Los presidentes de Argentina, Brasil y Venezuela reafirmaron aquí la alianza estratégica entre los tres países y discutieron fórmulas para impulsar la integración sudamericana, dijeron hoy dos altos funcionarios brasileños.

Así lo expresaron el canciller Celso Amorim tras el encuentro entre los mandatarios Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil), Néstor Kirchner (Argentina) y Hugo Chávez (Venezuela); y el asesor de Relaciones Internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García, antes de inaugurarse la Cumbre Sudamérica-Arabes.

Amorim dijo esta madrugada que los tres gobernantes trataron cuestiones ya discutidas en marzo pasado en Montevideo, cuando acordaron una alianza estratégica entre sus países, en lo cual dijo ya avanzan los sectores energético y social.

Informó que Lula, Chávez y Kirchner acordaron tener un próximo encuentro con un número mayor de ministros vinculados a las áreas de lo social, de integración, infraestrucutra y economía, para escuchar de estos los proyectos existentes y tomar las decisiones pertinentes.

Ante una pregunta de Prensa Latina, García informó que en la cita no se trató la cuestión de la incorporación de Venezuela como miembro pleno al Mercosur, que dijo es una aspiración de Brasil y Argentina, pero “depende exclusivamente de Venezuela”.

Explicó que para ello ese país tendría que ampliar la negociación, pues hasta ahora figura como asociado y su incorporación como miembro pleno crearía una cierta incompatibilidad con su pertenencia a la Comunidad Andina de Naciones, por lo que habría que ver cómo Caracas resuelve eso.

En la cita también se vieron las diferencias surgidas entre Argentina y Brasil, las que se discutieron en presencia de Chávez, porque este es un amigo y no fue un convidado de piedra al encuentro, apuntó García.

Reconoció que existen asimetrías entre los parques industriales de los dos países, como consecuencia de errores del pasado que los gobiernos actuales buscan resolver, y señaló que se vieron fórmulas de financiamiento de empresas argentinas entre los mecanismos contra los desequilibrios.

Uno de ellos sería estudiar la forma en que el Banco de Desarrollo Económico y Social de Brasil, dentro de su marco legal, puede financiar a empresas del vecino país, y también la posible creación de un banco de fomento sudamericano.

Igualmente se analizó la ampliación de la competencia de la Corporación Andina de Fomento (CAF), que modificó sus estatutos para permitir la entrada de países no andinos como miembros plenos.

Señaló que el gobierno argentino también tiene mucho interés en todo esto, y Kirchner fue enfático al respecto.

Tras destacar las elevadas inversiones de Petrobrás en Argentina, dijo que se habló de la posibilidad de que la ENARSA de ese país se asocie con esta y con la venezolana PDVSA en la construcción de una refinería en Brasil, en la exploración de petróleo en Venezuela y en la fabricación de barcos y plataformas petroleras.

Respecto al tema de las salvaguardias industriales que reclaman empresarios argentinos en el Mercosur, comentó que si se aceptan, otro puede pedirlas para los productos agrícolas, y entonces para qué sirve esa unión aduanera.

Igualmente dijo que se estudia la integración de las cadenas productivas, no sólo entre Argentina y Brasil, sino también ver cómo pueden entrar en ello los dos países menos desarrollados del bloque, Paraguay y Uruguay.