El gobierno venezolano fue acusado de persecución y una vez más será evaluado por la “flexibilidad” de sus leyes. Grupos internacionales indican que el Estado debe violar la Constitución para garantizar la “democracia”. Para la abogada estadounidense Eva Golinger el caso Súmate puede acabar con la credibilidad de la National Endowment for Democracy (NED).

La expresidente de Nicaragua Violeta Chamorro, su homólogo de la República Checa. Vaclav Havel, entre otros “demócratas” enviaron una carta al presidente Hugo Chávez para que “reconsidere” el proceso en que están siendo juzgados los líderes de la organización Súmate por conspiración.

La carta que también fue enviada a la Asamblea Nacional y al Tribunal Supremo de Justicia, dice que el grupo está “preocupado con la situación a que están siendo sometidos sus colegas demócratas en este momento, perseguidos por ejercer sus derechos civiles”.

El documento acusa al gobierno venezolano de “persecución” a miembros de la organización Súmate “por recibir financiación internacional para diseñar y ejecutar un programa de educación ciudadana (...) nos sentimos en la obligación de denunciar este caso ya que el gobierno venezolano está persiguiendo un grupo con el cual compartimos (...) el compromiso con la democracia”, dice la carta.

Súmate fue creada luego del fracasado golpe de estado del 11 de abril de 2002. La organización es financiada por la National Endowment for Democracy, que recibe fondos del congreso de los Estados Unidos para promover la democracia en el mundo.

Una de las principales promotoras del referendo revocatorio del 15 de agosto de 2004-del cual Chávez salió victorioso con el 59% de los votos- Súmate es acusada por el Estado de “conspirar para destruir el sistema republicano de la nación” por la tentativa de construir un órgano electoral paralelo, con la posibilidad de manejar los resultados de la elección para intentar derrocar al presidente.

Acción coordinada

La defensa del grupo internacional a los coordinadores de Súmate, Alejandro Plaz y María Corina Machado -una de las firmantes del decreto de Carmona que suspendió la Constitución y los poderes de la Asamblea Nacional durante el golpe, no fue aislada. En esta semana, el presidente de la NED, Carlos Gershman, estuvo en Venezuela para exigir que el presidente venezolano retire las acusaciones contra esta organización. El gobierno estadounidense amenaza con endurecer las relaciones con Venezuela en caso que el proceso no sea revisado.

Gershman declaró que Venezuela está entre la “democracia y el autoritarismo” y que en el caso que no sea reconsiderado el proceso contra Súmate, el país “cruzará la línea” hacia el autoritarismo. La NED es acusada de ser uno de los brazos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para desestabilizar gobiernos que “desagradan” a las políticas estadounidenses. Nicaragua fue uno de los países que recibió ayuda de la NED para derrocar el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional. La revolución sandinista perdió las elecciones en 1989 frente a Violeta Chamorro.

El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Andrés Izarra, comentó las declaraciones de la NED en una rueda de prensa, en la que afirmó que el Estado investigará “cualquier violación a las leyes y cualquier intervención extranjera que amenace la democracia venezolana”.

En nombre de la democracia

A pesar de apelar en nombre del libre ejercicio de la democracia, tanto el pedido del grupo internacional como el de Gershman violan la Constitución venezolana. De acuerdo con la ley el presidente no tiene autonomía para intervenir en el Ministerio Público, órgano que constituye un poder independiente, para determinar el fin de cualquier proceso judicial. “Ellos están impidiendo el ejercicio de la democracia, pidiendo que se violen las instituciones democráticas, para atender sus intereses”, afirma la abogada estadounidense Eva Golinger, que investiga el financiamiento de la NED a organizaciones civiles.

Para Eva Golinger, Súmate no violó sólo la legislación venezolana, sino también las propias reglas de la NED, por utilizar el financiamiento para campañas político-partidistas. “Aunque lo nieguen, todo el país sabe que Súmate fue promotora del “Si” y de la salida del presidente. Fue una campaña partidista”, afirma.

En la opinión de la abogada, Gershman salió en defensa de Súmate porque si en Ministerio Público consigue la condena a esta organización, quedará en evidencia la “intervención” estadounidense en otros países, bajo la luz de la democracia, para atender sus propios intereses. “No es la primera vez en la historia de la NED que su presidente actúa directamente para defender sus intereses. Si se comprueba la acusación, el papel de la NED como promotor de la “democracia” en el mundo será desacreditado. Quedará clara la intervención de los Estados Unidos”, dice Eva Golinger.