Será instalada en la capital venezolana una oficina permanente para direccional las propuestas presentadas en las diez mesas de trabajo del encuentro. “La idea es coordinar grupos de trabajo que ya existen en otros países para potenciar los movimientos de resistencia a la globalización neoliberal, que es el gran proyecto de esta época”, explicó el sociólogo argentino Atilio Borón.

Entre los temas principales debatidos en el encuentro y que serán parte de la agenda de movilización de la nueva red está la anulación de la deuda externa de los países del tercer mundo, las campañas contra los tratados de libre comercio en América Latina y la defensa de la soberanía de los pueblos, en especial la lucha por la liberación de los pueblos de Irak, Afganistán y Haití.

“Condenamos el terrorismo, pero estamos contra la utilización de la llamada guerra contra el terrorismo y de la apropiación fraudulenta de valores y conceptos como democracia, libertad y derechos humanos. Rechazamos que se llame terrorismo a la resistencia de los pueblos”, deice el documento.

Otro tema de la declaración, propuesto por el periodista francés Bernard Cassen, de Le Monde Diplomatique, es que la Cultura no se discutida en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio (OMC). “Es preciso impedir que la OMC, en su obsesión de transformar el mundo en mercancías, aniquile la diversidad cultural”, dice el documento.

El Llamado de Caracas fue presentado por el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, en un teatro Teresa Carreño el domingo 5, lleno, esta vez por gente de los barrios populares de Caracas, que se confundió con los cerca de 300 intelectuales que participaron en el evento.

El presidente Hugo Chávez, que el día anterior estuvo reunido por más de siete horas con las personalidades de más de 52 países en una especie de taller para debatir entre otros temas las directrices de la nueva red, volvió a insistir sobre la necesidad de hechos concretos.

“Vamos a trabajar para que no sea otro documento maravilloso, que como otros, se queda en la gaveta”, dijo Chávez. Días antes, en la apertura del encuentro, el presidente venezolano dijo que “la humanidad tiene que ir a la ofensiva”, frente a las amenazas políticas y económicas.

Refiriéndose a un discurso del presidente cubano Fidel Castro, Chávez dijo que “mañana puede ser demasiado tarde. Tenemos que hacer hoy (...) y sólo el pueblo organizado puede defender a la humanidad”.

El presidente venezolano se comprometió a donar los 250 mil dólares del premio Kadaffi de derechos humanos, que recibió hace una semana, para la formación de la red mundial.

De acuerdo con el sociólogo belga François Houtart la discusión sobre la formación de la red será ampliada en el Foro Social Mundial en enero de 2005, en Porto Alegre. “Tenemos que aprovechar las redes que están organizadas en torno del Foro para poder ampliar el poder de movilización y tomar las redes para hacer efectivas las propuestas”, dijo Houtart.

Aceleración de los cambios

En medio de personalidades que fueron parte de una historia de luchas, como Ahmed Ben Bella, principal líder de la independencia de Argelia en 1962, los líderes de la revolución cubana, como el ministro de Cultura, Abel Prieto, y los sandinistas Daniel Ortega, Ernesto Cardenal y Tomás Borge, el presidente venezolano retomó la idea de la revolución permanente, haciendo referencia a León Trotsky. “No hay solución nacional para los problemas. Son globales y así debemos enfrentarlos”, afirmó.

Mientras hacía crítica a la dominación y a las consecuencias del modelo neoliberal, Chávez dijo que en la nueva etapa de la llamada revolución bolivariana era preciso avanzar en los cambios económicos para “dejar atrás el modelo capitalista””.

En las últimas semanas Chávez ha demostrado una mayor preocupación en el sector económico. El único cambio anunciado durante el encuentro es el del ministro de económia, Tobías Lóbrega, uno de los “tranquilizadores” del mercado, que será sustituido por Nelson Gerentes, ministro de Desarrollo Endógeno, que continuará en ambas funciones.

Inmediatamente después del encuentro, Chávez invitó al economista brasilero Theotônio dos Santos a reunirse con el nuevo ministro para discutir la “teoría de la dependencia”. “Tenemos que retomar la idea del socialismo”, afirmó el presidente venezolano.