La base militar estadounidense de Fallon en Nevada donde se han llevado a cabo tales "maniobras".

La cadena norteamericana de televisión Fox News transmitió un reportaje desde la base aérea Fallon, en el Estado de Nevada, donde se lleva a cabo el entrenamiento de los pilotos de la 127ª escuadrilla de cazabombarderos de las fuerzas armadas norteamericanas. Habría sido un reportaje como otro cualquiera, si no fuera por un detalle...

El corresponsal de la Fox News informó que los aviones F-5E/F Tiger, harían las veces de enemigos de los pilotos norteamericanos, pero estos estaban «enmascarados» como si fueran aviones caza MIGs rusos. Y dijo más, la responsabilidad de encarnar a los supuestos enemigos recayó sobre una poco conocida división especial de la aviación, llamada «Santos Combativos», cuya sede se encuentra en dicha base y cuya actividad fue definida y enfatizada por la emisora como la de «40 pilotos, que día a día, hacían el papel de los tipos malos».

El jefe de dicha escuadrilla, el comandante James DiMateo, en declaraciones a ese mismo corresponsal dijo: Estamos imitando la táctica de un país enemigo, imitamos el potencial de los sistemas armados e imitamos la mentalidad de los pilotos cazabombarderos de esos países.


Arriba un F-5E/F estadounidense, abajo un MIG-29 ruso.


Lo que no quedó claro es la forma en que estos «imitaban la mentalidad» de dichos pilotos. Sin embargó no hay dudas que esos mismos «tipos que hacen de malos», montados en aparentes o camuflados aviones cazas MIGs rusos para la ocasión, no iban, -evidentemente- poder penetrar en el espacio aéreo de los Estados Unidos (¡démosles una prolongada y frenética ovación por el coraje de haber intentado!)

Es obvio que el reportaje enseguida se volvió una sensación, llegando a ser emitido por un gran número de canales y reseñado por casi todos los periódicos de allende los mares. La traducción de dichos artículos y las fotos del reportaje pueden ser encontradas en el Internet, incluso en el Internet ruso.

Yo observé con detenimiento las fotografías de los aviones, «maquillados», como MIGs rusos y me resultó imposible no asombrarme: ¿dónde se ha visto que los aviones rusos usen decoraciones del tipo «otoño en las pampas?»

¿Dónde han visto nuestros aviones pintados de color pardo, amarillo y verde (camuflaje)? ¿Qué hay de común entre el Tiger y el MIG?

Entonces me di el trabajo de hurgar en la enciclopedia para ver si era yo el que no sabía y cuando comparé, no encontré nada de semejante. Aquí están sus F-15E Eagle y nuestros MIG-29... Bueno, si uno se hace el de la vista gorda, podrían confundirse, pero ¡¿un F-5E/F?!

El primer impulso fue recodarles a los colegas periodistas las palabras de un personaje, semianalfabeto de un cuento de Shukshín (autor ruso, Nota del Traductor): «Tengan cuidado muchachos... cuidado», pero luego desistí; me dije: al diablo con ellos, por lo visto el reportaje está destinado a aficionados. Y seguro estoy, además, que los realizadores tampoco eran profesionales y tenían objetivos prefabricados. Parece que querían tocar determinadas fibras sentimentales bien ocultas en el alma pequeño-burguesa norteamericana; hacerles el juego. Y se lo hicieron...

¡¿Y acaso es para asombrarse?! ¡¿Con quiénes aprenden a combatir los pilotos norteamericanos?! ¡¿Con los iraquíes?! ¡Pero si ellos no tienen ni aviación propia! Con los chinos la cosa va a demorar. Con los indios, que vuelan actualmente en SU-30MKI y MIG-21 Kopió (Lanza) -ambos de producción rusa- como lo confiesan estos mismo pilotos estadounidenses, se pasan la vida perdiendo en las maniobras educativas con los indios.

Con tales resultados, cualquiera se gana un complejo de inferioridad, ¡ni que Dios lo quiera! Así que, que entrenen con sus propios «tipos malos».

Claro, hay que decir que el F-5E/F Tiger, es un aparato bastante viejito, de los 70, mientras que los MIG-29, comprados a Moldavia a comienzos de los 90, no son una buena comparación. Podrían pelear con ellos o escoger como sparing partners (rivales) a máquinas y pilotos más serios.

Pero bien ¿para qué meterme con consejos donde no me llaman? Ya sabrán ellos lo que hacer. Aunque hay algo que me gustaría subrayar: no es nada sensacional el hecho de que los pilotos norteamericanos aprendan a combatir con los rusos. Para un militar es una norma aprender a vencer a un enemigo digno y fuerte. Claro, si tu deseo es ser el primero y cumplir, en combate, tu tarea principal: quedar vivo.

Izquierda el mísil ruso S-300PMU2 Favorit , derecha, el mísil S-400 Triumf (Triunfo) también ruso del complejo de construcciones Almaz-Antéi

No vamos a ponernos con melindres. En definitiva, nuestros pilotos, supongo, también aprenden a base de su lucha contra los Tiger, que son parte de los arsenales de Suiza, Tailandia, Arabia Saudita y de una docena más de países, así como con aparatos más serios y dignos como el F-5E Eagle, F-16A/B Fighting Falcon, F-117 Night Hawk, F-22. Sin embargo, yo nunca he visto que se hayan pintado nuestros SU y MIG, imitando sus Falcons, Phantoms o Eagles ¿para qué?

Cuando le conté sobre el reportaje de Fox News al general de ejército Vladímir Mijáilov, jefe de las Fuerzas Aéreas y la Defensa Antiaérea de Rusia, y le pregunté si nosotros hacíamos algo semejante, este me respondió que no. «El contacto visual no es imprescindible en los modernos combates aéreos. Se puede divisar al enemigo en la pantalla del localizador de distancia y dispararle un cohete y se acabó».

Recuerdo que allá por los 70, cuando estudiábamos en la academia militar, nosotros dibujábamos en los mapas topográficos con color azul la posición estratégica de las divisiones de infantería motorizada de los norteamericanos, alemanes, incluso, de los chinos. Estudiábamos su organización, su técnica de combate, su arte operativo, su táctica... Pero aquellos eran otros tiempos.

Ahora estos cambiaron, pero las tareas de los ejércitos no han variado: defender su tierra de visitas no deseadas. No sólo de grupúsculos terroristas, sino de muy serios adversarios, pertrechados con los armamentos más modernos y con mayores perspectivas militares.

Los políticos son los únicos que pueden hablar de la ausencia de amenazas globales, de relaciones de cooperación, etc. Sin embargo, los ejércitos - cualquiera, no sólo el nuestro - deben estar listos para la reacción más inesperada. En ello reside su sentido y norma de vida, así como cumplir con sus tareas con el mayor profesionalismo posible. Cada general, oficial, soldado o sargento, tiene como máximo deber aprender a derrotar al más fuerte.

Otro asunto de importancia es la preocupación que hoy en día sienten los Estados Unidos, la OTAN y Rusia, con el crecimiento del terrorismo internacional, la propagación ilegal de armamento de destrucción masiva y tecnología coheteril, el complejo anticoheteril, el narcotráfico y el extremismo religioso... Para luchar con peligros tan concretos, es necesario hacerlo de conjunto. Incluyéndose en esta cuestión la utilización de la más moderna técnica de combate.

Podríamos hacer una comparación y ver en cuál aspecto los norteamericanos, europeos y rusos tienen más ventaja. Hacer una especie de competencia, sin la necesidad de pintar a nadie de ningún color, en polígonos, campos de tiro, en maniobras aéreas de carácter educativo, en unidades de tanques, para aunar nuestros esfuerzos, no en palabras, sino en hechos.
Triunfaría el Patriot PAC-3 (foto izquierda), de manufactura norteamericana Raytheon, que servirá como base al escudo antimisiles europeo. Triunfaría el S-300PMU2 Favorit (Favorito de fabricación rusa) o el S-400 Triumf (Triunfo) también ruso del complejo de construcciones Almaz-Antéi - es menester darle la prioridad a éste. Y así sucederá con cazas, aviones de transporte militar, incluso con tanques...

La ciudad rusa de Nizhniy Taguil en donde se realiza cada año exposiciones militares.

El teniente coronel Serguéi Máyev, ex jefe de la Dirección Central de Tanques del Ejército Ruso, actual sustituto del presidente de la Agencia Federal de Encargos Estatales en Materia de Defensa, propone en cada exposición que se celebra en la ciudad rusa de Nizhniy Taguil, a los norteamericanos: «vengan muchachos y traigan sus tanques M1-Abrams y vamos a colocarlo al lado de nuestros T-72M2, T-80U, T-90S, para ver cuál dispara con mayor precisión, cuál logra esquivar más escollos, cuál maniobra mejor. Vamos a aprender uno del otro, a intercambiar experiencias...»

Iraquíes de la resistencia arriba de la carcasa de un tanque M1-Abrams estadounidense.

Pero los muchachos no se dejan convencer. No traen sus tanques. No llegan en sus cazabombarderos a la Feria Moscovita de la técnica Aérea y Cósmica, en Zhukóvskiy. Y no hablemos siquiera de que el Patriot PAC-3 y el S-300PMU, se encuentren juntos en un polígono.

Tal vez sea más alegre competir con el second hand local (suplente de turno), pintado de otro color. Por lo menos, no se corre el riesgo de desarrollar un complejo de inferioridad.


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Informe de Prensa Internacional

Fuente
RIA Novosti (Rusia)