En el boletín de la Asociación de Distribuidores de Gas Natural, AGN de Chile, en su edición de ayer 4, se consigna lo publicado por el diario Estrategia, un par de días antes (el 2): “Hunt Oil, con sede en Dallas, y sus socios en Camisea, entre los cuales están la petrolera estatal de Nigeria, Sonatrach y SK Corp. de Corea del Sur, están construyendo la planta de GNL (gas natural licuado) porque el proyecto no logró atraer suficientes clientes nacionales (peruanos).” Hay que concluir inequívocamente que para Hunt Oil no hay sino una meta: llevarse el gas al exterior porque en Perú “no hay mercado”. ¿Es nuestro país beneficencia de transnacionales de muy discutible pasado?

Preguntas obligatorias que enderezar a Hunt Oil: ¿No necesitamos energía eléctrica barata para las industrias? ¿No hay minas en la Sierra sur? ¿No existe Arequipa? ¿No hay potenciales consumidores de calefacción en Puno donde niños y ancianos se mueren, literalmente, de frío? ¿No existe consumo en la industria azucarera? ¿Y qué hay de La Oroya y su metalurgia? ¿No es bueno recordar a Ilo? ¿Y la siderurgia de Chimbote, funciona con aire? ¿Cómo, señores de Hunt Oil que en Perú NO hay clientes?

Se dice en la publicación antecitada: “El pacto es para comercializar 4 millones de toneladas de GNL al año de la planta Pampa Melchorita por 18 años y medio, a contar de su puesta en marcha en 2009. El gas será vendido a clientes de las costas oeste de Estados Unidos y México..... La firma agregó (Repsol) que este acuerdo representa el mayor negocio de compraventa de gas natural que haya firmado Repsol, en el que consiguió 10% de Transportadora del Gas Peruano (TGP), empresa que distribuye el gas procedente desde Camisea”.

Es obvio que el Perú, su gente, su industria, su producción o cualquier cosa que exista en los confines de la patria, tiene poco interés o nula curiosidad en Hunt Oil, la empresa que tiene a un vociferante empleadito, Carlos del Solar, el mismo que reclama palo, bala y represión contra los campesinos y hombres y mujeres protestantes por los abusos de las mineras en todo el país. ¡Y así quieren que el pueblo respalde sus muy dudosas políticas comerciales! ¡Si están usando al Perú como gallina de huevos de oro y a través del manejo especulativo y episódico del precio del gas exportable y punto!

¿Por causa de qué no se ha investigado qué fue del dinero restante que le debía Hunt Oil al Perú luego que en los años 80, hicieran una estafa gigantesca a nuestro país en el tema de la plata? Así como grita de modo troglodita, Carlos del Solar, exigiendo masacres al por mayor, debía, este individuo, precisar ¿qué ocurrió o quiénes diluyeron la deuda o cómo se mal negoció, en detrimento del Perú, esas obligaciones judicialmente ganadas por el Estado? ¿Cuántas fortunas se fabricaron con el dinero del pueblo? Que Hunt Oil haya ingresado por la ventana en el consorcio Camisea, es otra de las investigaciones pendientes y que habrá que dilucidar exhaustivamente para castigar o fusilar a los traidores a la patria que posibilitaron este intríngulis.

¿Cómo han actuado los tecnócratas o los ingenieros? Pareciera que aún usan plumas: les regalan espejitos y los compran al por mayor por migajas y pitanzas de muy mal olor. ¿Y qué podemos decir de los políticos, los burócratas, los supuestos hombres de Estado que debieron analizar mejor y tener un mínimo de criterio nacional y nacionalista? ¡Poco o nada, simplemente proditores palurdos!

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!