad está amenazada porque no ha habido otro ataque mayor desde el 11 de septiembre». Los mortíferos y posteriores atentados acontecidos en Balí (187 muertos y 310 heridos) y en Madrid (190 muertos y 1297 heridos) no serían entonces obra Usama Bin Landen. Las informaciones filtradas por los oficiales estadounidenses indican que el atentado podría tener lugar entre el 2 de noviembre, día de las elecciones presidenciales y el 20 de enero 2005, fecha en la cual el nuevo presidente estadounidense tomará oficialmente sus funciones. Pero, dicho de otra manera, ¿la supuesta o prevista operación reforzaría la credibilidad de Al Qaida o más bien de aquellos que en Washington, pretenden que ella existe?