El sentido contiene las culturas de los pueblos habitantes que caminan hacia el encuentro. Pueblos indígenas, campesinos mestizos y africanos, citadinos. Pueblos de culturas ancestrales y amalgamas recientes, sin ser nuevos ni alternativas. Estuvieron y están allí y acontecen / persisten a la misma vez, en el mismo tiempo de la cultura imperial que los niega y deshecha.

Comparten un mismo territorio. De la lucha por el territorio se trata. Pueblos con su propio mapa que muestra la gente invisible para la lógica liberal, de la renta y la competencia del capitalismo depredador. El mapa muestra el renacer de lo que estuvo oculto en un ayer de siglos. Amanece lo oculto delatando su presencia junto a lo otro que estuvo por mucho tiempo, silente.

De grito en grito se fue amasando un cuerpo en conflicto con la estrategia contrarrevolucionaria del capitalismo imperial transnacional. Estrategia militarista que busca imponerse ocultándose detrás de normas y disciplinas mercantiles, sobreponiendo los derechos del capital por encima de los derechos humanos: culturales, sociales, políticos, de los Estados logrados por las luchas centenarias de la humanidad, condensados en Resoluciones y Declaraciones de las Naciones Unidas en las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX, El derecho mercantil borrando la vigencia de lo humano. Hacia el mundo la estrategia contrarrevolucionaria la canalizan a través de la Organización Mundial del Comercio y en particular, hacia el hemisferio americano se anuncia en el ALCA y la negocian y firman con los tratados de Libre Comercio / TLC’s.

Todo punto de partida siempre es arbitrario. Con ello en mente decimos que desde la Iniciativa para las Américas / 27 junio de 1990 [1], gobierno de papá - Bush, dos lógicas entran abiertamente en pugna. Una, la de los derechos del inversionista expresados en la trilogía: Inversión - Deuda - Comercio, dispositivos de la iniciativa Bush.

Derechos de invasión territorial para los inversionistas transnacionales de registro usamericanos. Otra, la de las rebeliones por tierra exigiendo el territorio para sus pobladores, quienes desde finales de los 80’s comienzan a emitir señales de rebeldía.

Ciertamente la demarcación de los tiempos es arbitraria. Las investigaciones de Aníbal Quijano [2] desmiente la novedad de la confrontación entre dos lógicas.

Da muestra de la importancia fundamental de lo oculto que retoña y narra el punto de partida del enfrentamiento entre las dos lógicas. Nos dice que la historia desde la modernidad comienza el violento encuentro entre Europa y América que condensa una nueva intersubjetividad que produce el reemplazo del pasado por el futuro, de allí la producción de las utopías europeas.

Desde el siglo XVI la historia comienza a ser proyectada, cargada de futuro, de sentido. En esas utopías las imágenes más poderosas fueron, ante todo, contribución seminal de la racionalidad andina al nuevo imaginario europeo: el hallazgo de las instituciones sociales andinas, establecidas entorno a la reciprocidad, de la solidaridad, del control de la arbitrariedad, y de una íntersubjetividad constituida alrededor de alegría del trabajo colectivo y de la comunidad vital con el mundo. Digo, nada tiene mejor parecido con el ALBA. Nada de eso provenía del pasado europeo. Desde sus inicios, la Ilustración europea contiene una división entre las tendencias para las cuales la racionalidad es una genuina promesa de liberación de la humanidad y para quienes la racionalidad es un dispositivo instrumental del poder, de la dominación.

De lejos viene la pugna y desde tiempo quedo marcada la imposición de la hegemonía del utilitarismo inglés sobre el resto de Europa y en el siglo XIX sobre la mayor parte del mundo. Imponen la racionalidad como arsenal instrumental del poder, esto es la transformación del mundo, de la sociedad, según las necesidades de la dominación del capital, despojado de toda otra finalidad que la acumulación. La investigación delata, denuncia no sin destacar que en América Latina hoy, como siempre, en las raíces de la identidad no han abandonado sus tensas relaciones entre si. De allí la permanencia subjetiva de cosas expresadas por Pierre Clastres [3]: "es el propio Estado el que introduce la división...

Estas sociedades son ‘igualitarias’ porque ignoran la desigualdad: un hombre no ‘vale’ ni más ni menos que otro, no hay en ella, superiores ni inferiores... nadie puede más que otro, nadie detecta el poder... el goce de la libertad expresaba el ser natural de los hombres... ¿por qué tuvo lugar la desnaturalización del hombre? Las sociedades primitivas rechazan la relación de poder impidiendo que el deseo de su misión se realice...

Ubicado en esta dimensión el problema de la identidad, permite que nos reencontremos con la matriz que nutrió a Bolívar y junto a él a otros próceres de los siglos XVIII y XIX.- Muchas de las revueltas de finales del siglo XX caminan sobre esas huellas y por los intersticios del dominio imperial brotan y crecen presentándose en plan de lucha contra la lógica contrarrevolucionaria invasiva.
El ALBA propone el renacer de los proyectos de vida que quedaron inconclusos, que fueron abortados, reprimidos por siglos / por décadas. Que renazcan y se unan los sueños retenidos en el tiempo.

El ALBA lo elaboramos todos y cada uno de nosotros. Reúne proyectos múltiples y diversos. Como son diversos los pueblos que habitan el continente. Marchamos juntos respetando los ritmos. Sí somos todos, significa ritmos diversos. Este planteamiento desconcierta. Todos los sujetos sociales, platean lo suyo sin sujetar a los otros, guiados por la premisa de que la felicidad es una construcción cultural y asumiendo como política de Estado que la pobreza solo se supera dándole poder a los pobres.

También están inscritos como versiones del ALBA los Convenios Comerciales Compensados y las Alianzas Estratégicas circunstanciales. Como variables de combate, contra los pretendidos tratados en negociación: ALCA / TLC’s y para desviar la dirección de los compromisos adquiridos por Venezuela en gobiernos anteriores. Como lo comenta Chávez: "Compromisos sinceros sin simulación... de vida, de patria, de verdad".

Los Convenios y las Alianzas guiados por el sentido del ALBA’s, entienden que en el comercio no está el problema. La trampa está cuándo diciendo que negocian comercio lo que pretenden es lograr pleno derecho para invadir territorios con inversiones negándole la soberanía a los Estados poblados no solo por inversionistas.

De Convenios Comerciales Compensados el mejor ejemplo avanza desde diciembre de 2004. Los gobiernos de Cuba y Venezuela decidieron dar pasos concretos hacia el proceso de integración "admiten la posibilidad de practicar el comercio compensado en la medida que esto resulta mutuamente conveniente para ampliar y profundizar el intercambio comercial".

El Acuerdo incluye una declaración de principios comunes y cada República propone acciones propias donde expone lo que necesita y lo que otorga este convenio compensa bienes y servicios según las necesidades y capacidades. Es así como: "Venezuela ofrece becas para estudio en el sector energético" "Cuba ofrece 2000 becas anuales para la realización de estudios superiores en cualquier área de interés, incluida las áreas de investigación científica".

Las Alianzas Estratégicas circunstanciales tienen al petróleo como centro. EL gobierno venezolano utiliza su recurso abundante, escaso en territorios de gobiernos aliados, negociando intercambios complementarios sin exigir compensaciones que vulneren la soberanía de los Estados y dando condiciones de comercialización solidarias que sustituyan las exigencias de las transnacionales privadas.

Desde julio de 2002, Hugo Chávez propuso en el marco de la II Reunión de Jefes de Estado de América del Sur / Guayaquil - Ecuador la creación de Petroamérica. El 12 de agosto de 2003 en la Carta de Intención suscrita con Trinidad y Tobago se contempla un concepto: mecanismo para promover la cooperación entre compañías estatales latinoamericanas de petróleo y gas. Siete días después en Buenos Aires nace la intención de Petrosur, y será el 8 de julio de 2004 cuando quede conformada en la Declaración de Iguazú.

A los dos días, en Caracas, surge la iniciativa de Petrocaribe, y el 27 de agosto de 2004, en Jamaica suscriben un Comunicado Conjunto. Venezuela después del golpe de Estado del 11 de abril de 2002, en el que los ejecutivos petroleros de Pdvsa estuvieron comprometidos, inicia una estrategia petrolera latinoamericana. Política que avanza y se perfila después del rescate de Pdvsa con la derrota del sabotaje petrolero del 2/12/2002 a marzo de 2003.

Las Alianzas estratégicas que tienen como centro el petróleo y el gas son políticas comerciales fundadas en la conservación de los recursos naturales no renovables, la solidaridad compartida y la corresponsabilidad social entre los pueblos para asegurar el acceso democrático a la energía a un precio razonable. Se concibe como un acuerdo entre gobiernos, no prevé la fusión con capital energético privado, ni la transferencia de recursos del sector público al privado. Concreta esfuerzos para la complementariedad de las capacidades de nuestras empresas estatales de energía.

En los últimos 2 años las Macroruedas Binacionales de Negocios, sin tener novedades, en tanto son negocios entre empresarios privados con los gobiernos como facilitadores, ayudan a diversificar orígenes y destinos de las exportaciones e importaciones y con ello reavivan actividades productivas interrumpidas por las políticas de ajustes estructurales y por las acciones de la competencia transnacional estimulan la producción de empresarios privados quienes se habían limitado con asociarse a las oportunidades brindadas por las transnacionales y satisfacen el consumo productivo y de sujetos sociales demandantes. Despertarles las actitudes empresariales no está mal. Si con ello le restamos apoyo real personal/político a la ofensiva contrarrevolucionaria de la intención hemisférica envolvente y expansivo del inversionista imperial.

[1Iniciativa para las Américas. George Bush. 1990

[2Aníbal Quijano. Modernidad, identidad y utopía en América Latina. Octubre 1987

[3Pierre Clastres. Investigaciones en antropología política. 7. - Libertad, desventura, innombrable. Gedisa. 1981. - Pierre Clastres : La Sociedad contra el Estado. Monte Avila editores 1978 (Pág. 85) Y no se trataba de pequeñas poblaciones: " para la región mexicana de Anáhuac (514.000 Km.2) determinan, en 1519 +, una población de 25 millones... una densidad comparable a la de Francia de 1789, de 50 habitantes por kilómetro cuadrado".-