En medio de una folklórica necrofilia es el sepelio y la sepultación de la líder del PC. Todo fallecido -en virtud de una curiosa alquimia- es una buena persona. ¡Cómo olvidar a las muchedumbres que lloraban despidiendo a Rafael L. Trujillo o el dolor que invadiera a los soviéticos -y soviethinchas- ante el deceso de Stalin! Ahora sería políticamente incorrecto, es decir, “un domingo7” criticar a la difunta. No obstante, cada sociedad debe aceptar como conveniente para su higiene mental a unos especimenes particulares: son los genuinamente académicos. Estos no buscan el poder como el político ni tampoco el lucro como el empresario. Les interesa el saber, aunque ello implique el riesgo de la cicuta. Es el destino de estos aguafiestas de oficio que con tanta precisión retrató -años ha- Mario Vargas Llosa en su alocución agradeciendo el Premio “Rómulo Gallegos”.

Fue la típica funcionaria del aparato. Hoy -por cierto- esta estructura está venida a menos porque el derrumbe de la URSS y el desplome del Muro de Berlín lo privaron de financiamiento, de privilegios y de prestigio. Quedó al desnudo lo que un desencantado denominó en un texto “la gran estafa”. Hoy se sostiene con subvenciones de La Habana y lo que algunos infiltrados en el chavismo logran captar en Caracas. Se titula de maestra básica y jamás ejerce la docencia. Su fidelidad a la entonces monolítica estructura -curiosa mezcla de convento y de cuartel- es permanente. Se acentúa cuando su militancia se hace ya una profesión que le permitiera vivir hasta hoy a los sospechosos 63 años que se atribuye. Digo esto porque “por orden de Partido” la Pasionaria criolla se disminuía la edad para continuar capitaneando la sección juvenil del PC aunque ya tuviese sobre los 40.

Inicia su trayectoria a mediado de los 50 y ya en 1957 figura como “un cuadro” de confianza de ese Sanedrín distante e infalible que es el Comité Central del Partido. Partido a cual se solía añadir, frecuentemente, el rango de “glorioso”. Allí -entre otros en estrecha alianza con personeros como Jorge Insunza, Mario Zamorano, Edmundo y Lucía Chacón- interviene en la postrera “cacería de brujas” de quienes por discrepar de la sacrosanta “línea” -que es la conducta juzgada correcta por el vértice superior de la pirámide- son de inmediato lapidados con un vituperio extraño: “reinosista”. Después se supo que se referían a Luis Reinoso un titular de la oficina de Organización que propusiera, en 1947, resistir mediante “todas las modalidades de lucha” a la represión del Presidente González Videla.

Gladys es una obsecuente sirviente del verticalismo autoritario y de la cultura policial imperante en el PC. Ensaya sus primeras purgas. Impulsa “marginaciones” y “expulsiones”. Lo primero era el Limbo y lo otro el Infierno en ese universo paranoico. En la fila quedan sólo los obedientes y por cierto los “militontos” amén de una legión de diablillos que -seguramente por sugerencias de sus progenitores- anhelan utilizar ese trampolín para autofabricarse como escritores o artistas y de diablillas que buscan pareja a horcajadas de los “métodos juveniles” puestos en boga por la difunta que ya entonces es designada Secretaria General de las JJCC. A esa altura -sin conexión con aquel Trotski mapochino- hay quienes en la U de Ch protestan porque en las protestas del 2 de abril de 1957 el PC, la “vanguardia del proletariado”, se sumerge y no lidera.

Por otro lado, pese a la disciplina cuartelera imperante hay inquietudes porque en el XX Congreso del PC de la URSS su jefe Nikita Krhushev informa de “los crímenes de Stalin”. Ese “ingeniero de almas” y “constructor del paraíso del proletariado”cantado -entre otros- por Neruda y Guillen ahora resultaba ser un genocida. Este documento lo niegan a pie juntilla -en una glorieta del Campus Macul- Luis Corvalán y la entonces joven cabecilla. Esta dupla -se comenta- pedalea desde aquella época en tandem- incluso hay quienes sostienen que hubo entre el otoñal “Patitas Cortas” y la lozana Gladys un discreto amorío. Más aun, eso explicaría el meteórico ascenso de la hoy difunta Presidenta del PC de Chile. En todo caso, quienes insisten en el “informe secreto” son lapidados con la expresión “intelectuales conflictivos”.

No obstante, Gladys debe soportar otro chaparrón... La URSS ocupa militarmente Hungría y ... de qué modo. Se verifica la existencia de un colonialismo ruso y los tanques destruyen a cañonazos la resistencia magiar. Se acusa a un pueblo entero de estar manipulado por el fascismo. Si embargo en Budapest quien resiste es un gobierno de comunistas patriotas encabezados por Imre Nagy. No obstante Moscú no quiere esa “maleza” titoista y restaura un régimen títere. Nagy y decenas de sus colaboradores -un año después- son ejecutados. Ante estos crímenes hay reacciones. Quizás aisladas porque si algo caracterizaba al PC “chileno” es su rusolatría. Ante esas tímidas interrogantes y aun más tímidas protestas la reacción de la camarilla dirigente es de defensa frontal del Kremlin. Voz cantante a nivel juvenil posee en esta “cacería de brujas” la difunta. Su voz de alerta: “Ojo con quienes nos quieren arrastrar a debates académicos y hacen abandono de las tareas del Partido”.

En 1959 Fidel entra victorioso a La Habana. Ha triunfado un proceso revolucionario iniciado el 26 de julio de 1957. Cae el régimen del general Fulgencio Batista. La campaña desde Sierra Maestra, la resistencia urbana y luego la privación de sustento norteamericano a la dictadura originan este inesperado triunfo. El MR 26 había sido denunciado por Gladys y su entourage como aventurero y Castro como pequeño burgués desesperado. Incluso aventura una presunta infiltración de la CIA. No obstante, dos años después el viraje fidelista a marxismo y su alianza con Moscú la obligan a bailar salsa. Esa suplantación de Martí por Lenín es miel sobre hojuelas para el PC. Gladys entonces se convierte en a apasionada defensora de Castro y éste no ha mucho la atiende en clínica oncológica de la nomenklatura isleña y la condecora.

El quiebre Moscú-Pekín es otro escenario en el cual se moviliza Gladys. Previo al quiebre el PC mapochino ha sido caja de resonancia del maoísmo. Eso ha significado subsidio y turismo. No obstante, apenas el Kremlin rompe con China “la Dirección”, es decir, la cúpula de los rojillos chilensis se adscriben a las posturas soviéticas. En sesiones de célula, en plenarios y congresos Gladys -y no en menos medida Neruda- disparaban contra los excamaradas chinos ahora convertidos en réprobos. Cierto grupo de afiliados que, de un modo u otro simpatizaban con Mao, son arrinconaron y quienes no callaron oportunamente, expulsados. Constituirán el PCR que navegara sin destino en la escena política. En la torre de mando, cheak to cheak, con los rusos estuvo la persona hoy occisa por cáncer cerebral.

No extrañarse con lo anotado... 10 años más tarde en 1968 la “primavera de Praga” es aniquilada sin contemplaciones por el Ejército Rojo y tropas auxiliares del Pacto de Varsovia. Sorprende la adhesión de La Habana a Moscú en ese afán por aniquilar “un socialismo con rostro humano” que encabeza Alexander Dubcek. De nuevo el invierno totalitario soviético cae sobre Checoslovaquia. Ese puebo había aprendido la lección húngara y no opone resistencia. Mínima es la destrucción y la masacre, pero colosal la humillación. Es entonces cuando Gladys Marín se luce encabezando una de las cuatro columnas que marchan en Santiago -y deduzco que en otras ciudades del país- en apoyo a Moscú. Como si fuera ayer la recuerdo exhortando a sus huestes reunidas cerca del local de las JJCC -Matta con San Francisco- en marcha a San Diego con Matta a gritar la consigna “¡Checo comprende el ruso te defiende!”.

Una discusión interna sacudía al PC en los 60. III postulación de Salvador Allende es derrotada. Con ello la “vía pacífica” sufre un revés. Por otro lado, adquiere un prestigio enorme la experiencia cubana y no se visualiza otro rumbo que la “vía armada”. Durante decenios la burocracia directiva del PC paralizaba cualquier intención insurreccional con el argumento “las condiciones no están dadas”. A los que insistían se les etiquetaba como “provocadores” y, por cierto, se usaba el remoquete de “reinosistas”. La “vía pacífica” la desmentía la experiencia cubana y Debray teoriza sobre el foco como catalizador. Los herederos de los anticonformistas de 1957 vuelven con fuerza a antagonizar con el vértice superior de la pirámide. En esa gerontocracia sólo interesada en procesos electorales opera como el rostro juvenil Gladys Marín.

Contra todo lo presumible en las urnas triunfa en su IV intento el allendismo. La victoria es estrecha, pero ingresa a La Moneda. Son los 1000 días que interrumpen no sólo las FFAA y el Pentágono, no sólo nuestra plutocracia y la CIA, sino también los errores y excesos de la UP. Victoria en las urnas -O4.09.70- es una sorpresa para el mismo Allende y, por cierto, la tesis de “los fierros” se abandona. La Habana queda muda y el mundo se sorprende del vigor de una democracia formal que permite el socialismo sin recurrir a la fuerza. En ese contexto durante casi dos años Gladys Marín y la cúpula -amparados en la consigna “No a la guerra civil”- intentan paralizar el ultrismo proveniente del PS y del MIR. Mientras tanto tratan -acorde con la bulimia que es propia de esa tienda- de copar todo cargo y función. Vende la imagen de una fuerza “orgánica, sólida y moderada”.

Ya a fines de 1972 -en la medida que se agudizan los problemas: inflación desatada, parálisis de la `producción, desabastecimiento y mercado negro...- el PC efectúa una variación de estrategia. Comienza a tener eco en su camarilla aquello de “¡Poder popular, poder total!” y aquello de “Avanzar sin transar”. Pareciera que los servicios de inteligencia cubanos han logrado infiltrar la cúpula y aventuro la hipótesis que Gladys Marín comienza a operar con esos agentes de seguridad. Estos, por lo demás, ya estaban en La Moneda y junto a Presidente dado que Beatriz Allende Bussi es esposa del lugarteniente de Manuel “Barbarroja” Piñeiro. Me refiero a Luis Fernández de Oña. Entonces, dada la gravedad de los problemas y la ofensiva de la oposición entonces integrada por la Democracia Cristiana deciden el autogolpe.

Es posible que la gira de Castro decidiera a los termocéfalos a apurar un desenlace. Lo interesante es detectar el grado de participación acelerada del PC en esta decisión. La inteligencia cubana -según nuestra hipótesis- acelera una salida de esa naturaleza. Con ella se suprimía la oposición y el socialismo a la cubana se impone. Pareciera que Moscú ya no controlaba el área y entonces La Habana podía “hacer y deshacer” a su amaño sin contrapeso. La inclinación comunista a un contragolpe pareciera disponer de Gladys Marín como su artífice. Resulta sintomático que los entreveros con la ultra se evaporan y comienza a hablarse de un Partido Unico. Indudablemente, EEUU no reposa y también pone prisa en motorizar a las FFAA. Los uniformados pasan de lo analítico a lo deliberativo y de esto a la franca conspiración.

Hay un apremio en quien da primero el golpe. Todo el país complota. Unos con pertrechos y organización y otros con armas, pero sin una orgánica militar. El 11.O9.73 el forcejeo se decide y los uniformados asumen el poder. La UP se deshace como castillo de arena con el oleaje. Los uniformados sobredimensionan la resistencia. Planifican siete días como mínimo para controlar el país. Se equivocan, pues en siete horas, como pera madura, se desploma Allende. De hecho no hay ningún brote de resistencia armada y no se produce como se soñara una escisión en las FFAA. En la Guerra Civil de 1891 el Ejercito se bate por Balmaceda y la Armada por la contrarrevolución. En la Guerra Civil española (1936-1939) el quiebre de las entidades castrenses es en vertical. Así ambos pronunciamientos se transforman en una confrontación interna de meses en el primer caso y de años en el otro.

Ningún barco, avión o cuartel estuvo con la UP. Lo peor la gran fuga de los líderes UP. Algunos ya el 10 estaban asilados y otros se escondieron como ratas. No hubo -salvo excepciones- ánimo de encabezar a un pueblo allendista que queda a la intemperie. Entre quienes se “fondean” está Luis “Patitas Cortas” Corvalán. Allende muere en una simbólica defensa del palacio presidencial en medio de una aplastante soledad. Gladys no se aparece por La Moneda y tampoco encabeza un brote de resistentes. Se refugia en a Embajada de Holanda. De allí -archivando su oratoria tremebunda- vuela a Europa y se asila en Moscú. Ignoro los heroísmos de esa epopeya. Siempre aludirá a su esposo “detenido-desaparecido”. Se habría quedado en Santiago e intentado a armaduría de un Comité Central de emergencia. Hay quienes sostienen que ya se trataba de un matrimonio rupturado. En todo caso una víctima de la dictadura.

Gladys Marín, según la saga, habría ingresado con pasaporte adulterado a Chile. Hay una constancia. Lo cierto es que en Europa el Kremlin e financia giras por diversas partes del planeta activando a resistencia que es publicitaria y no armada. En el primer momento -igual que en 1957- lo que hay son fuga en masa del liderazgo. El amor al pellejo pudo más que ese asignarse tareas de vanguardia del proletariado. Gladys figura entre la primera nómina de representantes de la UP que debían presentarse ante las nuevas autoridades. Opta -como se anticipara- por la clandestinidad, pero concebida como camuflaje para combatir, sino como medio para quitarle el cuerpo a un enfrentamiento siempre mencionado y jamás practicado. Eso dice relación con la profunda vocación parlamentarista del PC chileno. Tan honda que nuestra difunta pide en artículo mortis un velatorio en el viejo recinto de la Cámara de Diputados.

En su destierro -por cierto dorado- encabeza vocingleras campaña por los DDHH, por la democracia y la libertad y contra Pinochet. Entre 1973 y 1983 -un decenio- todo es estruendo de arengas, rayados, panfleteos, audiciones radiales, entrevistas de prensa, solicitudes a Jefes de Estado, petitorios a la Cruz Roja..., pero no hay ningún atisbo de resistencia armada para tumbar la dictadura. Esto obedece, según nuestra hipótesis, a la política de apaciguamiento del Kremlin. No juzgan los geoestrategas soviéticos conveniente abrir otro foco de conflicto con EEUU en una remota república andina del Pacífico sur. Ya tienen más que suficiente con Cuba. Gladys Marín obediente a esas directivas se limita a lo anotado. Su discurso es una inconsecuencia. Jamás -en ninguna circunstancia- alude al totalitarismo de la URSS con su crónica represión, los gulag y “la nueva clase”. Menos a Cuba con sus 45 años de monocracia, sus presos políticos y el millón de exiliados. Autodeterminación de los pueblos si, ayer para Vietnam y hoy para Irak, nunca para Chechenia o Checoslovaquia. Ese es su abominable doble discurso.

Lo que es un puzzle aun no descifrado es el por qué sólo en 1983 aparece como ventrílocua de Luis Corvalán organizando el Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
Cosa curiosa Gladys se hacía -con un cuarto de siglo de retardo- , para decirlo de un modo folklórico, “reinosista” o, si se quiere, “foquista”. Son centenares los muchachos de todas las clases sociales que se hacen “frentistas” o “rodriguistas”. Se genera una estructura militar. Decenas viajan a academias militares o campos de entrenamiento de Cuba, Nicaragua, Libia... Aparecen comandantes y soldados que inician una guerra interna . Sin duda, es la seguridad cubana la que logra tras una década de forcejeo estimular una política de insurrección popular en Chile. De allí la contundente internación de pertrechos por mar proveniente de carguero cubano y almacenado en Carrizal Bajo. Se sabe los agentes de la DINA lo detectan por casualidad, aunque también circula la hipótesis según la cual los depósitos habrían sido ubicados por estaciones satelitales controladas por la NASA.

La Miss Metralleta entonces es Gladys Marín. Ya no está a la cabeza de las JJCC operando de modo autoritario y quitándose la edad, sino en la Comisión Política. De allí pasa a la condición de titular de la Secretaría General. Es el momento en que jugándosela “por la lucha armada” y “la insurrección popular” evaúa una trampa el cronograma de democratización que impone el Departamento de Estado a Pinochet y llama a no inscribirse en los Registros Electorales. El PC -según nuestra Rosa Luxemburgo- es una pantomima. Habrá que seguir jugándosela por “los fierros”. Ordena nuevas acciones de guerra y una de ellas es el atentado contra Pinochet en el Cajón del Maipú. No obstante, el plebiscito se efectúa y lo pierde el gobierno militar. Se enfrenta el PC a un viraje. Esta vez es una “vuelta de carnero” y sin dudarlo Gladys regresa a “la vía pacífica”.

El FPMR se estremece. El “rodriguismo” es disuelto. La Miss Metralleta convertida ahora en “la Tía Gladys” con su estilo autoritario de siempre ordena el repliegue. Los refractarios “se abren” y nace el FPMR autónomo. El desconcierto es enorme y se genera una escisión por la izquierda. Sucumben entre tres fuegos. Le dispara la resurreccionada democracia ya instalada en La Moneda, los servicios represivos de la dictadura aun vigentes y, como si fuera poco, según informes, la propia máquina del PC. El asalto al retén de Los Queñes con el ulterior asesinato de los comandantes José Miguel y Tamara son el canto de cisne de la guerrilla. Centenares se marginan y “los fierros” requisados. El “cese de hostilidades” se juzga por los “autónomos” como alta traición. El Presidente Aylwin con apoyo del PS y asesoría “comunacha” organiza La Oficina para la compra o asesinato de frentistas... Estos hacen circular una nómina de condenados a muerte. Ignoro si en ese listado figuraba o no la líder ahora fallecida.

No es todo,la vieja estructura del PC -con no menos de 70 años- ya erosionada por las represalias de los servicios represivos de Pinochet, escindida por la izquierda por el éxodo rodriguista ahora soporta un quiebre por la derecha. Hacia 1989 Miguel Gorvachof inaugura una nueva política emblematizada en el glasnost y la perestroika. Se terremotea el Vaticano comunista. Antes había existido la ruptura de León Troski, la rebelión patrióticocomunista de Tito o el divorcio Moscú-Pekín, pero ese Canaan de los “bolches” continuba indemne. Incluso la denuncia de asesinatos de Stalin no alteraron la fe en esa superpotencia fundada por Lenín sobre la base del marxismo-leninismo que cada “militonto” encabezado por Gladys estimaba una ciencia equivalente a la física quántica. Ahora factores diversos empujan ya no al “deshielo” o la “coexistencia pacífica”, sino a la democratización en lo político y a la reestructuración en lo económico.

Ese quiebre por la derecha es fruto de cuadros y afiliados que como eco del derrumbe del denominado “socialismo real” comienzan a exigir una democratización interna de esa estructura partidaria piramidal, compartimentada y verticalista que con tanta pericia manejara por decenios Gladys. Se registra en la caldera una temperatura de renovación que, en cierto modo, animan los retornados que han hecho su exilio en Europa. Miran hacia ese “socialismo escandinavo” -gradualista y filocapitalista-, pero que se exhibe sin tiranía, sin KGB, sin purgas y que, aunque no suprime la explotación ni las clases, permite un Estado asistencial y multiplica las oportunidades para "los condenados de la tierra”. Mientras proclaman “el derrumbe de las catedrales” fundan la Asamblea de Renovación Comunista ARCO y después, muy influido por un remoto eco del policentrismo de Togliatti y del eurocomunismo de Berlinguer los disidentes se agrupan en el Partido Democrático de Izquierda. Después se sabe obtendrán matrícula y canonjías en la Concertación.

En esta escisión por la derecha que Gladys resuelve con el estilo staliniano de la expulsión figuran -entre otros- Fanny Pollarollo, Antonio Leal, Patricio Hales y Luis Guastavino. Este último coetáneo de nuestro “heroína”, en su momento, había sido amén de varias veces parlamentario un perro de presa de la cúpula en orden a cuidar la línea y excluir disidentes. Más aun, se sostiene que integraba la red de la KGB al interior del aparato. En el momento que el galeón soviético comienza a naufragar huyen hacia tiendas y doctrinas que hasta ayer se denostaban como burguesas. Se sabe que apremiada se ve obligada a convocar el XXII Congreso. No logra imponer el sistema de “designaciones”, se somete a “votaciones” y las pierde. Se recurre entonces a cirugía plástica de urgencia generándole el cargo de Presidenta que es una especie de monarquía británica. En ese momento se margina Jorge Pavez, a sazón jefe del magisterio quien funda Fuerza Social.

El siglo XXI lo inaugura aquel jerarca ruso con la mancha colorada en la frente cuya gestión da luz verde al derrumbe de la URSS. El “soviethincha “ PC criollo -para usar una folklórica expresión de Luis “Condorito” Corvalán- queda catatónico. Aquello es “acabo de mundo” para quienes, han sido colonos mentales del “país de las estepas”. Tanto así que doña Gladys con su máquina efectúa dos numeritos al respecto. Uno es un acto público en un teatro de la calle San Diego repudiando a Gorbachof. Algunos letreros que portan los “militontos” lo denostan (sic) como “guatón traidor”. La última bofetada al sistema lo asesta Yeltzin quien hasta suprime la bandera roja y restituye el pabellón zarista. Antes por el “efecto dominó” se han derrumbado todos los regímenes comunista de Europa oriental. El stalinismo subsiste en Norcorea y Cuba. Entonces a La Habana será el Moscú de la nomenklatura chilena. Tanto así que allí convalecerá -en clínica privada y elegante mansión- de su operación de cáncer la difunta.

Antes de fallecer -aunque completamente ajena al fervor latinoamericanista- es condecorada por Fidel con la Orden “José Martí” y por el FSLN con a Medalla de Honor “César A. Sandino”. Son las paradojas de la política. La misma paradoja es su permanente denuncia de los militares golpistas de 1973 y después su apoyo al general Jaruselski quien da un cuartelazo pro PC -antes de la perestroika- en la Polonia . Ni que decir que también adhiere al abortado putch cívicomilitar que está a punto de derrocar a Gorbachof. Nuevamente su doble discurso que destruye esa afirmación, según la cual es “consecuente”. Todo lo contrario su “vida y milagros” ha sido una retahíla de inconsecuencias. Lo cierto es que su dolencia postrera y deceso se han prestado para una farándula que permite ver al Presidente Lagos cantando... La Internacional y las banderas de las FFAA a media asta.

Para finalizar apenas tres comentarios que poseen el sabor a chisme. A quien fuera pareja de Gladys por años se le excluye de los homenajes. No nos sorprendamos, igual ocurrió con la Payita, amante de Allende. Sin duda una moral conservadora que como “progres” el comunismo reprocha... Reprocha en las palabras, pero acatan en los hechos. En el caso de la líder comunista se estimó que aludirlo o exhibirlo estropearía la imagen de su esposo legal hoy detenido-desaparecido. En el caso del exPresidente “la señora legítima” es doña Tencha y la “intrusa” incomoda. A “el” y a “ella” se les barrió bajo la alfombra. Nuevamente el doble standard. Peor aun, como un obispo el actual Secretario General Guillermo Teillier ante las cámaras de TV insiste que sería muy positivo que los retoños de Gladys se incorporen al... Partido. A lo que un muchacho comunista -fuera de libreto- hostigado de tanta chapucería necrofílica protesta:”Ya pu, córtela, esto no es dinastía”...