Hay formas de acceder la locura, y ya es conocido, uno de esos prodigiosos caminos, el que nos da conocer Cervantes cuando reconoce que el caballero Alonso Quijano la adquiere por el "mucho leer y poco dormir". Nosotros, con el perdón del maestro Cervantes, hemos creído descubrir otro: poco leer, mucho dormir, harto holgar y mucho odiar. Los ejemplos de esta modalidad hacia el desvarío y la descomposición de la razón son muchos en Venezuela.

Expresión notoria, fundamentada y bien actualizada, la constituye esa pléyade de nuevos escribidores que desde distintos frentes han comenzado a pelear con los molinos de viento de su obnubilada visión sobre la pobreza.

Desde los mas disímiles e inauditos frentes, hojas, notas, artículos, remitidos, ensayos hasta suplementos culturales, se han despachado "trabajos" para tratar de desarmar este complejo, histórico y profundo problema.
Esta moda, cargada del más cruel esnobismo, y harto fariseísmo, nos pretende dar visiones limitadas y absurdas sobre este componente del mundo social que es la pobreza.

En su argumentación y explicación buscan disociar, distorsionar, esconder el problema y escamotear sus reales orígenes. Solo pretenden actualizarla, como un efecto de las políticas públicas, bien por su inadecuada selección, o por la errónea aplicación de éstas en el presente período de gobierno.

Según sus mañosas líneas es ahora, mas que nunca, que está vigente la pobreza, y peor aún se ha multiplicado. Es ahora cuando mas a crecido. Es ahora cuando mas grave y fatal es su presencia. Falso. Pues, desde hace ya bastante tiempo, y, cuarenta años son algo, esta democracia venia arando, cultivando con no poco empeño y mucha saña esta enfermedad, que sin duda, ha venido mutilando con lenta pero firme voluntad los mas elementales derechos humanos.

Su presencia e histórico efecto, tuvieron sin duda, que ver, no solo en Venezuela, sino en todo el continente, con el proceso de inestabilidad y la subsecuente falta de apoyo con pérdida de credibilidad de los sistemas democráticos. Ya, de tales desafueros muchas de nuestras sociedades están dando, mas tarde, o mas temprano, viva cuenta.

Lo paradójico de esta nueva onda de rescate y actualización del tema de la pobreza, es que, a quienes parece ahora preocuparles el asunto, lo hacen justamente hoy, y de un día para otro, así de sopetón y sin preámbulo alguno. Y peor, creen al atacarlo estar descubriendo el Santo Grial. Se sienten casi atónitos, sobrecogidos por algo que parece haberlos sorprendido. Consideran que fue un accidente que surgió en el mundo al soplar alguna botella magica o después de haber salido a golpe de una gran borrachera, y en su ignorancia creen haber descubierto algo nuevo, único, causado e íntegramente propio de estos cuatro últimos años.

Pura y simple ignorancia. En síntesis, suponen, haber desenmascarado otra rareza de Chávez, otro de sus horrores de "lesa humanidad" (¡y dale con la frasecita!, tan Corao, tan Borges). Alucinan por tener en sus manos una prueba para acusarlo impúdicamente de otro delito. Uno más.
Viendo sus escritos encontramos que podría aplicárseles aquello que Virgilio delataba en quienes se han entregado al vicio gratuito de la ignorancia, pues: "han perdido el bien del intelecto", y por tanto no merecen la libertad, sino el justo castigo.

Sin embargo, el Dante (El Infierno) ante la dureza del mensaje del poeta, expresa que a estos condenados se les debe tratar con conmiseración, pues han sido vencidos por su propia ignorancia, o locura. Los ve maldecir y maldecirse, y en su desesperación observándolos cómo ansían, exigen, requieren el castigo y la muerte.

A los condenados por este pecado los coloca en mundo tristísimo: "da pena de ver a una parte de nuestra humanidad perdida". Quizás con nuestros ignorantes comentaristas el infierno llegue a ser, más benevolente y se les someta a otro tipo de castigo a pesar de sus malévolas intenciones. Como por ejemplo a tener que ver diariamente hasta el fin de sus días los mensajes que transmite cierta periodista o escuchar incesantemente una canción del Puma o "Una piedra tiro un cocotero" de Lila Morillo.

Sin embargo, viéndolo bien, que se puede esperar de unos pseudo gacetilleros, cuya problematización sobre la pobreza se debe haber originado en el ambiente idílico de alguna urbanización caraqueña y el odio sentido por las clases desposeídas. Depositadas luego en sus incautas neuronas, de allí, paseadas hasta llegar al mall de moda para ser revisadas bajo el manto protector de la policía del alcaldito. Allí discutidas con algún colega a quien se halla podido circunstancial y temporalmente motivar para qué, entre un palo y otro, se concienticen de esta nueva "amenaza" o "alegato" contra Chávez.

Pero ¿qué soplan estos nuevos "analistas" sobre un tema tan complejo como el referido? Para ayudarlos apelamos a una cita de John Dos Pasos en su novela "1919" para salvarlos diciendo: "reconozcamos al instante la abundancia triste de esas vidas sin tragedia".

Sencillamente están columbrando un enfoque gestado mas por la presión de una experiencia frívola, propia de ejercicio de informadores de Cosmopolitan, más que de algún antecedente intelectual serio que les halla dado apresto para aterrizar con solvencia en una pagina cultural y además para que intenten resolver una opinión o reseña sobre la pobreza con mediano fundamento.

Sus explicaciones son de naturaleza ingenua con lo cual solo pueden, cuando mucho, satisfacer mentes globovisionadas o pueriles. Proceden de elucidaciones y analogías zoomórficas. Aceptando, que con dificultad, puedan describir algo, no lo descifran, por que al ser falsos sus enunciados, e ideológicas sus frases no pueden asomar verdaderas conclusiones. Sus juicios solo tienden a complicar la vía hacia el conocimiento, pues sus enunciados no provienen sino de pseudo concreciones de la realidad y mucho odio.

Sin embargo, ¡qué poder tan sugestivo ejerce el empaque en el cual se las envuelve!. Nada menos que un suplemento Cultural. Concluimos estableciendo que la "crónica política" siempre ha salido perjudicada cuando se le mezcla con la banalidad y la pseudo poesía.
Los errores mas notorios de estos enfoques sobre la pobreza es que siempre los asocian con el desarrollo económico, y, si es bajo el enfoque del libre mercado mucho mejor. Pero mejor, veamos por donde enfocan sus tesis:

 1) Pseudo generalización Si hay desarrollo, no habrá pobreza. Strike one. Sobre esto, Amartya Sen, demuestra lo contrario con varios ejemplos: El Estado de Kerala en la India (33 millones de habitantes), China y Sri Lanka, tenían en 1998, un producto interno bruto per capita muy reducido. Encontramos en el mismo trabajo, que Sudáfrica, Brasil y Gabón, tenían un PIB per capita, que multiplicaba de cinco a quince veces el de los anteriores. Sin embargo, surgían algunas insalvables contradicciones, la población vivía mas años en los tres países pobres: 71, 69, y 72 años, versus 63, 66, 54 años. [1] O sea, que para saber si una sociedad avanza, el indicador más completo, no es mero desarrollo económico, sino es la esperanza de vida. Resultados en los que juegan papel fundamental, los servicios médicos, agua potable, instalaciones sanitarias, electricidad, educación. Por tanto esta tesis del desarrollo per se no tiene mucho futuro.

 2) Pseudo generalización La desigualdad es un hecho de la naturaleza y no obstaculiza el desarrollo. Strike two. La explicación de los gurús de esta especie de periodismo, dar por supuesto, (imagino basado en la ideas del desaparecido Cedice) que la acumulación de recursos en pocas manos favorecerá al desarrollo al crear mayor capacidad de inversión.

La inversión financiera es un tema complejo, sobre todo en Latinoamérica, que además, se considera como la región más desigual del planeta. La escasa inversión, contradice flagrantemente la idea de la acumulación en pocas manos. Puesto, que si fuera cierta la idea de la acumulación, esta habría permitido a la región tener altas tasas de inversión. Esta falacia, ahora de moda entre estos voceros del desarrollismo financiero, tiene su origen en la tésis de Kusnets (la U invertida).

No por pocos motivos, el fenómeno latinoamericano se ha transformado en un caso notable debido al impacto regresivo y corrosivo demostrado durante cuarenta últimos años de desigualdad agravada, con escasa inversión, tal y como se produjo en Venezuela. Entre las desigualdades más notables que operan en América Latina tenemos:

a) Iniquidad en la distribución de los ingresos: 5% de la población es dueña del 25% del ingreso nacional; b) 30% de la población tiene 7.5% del ingreso nacional. Ojo, que estamos hablando de la mayor brecha de todo el planeta. En promedio la mitad del ingreso nacional de cada país de la región va al 15% más rico de la población. En Brasil el 10% más rico tiene el 46% del ingreso, mientras que el 50% más pobre solo tiene el 14% del mismo.

En Argentina, mientras que en 1975 el 10% más rico recibía 8 veces más ingresos que el 10% mas pobre, en 1997 la relación se había, mas que duplicado: era 22 veces; c) Capacidad de acceso al crédito, hay en América Latina 60 millones de pymes, que generan 150 millones de empleos. Pero vuelven las paradojas, (que parece como dirían Bioy Casares [2], más parajodas, que otra cosa) solo tienen acceso al 5% del crédito.

Contraviniendo sus afirmaciones, decimos, que las desigualdades no son hechos naturales, propios del camino hacia el desarrollo como pretenden nuestros periodistas de farándula metidos a analistas, sino sencillamente consecuencias de estructuras regresivas o represivas o de políticas erradas (¿o, a lo mejor bien, pensadas por ellos) que las han potenciado y mantienen nuestra sociedades en este estado.

 3) Pseudo generalización Que participen, pero no tanto. Strike three. La participación es cada día la forma más notable de hacer la política en América Latina. De no ser la más efectiva, se tiene en la población como la más democrática y confiable. Supera sin duda todas las maneras convencionales del accionar la política en nuestro continente.

Esto, según Stern, Economista Jefe del Banco Mundial al revisar los múltiples trabajos de investigación realizados por la institución en el 2001: "a lo largo del mundo la participación funciona: las escuelas operan mejor si los padres participan, en la irrigación, manejo y recuperación de créditos, en los programas de salud, alimentación, distribución de alimentos, cuidado del hábitat, seguridad pública, educación de adultos... La participación es practica y poderosa".

En el trabajo The voices of the poor del Banco Mundial, basada en una gigantesca encuesta de 60.000 personas: se concluye que es necesarios dar prioridad a invertir en fortalecer las organizaciones de los propios pobres. Ellos hasta ahora han carecido de voz y voto real en la sociedad. Bernardo Kliksberg, en el tiempo en que me constituí en su contraparte de un programa de la ONU en Venezuela tuvo la amabilidad de regalarme hace 20 años uno de sus primeros trabajos sobre la pobreza.

Desde ese momento, me consta, no ha cesado en su empeño para develar y crear conocimiento sobre el tema, en su último trabajo, nos narra las experiencias de Villa el Salvador en el Perú, las Escuelas Educo en el Salvador, el presupuesto Municipal en Porto Alegre, así como reseñas sobre las misiones de Venezuela. Sencillamente reconoce que los resultados de la participación son sorprendentes.
 
Llegado a este nivel del juego, cabría el grito del umpire, después de haber cantado el strike three, para decirles que están ponchados, esos diletantes que sin sensibilidad, formación ni información pretenden meternos el gato por pobre de sus artículos sobre el tema . A ellos, que poco leen y mucho odian, les dedico una frase de Les Luthiers: Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe...

[1Kliksberg, Bernardo, 2004. Más Etica, más Desarrollo. Editorial: Temas. "Hacia una nueva visión de la política social en América Latina BID - Ética y desarrollo". Bernardo Kliksberg. 2002: "Hacia una economía con Rostro Humano". Mexico. Edit. Fondo de Cultura Económica. Kliksberg, Bernardo (2000) 10 Falacias sobre la Pobreza. Washington. USA, Edit. Banco Interamericano de Desarrollo. Latina. INDES/BID.).

[2Bio y Casares, Adolfo, Del Cercado Ajeno