Científicos afirman que durante las tormentas geomagnéticas provocadas por las fulguraciones solares, en el organismo del hombre aumenta el nivel de adrenalina, cambia el carácter de la circulación de sangre, sobre todo en los capilares, y se altera la presión arterial.

Los jóvenes y sanos no sentirán ningún malestar, pero los demás pueden enfrentar problemas de salud. Esos días, las personas sensibles al cambio de tiempo suelen escuchar cada rato los partes meteorológicos para estar al tanto de la actividad geomagnética.
Pronto hará cuatro años que el satélite ruso-ucraniano «KORONAS-F», lanzado el 31 de julio de 2001, se dedica a monitorear la actividad solar e investigar las relaciones solar-terrestres.

El satélite representa un observatorio espacial que examina el Sol en toda la banda del espectro electromagnético. Ello permite estudiar la estructura y la atmósfera del astro, así como la naturaleza y los mecanismos de la actividad solar. Como por ejemplo, el origen y la aceleración del viento solar (incide directamente en la Tierra y en el espacio circunterrestre) o los mecanismos de la transformación de la energía solar en la magnetosfera y la ionosfera de la Tierra.

La parte aplicada de esas investigaciones consiste en determinar la influencia que ejerce la actividad solar en la atmósfera y en la biosfera de la Tierra, en el organismo del hombre y en las instalaciones industriales (líneas de energía eléctrica, sistemas de comunicaciones, tuberías, etc.).

Las predicciones del estado del tiempo espacial son imprescindibles para muchos especialistas. Por ejemplo, para los que controlan el estado de la radiocomunicación o velan por la seguridad radiológica de los cosmonautas. Durante los vuelos espaciales, los cosmonautas ya no están protegidos por la atmósfera terrestre y caso que las fulguraciones solares sean muy intensas deberán esconderse en refugios especiales.

Las fulguraciones también son peligrosas para las sondas espaciales, pues dañan los componentes electrónicos de a bordo. Además, la elevada radiación solar calienta la atmósfera terrestre haciendo aumentar su densidad en altitudes elevadas. Como consecuencia, los satélites frenan su vuelo y bajan prematuramente de la órbita.

Por esta causa se habían desintegrado en la atmósfera la estación orbital norteamericana «Skylab» y la soviética «Saliut 7» (ésta había sido conservada suponiendo que dentro de algún tiempo volvería a ser aprovechada para vuelos tripulados).

Durante los años de funcionamiento del observatorio espacial «KORONAS-F» ha aparecido un excepcional archivo de imágenes espectrales del Sol y de la corona solar: cerca de un millón de imágenes en total. Por primera vez ha sido posible determinar el contenido absoluto de varios elementos químicos en la corona solar, descubrir nuevas líneas espectrales y obtener valiosos datos sobre la irradiación del Sol (rayos X, ultravioleta, gamma y radiación corpuscular) y su incidencia en la magnetosfera, ionosfera y atmósfera de la Tierra.

A bordo del observatorio espacial va instalado un espectrofotómetro multicanal que por las tareas que cumple podría ser llamado «cardiógrafo» del Sol. El examen de los «cardiogramas» hechos ha permitido conocer la dinámica de las capas interiores del Sol y los cambios de esa dinámica según la actividad solar.
Otro aparato científico único en su género es el espectrómetro multicanal de rayos X. Cada día suministra unas 200 imágenes altamente informativas que han ayudado a explicar la naturaleza de los numerosos fenómenos que se registran en el Sol. También por primera vez han sido obtenidos datos sobre la dinámica de la corona solar a distancias de hasta tres radios del Sol, zona que no se monitoreaba antes.

Entre los datos más interesantes valdría destacar los obtenidos en octubre y noviembre de 2003, período en que el nivel de actividad fue el más alto de los últimos decenios. Las fulguraciones, intensas como nunca, habían sido acompañadas de emisiones de plasma coronal lanzada a velocidades de hasta 2,000 kilómetros por segundo. Todas las fulguraciones y casi todos los tipos de irradiaciones generadas durante los fulgores habían sido registrados por los aparatos del observatorio.

En la corona solar, además, fue descubierta y estudiada toda una clase de nuevos fenómenos, entre ellos, formaciones dinámicas de plasma con temperaturas de hasta 20 millones de grados centígrados. Es posible que ello ayude a explicar un fenómeno tan raro en la física del Sol como el calentamiento de la corona solar hasta un millón de grados centígrados mientras que la temperatura de la superficie del astro sólo alcanza 6,000 grado.

El observatorio solar «KORONAS-F» y su antecesor «KORONAS-I», que había funcionado de 1994 a 2001, forman parte del programa espacial ruso de largo plazo «KORONAS» (siglas en ruso de «Observaciones circunterrestres orbitales íntegras de la actividad del Sol»). En la siguiente etapa será ejecutado el proyecto «KORONAS-Fotón» que consistirá en investigar el Sol en las bandas de rayos X y rayos gamma.

Cabe señalar que aparte de las investigaciones del propio astro rey, otro elemento clave de las predicciones del estado del tiempo espacial es el monitoreo del viento solar en su camino del Sol a la Tierra. Debe ser un sistema de monitoreo multinivel, y los científicos rusos ya están trabajando en ello.

En la ionosfera, en latitudes bajas, las observaciones se efectuarán mediante los microsatélites «Chibis» creados en el Instituto de Investigaciones Espaciales. Serán lanzados desde la Estación Espacial Internacional. Las observaciones en la magnetosfera interior y en las zonas radiológicas se realizarán con ayuda de los satélites «Rezonans», que serán lanzados en el marco del Programa Espacial Federal. En este caso, el objetivo principal será estudiar la dinámica de la zona radiológica y la interacción entre las partículas y las ondas en la magnetosfera interior.

En «los altos» funcionará un satélite («Intrebol-3») insertado en el llamado punto de libración a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Gracias al equilibrio entre las fuerzas de atracción de la Tierra y del Sol en ese punto, el satélite podrá permanecer bastante tiempo cerca de la línea Sol-Tierra, a lo largo de la cual se desplazan las nubes magnéticas que nacen en el Sol y representan peligro para la Tierra. Esa posición del aparato garantizará predicciones fiables de tormentas magnéticas una o dos horas antes de que empiecen.

Fuente
RIA Novosti (Rusia)

Ria Novosti 22 de julio 2005