"Junto al libro y en las calles, los estudiantes secundarios conseguimos un importante triunfo", afirmó Andrés Quishpe, presidente de La Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE), después de firmar el acuerdo con el Ministro de Educación, Roberto Passailaigue, que termina con el tortuoso proceso de carnetización estudiantil.
La FESE ha venido sosteniendo su lucha por esta reivindicación durante dos años. En febrero de 2003 el presidente de la República, Lucio Gutiérrez, se comprometió con los estudiantes secundarios a emitir el carné, pero el ofrecimiento no se cristalizó. En agosto pasado, la FESE denunció que el Ministerio de Educación pretendía realizar un negociado a través de la licitación pública para efectuar la carnetización, lo que fue corroborado por un dictamen de la Procuraduría General del Estado, que encontró irregularidades en la licitación convocada.
Este año, el 7 de enero pasado, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) emitió la Resolución No. 152, donde se designa a los establecimientos educativos como emisores del carné, esto debido a las denuncias de la FESE de arreglos en los contratos con las empresas licitadoras. Sin embargo, otra vez la Procuraduría emitió un informe en contra del acuerdo, el mismo que contradecía a la de la Contraloría General del Estado, que emitió un documento a favor. Posteriormente, el Gobierno puso de pretexto este hecho, por lo que la carnetización de más de un millón y medio de estudiantes quedó en el limbo, otra vez, por varios meses.
Finalmente, después de una de las más grandes manifestaciones populares en todo el país, realizada el 10 de marzo pasado, la FESE consiguió que el Gobierno realice un acuerdo de voluntades inmediato para la emisión del carné estudiantil. Este consistió en la suscripción del acuerdo No. 152, pero con varias modificaciones exigidas por la FESE, cómo: que el carné estudiantil tenga un formato único diseñado por el MEC, y sea entregado por cada uno de los establecimientos educativos, además que entre en vigencia de forma inmediata; que el costo del documento se fije en 0,80 centavos de dólar; que el costo del mismo sea deducible del aporte voluntario que dan los padres de familia en los colegios fiscales, en los establecimientos particulares el costo será el mismo; que el MEC entregue lo recolectado por concepto de carné en varias instituciones educativas a las mismas, así estas devolverán la diferencia a los padres de familia, entre los puntos más importantes.
Es así que el 16 de marzo se convirtió en una fecha de triunfo para todos los estudiantes secundarios del país. En el salón principal del Ministerio de Educación, más de 30 representantes estudiantiles de varios colegios de las principales provincias del país fueron recibidos por el Ministro Passailaigue, con quien concretaron la emisión inmediata del tan esperado carné estudiantil.
Este documento no dará a los estudiantes solo el benefició de pagar una tarifa preferencial en el transporte urbano, del 50% del total; sino que también servirá para que los alumnos de los diferentes colegios puedan identificarse como tales, además de acceder a descuentos en farmacias, librerías, entre otras.

Estudiantes ganan una batalla pero no la guerra
El acuerdo firmado entre los estudiantes y el MEC es el principio de una serie de triunfos que aspira la FESE tener en beneficio de los estudiantes secundarios. Según sus dirigentes la lucha continúa, como afirmó Mayra Gudiño, presidenta de la FESE Pichincha, "las cosas se consiguen de pie y luchando, no de rodillas".
Por otra, parte rechazan la violencia emprendida contra ellos durante las manifestaciones por parte de la fuerza pública, de la cual varios estudiantes resultaron heridos, y especialmente, Helmer Cantuña, que se encuentra muy grave de salud. Por esto ratificaron el compromiso adquirido por el Gobierno de solventar los gastos hospitalarios, además de entregar una indemnización al joven estudiante del colegio Amazonas.
Los estudiantes aprovecharon su visita al Ministro de Educación para exigirle que el Gobierno destine el 30% del Presupuesto General del Estado para la educación, como lo establece la Constitución Política del país; expresaron su rechazo a la suscripción del Tratado de Libre Comercio que Ecuador discute con los Estados Unidos; y, la oposición al Plan Bicentenario formulado por el Ministerio de Educación, que ha sido denunciado como un proyecto inspirado por organismos internacionales y que persigue la municipalización de la educación.