Fue en un avión civil DC-8 de Cuabana de Aviación como este en la foto que fue colocada una bomba donde perecieron 73 personas.

Al fin, después de 50 días de silencio, como en la novela «El Derecho de Nacer», habló Don Rafael del Junco. Las declaraciones hechas por el Sub Secretario de Estado de los Estados Unidos Roger Noriega sobre el terrorista cubano Luis Posada Carriles sirven al menos de admisión oficial de parte de un alto oficial del gobierno norteamericano de que la «papa caliente» de Posada, constituye un serio problema de grandes implicaciones políticas para la administración Republicana del Presidente Bush, situación sobre la cual están obligados a tomar una definitiva resolución. Ha llegado la hora de la verdad.

Mr. Noriega, sorprendido por los periodistas que le acosaban con preguntas inquisitivas pidiéndole una definición clara y terminante sobre el controversial caso de la presencia en territorio norteamericano del connotado terrorista cubano Luis Posada Carriles, no tuvo mas remedio que romper el largo silencio oficial para decir con palabras un tanto contradictorias, que no se le concedería asilo político en Estados Unidos al siniestro personaje responsable directo de la voladura en los cielos de Bardados de un avión de Cubana de Aviación con 73 inocentes pasajeros abordo.

Dijo textualmente Mr. Noriega: «No tenemos interés en ofrecer asilo a alguien que es culpable de actos criminales, pero vamos a tratar ese caso de una manera privada, seria y transparente». Esas fueron sus palabras. Muy escuetas pero que a pesar de lo breve obligan a nuevas interrogaciones.

En primer lugar vale preguntar que si a Posada Carriles se le considera por el gobierno de Estados Unidos como a un «criminal culpable», ¿Por qué su caso va a ser tratado de «una manera privada» como señala en sus declaraciones el Sub Secretario de Estado Mr. Roger Noriega?

Después añade el funcionario que lo harán de manera seria y transparente. ¿Cómo se explica eso de que el caso de Posada Carriles pueda ser tratado a la vez de manera privada y también transparente? La privacidad impide la transparencia.

Porque si de transparencia se trata no puede haber «privacidad» alguna en este caso, y menos cuando lo que se está juzgando es la petición de asilo en los Estados Unidos del terrorista mas connotado de todo el continente americano, un hombre que carga sobre sus hombros un rosario de muertes que lo colocan en la misma lista de criminales terroristas de la categoría del extremista musulmán Osama Bin Ladeen.

En su declaración de «guerra contra el terrorismo» como consecuencia de los actos criminales del once de septiembre en Washington y New York, el Presidente Bush dijo que el que diera refugio, ayuda o asilo a un terrorista sería considerado también un terrorista más. Algo así fueron las palabras del Presidente Bush con las cuales estamos enteramente de acuerdo si se aplican en todo su rigor y sin «amiguistas» excepciones.

Y ahora aquí viene la pregunta: Ya que el sub. Secretario Mr. Roger Noriega calificó de culpable de terrorismo al prófugo de la justicia internacional Luis Posada Carriles.

¿Cómo se va a calificar entonces a los amigos y socios de Luis Posada Carriles, los personeros y dirigentes de la extrema derecha cubana del exilio que han sido cómplices confesos de sus actos criminales de terrorismo asesino?

La lista de los culpables es bien larga y tendida porque no es solo Posada Carriles el único responsable de los actos terroristas que se han cometido en nombre de la supuesta causa de la «libertad» de Cuba.

Porque como dice el popular refrán criollo «tanta culpa tiene el que le aguanta la pata como el que mata a la vaca».