Sí hay revolucionarios de verdad. Compatriotas comprometidos con este Proceso. Venezolanos dispuestos a profundizar nuestra Revolución. Gente de convicciones inquebrantables, de esa que al cortarse en cualquier parte del cuerpo lo que les brota es revolución y le sale la sangre que envuelve el grito bolivariano de la emancipación popular.

Los últimos talleres que realizamos en Caracas (sábado 30/4) y Barquisimeto (sábado 7/5) son una muestra significativa de la voluntad revolucionaria. Estos dos eventos indican el camino cierto que ha tomado la disposición del ejército chavista para dar la batalla y obtener la victoria en la lucha ideológica. Tanto Caracas como Barquisimeto superaron las expectativas de convocatoria. En Caracas el taller se planificó para 250 asistentes; sin embargo, la sala se abarrotó con 500 (cupo para 380) y más de 200 no pudieron ingresar.

En Barquisimeto sucedió algo similar. Planificamos para 150, pero asistieron 280. Ambos actos son un estímulo para la moral revolucionaria de quienes creemos en la Democracia Revolucionaria y el Socialismo del Siglo XXI (postulados del Presidente Chávez).

Ahora, nos estamos preparando para otro taller en Caracas. Será el 21 de mayo en la Sala Plenaria del Parque Central. Por lo tanto, convocamos a todos los revolucionarios de este proceso, identificados con Simón Bolívar, con Hugo Chávez, con la revolución latinoamericana, con las posturas antiimperialistas. Convocamos a todos los resteados "Patria o Muerte", que asumen la corriente del nuevo socialismo y de la democracia revolucionaria, y a todos los seres sensibles de nuestra Patria que sustentan su lucha con base en el bien común. A todos los invitamos a unirse a la legión de revolucionarios que ha asumido la Misión Ideología (alfabetización ideológica por medio de los CFI), y anotarse en este taller.

La fase actual del Proceso (Salto Adelante y Desarrollo Endógeno) exige, como nunca antes, la alfabetización ideológica. Ésta, hay que asumirla como tarea paralela a la construcción de la viabilidad revolucionaria. En los talleres, por ejemplo, analizamos uno de los aspectos que puede dar al traste con el Proceso si no se aprende su diferenciación. Me refiero a las categorías Reforma y Revolución. El taller destina una buena parte a clarificar las diferencias entre manutención estructural (Reforma) y cambio estructural (Revolución).

Nuestra práctica cotidianidad, nos lleva a observar que el aparato del Estado y gran parte de las organizaciones de la sociedad guardan un porcentaje muy elevado de individuos que no se han podido desprender de la cultura reformista de la cuarta república; y, por lo tanto, sucumben ante la fascinación del poder. Se incrustan en la lujuria cupular del mando y se olvidan del prójimo. Se arman de interpretaciones subjetivas (disonancia cognitiva) de lo que es la revolución para montarse en la cacería de las comisiones. Caen en las redes de la corrupción y traicionan las metas revolucionarias. Otros, que no son revolucionarios, siguen viviendo del Estado.

Cargos, contratos y negociados se imponen por encima del Bien Común del colectivo. Se amparan ante un mal uso de la llamada "institucionalidad"para obstaculizar el avance del Proceso y dejar mal parado al Presidente Chávez. Estos reformistas (de la V y de la IV) son en el fondo una cuerda de usufructuarios que haciendo uso de la bondad y del nombre de Hugo Chávez siguen alimentado la inmensa burocracia parasitaria y los hábitos del puntofijismo. Sólo la alfabetización ideológica que genera la conciencia revolucionaria, inspirada en el árbol de la tres raíces (Bolívar, Rodríguez, Zamora), inspirada también en la huella que orienta la concepción originaria (Cristo, Ché) y sustentada en la democracia revolucionaria (socialismo del nuevo siglo), pueden deslastrarse de quienes no saben qué es la revolución, pero que viven de ella.

Por eso, la importancia de involucrarnos en la acción solidaria de la alfabetización ideológica para convertirnos en concientizadores revolucionarios y fortalecer al Proceso, contribuir con el gobierno de Hugo Chávez y asumir con profunda convicción el nuevo sistema político venezolano.