“Diarios de motocicleta” es un film interesante. Pone de relieve la vida del Che Guevara en su fase inicial.

Hay un detalle que escapa al espectador común. Se retrata al futuro comandante descubriendo nuestra América a través de la lectura de “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana” del ideólogo peruano, José Carlos Mariátegui. Así lo muestra la portada del texto que aparece como su libro de cabecera. Sin embargo, el usado en la filmación es “El Antimperialismo y el APRA” de Víctor Raúl Haya de la Torre publicado, en Santiago de Chile, 1937, por Editorial Ercilla. Eso se detecta a través de la contraportada.

Entonces, el Apra peruana vivía su heroica etapa de las catacumbas de la clandestinidad y la obra de Haya, escrita en México en 1928, recién pudo publicarse en Chile.

Ahora bien, no se descarta que Guevara leyera al socialista Mariátegui, pero en el Che hubo un fuerte influjo aprista. Eso se reafirma durante su permanencia en la Guatemala de Juan Jacobo Arbenz que, entre otros episodios, involucra su matrimonio con Hilda Gadea a la sazón un cuadro intermedio del APRA en el exilio.

Omitirlo e incluso traslapar la carátula del libro ocultando el título de la obra magna de Haya de la Torre puede ser un error o una urgencia técnica, pero también una de esas perversidades típicas del algún “bolche” que redacta el libreto o tuvo injerencia en la armaduría de la trama.

Si así fuese, quienes integran la hoy esmirriada secta de sicarios de Stalin están ya advertidos que no todos quienes han visto la película somos papanatas.