Dov S. Zakheim

Sin duda, Dov Zakheim es uno de los pocos eclesiásticos que tuvo semejante carrera política en el propio corazón del poder norteamericano, es decir, el aparato militar-industrial. En efecto, el responsable de las finanzas del Pentágono está bien establecido en el seno de la comunidad judía. Nacido en Brooklyn, Zakheim proviene de una familia muy sionista. Su padre cuenta a Menajem Begin entre sus amigos, y es oriundo de la misma ciudad de Polonia que Yitzakh Shamir.

Graduado en 1970 en la universidad de Columbia, Dov Zakheim realiza sus estudios en Londres, en la London School of Economics. Graduado del Jew’s College de Londres en 1973, obtiene también un doctorado en economía y ciencias políticas en el St Antony’s College de la Universidad de Oxford. En esa época es ordenado rabino.

El defensor de los intereses del Pentágono ante la comunidad judía

Sin duda, la entrada en la esfera política de Dov Zakheim está más ligada al importante capital de relaciones del cual dispone por su familia que a sus fuertes convicciones religiosas. Luego de haber sido empleado por la división de Relaciones Internacionales y Seguridad Nacional del Congressional Budget Office, se incorpora al poder ejecutivo y al Departamento de Defensa en 1981, bajo la presidencia de Ronald Reagan. Su papel consiste, entre otros, en elaborar los planes de defensa en caso de guerra nuclear.

Muy pronto, dada su pertenencia a la comunidad judía norteamericana, se convierte en su emisario especial en Israel. Está encargado de hacer que Tel Aviv acepte sin protestar todo lo que provenga de Washington.

En 1983, Casper Weinberg, secretario de Defensa de Ronald Reagan, le pide que evalúe, y después organice, la oposición al proyecto de avión de caza israelí, Lavi. El programa elaborado por el Tsahal amenazaba con costar varios miles de millones de dólares al Pentágono, para el desarrollo de un arma que pudiera después venderse a China y a Sudáfrica.

Moshe Arens, ministro de Defensa en aquella época, y a pesar de ser amigo de infancia, califica a Zakheim de «traidor a la familia» por haber «saboteado» el proyecto. En 1996, el rabino norteamericano retoma ese episodio en un libro, Flight of the Lavi - Inside a U.S.-Israeli Crisis. En él cuenta cómo realizó su misión, y «resistió a los dirigentes israelíes, a los partidarios del Estado judío en Washington y a la comunidad judía norteamericana, a fin de defender los intereses económicos y estratégicos de los Estados Unidos».

Según él, la política que defendió en aquel entonces, servía también a los intereses de Israel, ya que costaba más barato a Tel Aviv equiparse con material militar norteamericano que producir sus propias tecnologías.

Zakheim tendrá la ocasión de volver a desempeñar ese papel de mediador con Israel. A inicios de la década del 90, Mc Donnell Douglas, una sociedad de armamento norteamericana especializada en la fabricación de F-15, lo contrata como asesor. Una vez establecido, convence a Washington de que acepte la venta de varios ejemplares de ese avión de caza a Arabia Saudí. Según un artículo del Baltimore Sun publicado en 1993, el papel asignado por McDonnell Douglas a Zakheim era, precisamente, «ayudar a ablandar la posible oposición de Israel a la venta».

Moshe Arens

Esos dos episodios permiten matizar el concepto de «lobby judío» norteamericano, con tanta frecuencia utilizado para evocar la comunidad judía de allende el Atlántico. En realidad, parece que los judíos norteamericanos están mucho más sometidos a la voluntad de Washington que a la inversa. Son ellos los que a continuación sirven de intermediarios entre los Estados Unidos e Israel, donde están encargados de defender la política de la Casa Blanca haciendo valer la alianza indefectible entre los dos países.

La actual administración Bush se ha inspirado en esos ejemplos más recientemente para oponerse a la política de asentamiento de colonias por el Likud. En esta ocasión, la Casa Blanca ha llevado a cabo una campaña dirigida a los pro israelíes en Washington, a la vez que creaba grupos de trabajo en el que figuraban responsables estadounidenses e israelíes, y que contaban con el apoyo de la prensa y de la opinión pública israelí: una acción similar a la realizada por Dov Zakheim a fines de los años 1980. En aquella época, esa campaña facilitó la derrota electoral del gobierno Likud (partido político de extrema derecha judío).

Sin embargo, a partir de ese período, Dov Zakheim debió dar garantías a Israel para poder servir todavía de puente entre la Casa Blanca y Tel Aviv. En 1997, se desempeña también en el seno de la Comisión de los Estados Unidos para la Preservación de la Herencia Norteamericana en el Extranjero, cuya misión es proteger los sitios con un valor histórico para los Estados Unidos, principalmente los cementerios judíos. Y cuando varios responsables norteamericanos solicitan, en 1998, que se envíen a Israel agentes de la CIA para asegurarse de que los acuerdos israelo-palestinos de Wye Plantation son bien aplicados por las dos partes, afirma públicamente su oposición [1].

En el corazón del complejo militar-industrial

Dov S. Zakheim no puede considerarse, como rabino miembro de la administración Bush, un «halcón sionista». Es cierto que es imposible considerarlo un pro árabe, pero ante todo es un defensor de los intereses norteamericanos, y sobre todo del Pentágono.

De 1985 a marzo de 1987, fue subsecretario adjunto de Defensa para la Planificación y los Recursos. Por tal razón, desempeñó un papel activo en el sistema de adquisiciones del Departamento de Defensa. Paralelamente, desarrolla una carrera en el sector privado, sobre todo como asesor para McDonnell Douglas y Northman Grupman (fabricantes de armas), lo que es totalmente sintomático de la mezcla de géneros frecuente en el seno de la Defensa norteamericana, donde se entrechocan intereses público-militares e intereses privado-industriales; intereses estos tan indisociables que se habla del «complejo militar-industrial».

A inicios del año 2000, se convierte en vicepresidente de System Planning Corp, una sociedad de tecnología, investigación y análisis, con sede en Arlington, Virginia, y en director general de SPC International Corp, una filial especializada en asesoría política, militar y económica. La System Planning Corp también ha elaborado un sistema que permite guiar aviones a distancia, desde la tierra. Al mismo tiempo, continúa su introducción en el medio de la Defensa.

Aunque de tendencia política republicana, es nombrado por el secretario de Defensa de Bill Clinton, William Cohen, para que forme parte del equipo de trabajo para la Reforma de la Defensa. Al año siguiente, labora en la Oficina de las Escuelas Regionales de Ultramar del Departamento de Defensa. En 2000, tiene la oportunidad nuevamente de brindar su apoyo al Pentágono en el marco de la elaboración de su política de compra, participando del Consejo Científico dedicado al «impacto de la política de adquisición del DoD (Departement of Defense) en la Industria de la Salud militar».

En torno al candidato Bush

Durante todo ese período, Zakheim trabajó, al margen de sus actividades oficiales, por la victoria republicana durante la pasada y primera elección presidencial de George W. Bush frente al demócrata Al Gore en noviembre de 2000 y la cual ganó en medio de un gran escándalo y fraude. En 1998, firmó el manifiesto de lo que sólo es entonces una unión de ultraconservadores, el «Proyecto para un Nuevo Siglo Americano».

En 2000, el grupúsculo creado por el American Entreprise Institute publica un nuevo informe que evoca un «acontecimiento catastrófico y catalizador, parecido a un nuevo Pearl Harbor» a fin de ganar a la opinión pública estadounidense para sus proyectos delirantes [2]. El documento es firmado por Dov Zakheim, pero también por David Epstein, Robert Kagan, Eliot Cohen, I. Lewis Libby, Paul Wolfowitz... No está dirigido al gran público, sino más bien a los proveedores de fondos de la campaña republicana para presentarles el proyecto que financian.

El trabajo de Zakheim es recompensado. En 1999, se le invita a unirse a los «Vulcans», grupo de expertos en política exterior dirigido por Condoleezza Rice, quien forma en asuntos internacionales, en su domicilio, al candidato George W. Bush [3]. Después que la Suprema Corte nombró a George W. Bush en la presidencia, participa brevemente en la Comisión de Transición de la Rand Corporation, en 2001. Esta comisión se reúne después de cada elección presidencial en los Estados Unidos a fin de exponer las proposiciones del complejo militar industrial al nuevo Presidente.

El Estado Mayor, agradecido, no lo olvida en el momento de distribuir los cargos: una vez llegado a la Casa Blanca, el equipo reunido en torno al vicepresidente Dick Cheney le nombra Inspector y Director Financiero del Pentágono. En esa función, supervisa la explosión de los gastos militares norteamericanos, para felicidad de la industria armamentista en función de la cual trabaja desde hace tanto tiempo.

Afiliaciones neoconservadoras

Si bien Dov S. Zakheim no es propiamente dicho un encarnizado defensor de Israel, sí es un neoconservador convencido, como lo prueba su curriculum vitae: Profesor auxiliar de Economía en la universidad Yeshiva de Nueva York, profesor del Trinity College, del National War College (donde también enseñó Daniel Pipes) y en la universidad de Columbia. La lista de los think-tanks [Centro de investigación, de propaganda y divulgación de ideas, generalmente de carácter político. N. del T.] que en uno u otro momento frecuentó permite delimitar mejor su lugar en el campo político norteamericano.

Dov Zakheim trabajó en el Comité Director del Foreign Policy Research Institute hasta el año 2000. El FPRI fue dirigido por Daniel Pipes a mediados de los 80 [4]. Ese grupo de investigación de política exterior neoconservadora, en el seno del cual se encuentran sobre todo Richard Perle y Alexander Haig, fue creado por Robert Strausz-Hupé en 1955 y teoriza desde entonces los medios para alcanzar un nuevo orden mundial dirigido por los Estados Unidos, un «imperio norteamericano» según el primer número de la revista del FPRI, Orbis, publicado en 1957.

La participación de Zakheim en el Center for Security Policy [5] lo convierte en un halcón lo suficientemente introducido en los medios neoconservadores como para poder desarrollar allí la ideología elaborada por el FPRI. En el corazón de ese clan republicano, se sitúa en el equipo del vicepresidente Dick Cheney, como lo demuestra su presencia en el Center for Strategic and International Studies.

También se le encuentra en la Fondation Heritage, portavoz de la ideología reaganiana, en el Wilson Center for International Scholars y por último en el Council on Foreign Relations. Su pertenencia al CFR certifica su notabilidad: allí sólo se admiten los «happy few demócratas o republicanos, miembros de la aristocracia política washingtoniana y apasionados de política exterior.
El «peligro presente»

James Woolsey

En marzo de 2004, Dov Zakheim dimite de sus funciones en el Pentágono, sin dar ninguna razón. Se incorpora después a la firma Booz Allen Hamilton, una estructura a medio camino entre el bufete internacional de abogados, la compañía de seguros contra riesgos y la sociedad consultora con base en McLean, Virginia. Ese gabinete deberá trabajar sobre todo en el proyecto de vigilancia total de la población estadounidense, el Total Information Awareness System [6]. El 6 de mayo de 2004, Zakheim fue nombrado vicepresidente por el consejo de administración de Booz Allen Hamilton [7], donde reencuentra al ex director de la CIA, James Woolsey, nombrado en ese cargo en julio de 2002 [8].

A partir de julio de 2004, ambos hombres participan en la formación de un tercer «Comité sobre el Peligro Presente», haciendo referencia a grupo homónimo creado por primera vez a inicios de la Guerra Fría para luchar contra la Unión Soviética. En lo sucesivo, ese organismo deberá «defender las políticas tendentes a ganar la guerra contra el terrorismo mundial, un terrorismo llevado a cabo por islámicos radicales opuestos a la libertad, a la democracia».

En este Comité se encuentran cuarenta y un neoconservadores especialmente agresivos como Jeane Kirkpatrick, Newt Gingrich, o también Frank Gaffney [9]. Este episodio recuerda el del segundo «Comité sobre el Peligro Presente», creado durante el gobierno Carter en forma de un «shadow cabinet» [gabinete a la sombra] [10] dedicado únicamente a la política exterior. Luego de la elección de Ronald Reagan en 1981, 46 de ellos integraron la administración presidencial. Cuando se observa la composición de ese tercer «Comité sobre el Peligro Presente», se puede tener una idea de lo que será una segunda administración Bush hijo, si se produce.

[1Bio of Dov Zakheim: What the Board was Looking For, por Caryn Litt, Yeshiva University Observer.

[2Ver enlace PDF: «Rebuilding America’s Defenses - Strategy, Forces and Resources for a New Century»,The Project for a New American Century, septiembre de 2000.

[3Bio of Dov Zakheim: What the Board was Looking For, op.cit.

[4«Daniel Pipes, experto del odio», Voltaire, 5 de mayo de 2004.

[5Ver: «Los manipuladores de Washington», por Thierry Meyssan, Voltaire, 11 de enero de 2005.

[6«El ojo del Pentágono», por Thierry Meyssan, Voltaire, 15 de febrero de 2005.

[7«Dr. Dov S. Zakheim joins Booz Allen as Vice President», de Booz Allen Hamilton 6 de mayo de 2004.

[8«R. James Woolsey Joins Booz Allen as Vice President », comunicado de Booz Allen Hamilton, 15 de julio de 2002.

[9«Committee on Present Deception», por Jim Lobe, TomPaine.com, 23 de julio de 2004.

[10El «shadow cabinet», tal y como existe en varios países anglófonos, es un gobierno fantasma compuesto de tantos miembros y cargos como el gobierno en el poder en ese momento.