Hacia finales de 2005, Rusia proyecta lanzar un satélite destinado a sondear la Tierra a distancia, «Monitor-E». Por primera vez en la práctica mundial, para esa tarea será empleado un aparato de pequeñas dimensiones que no cederá en nada ante los satélites pesados.

Los medios espaciales para sondear la Tierra a distancia tienen hoy una amplia demanda en el mundo porque la información que recogen se aprovecha en cartografía, ordenación de la tierra, explotación de los suelos, control de las fuentes de contaminación medioambiental y de la situación ecológica en general. Como también, en hidrotecnia, mejoramiento de tierras, maderería, regeneración forestal, prospección de los yacimientos minerales, trazado de rutas, disminución de accidentes en el transporte, pesca, etc.

Por lo general, todas estas tareas habitualmente las cumplen los satélites de grandes dimensiones y elevado peso. Los gastos para diseñarlos, construirlos y lanzarlos son considerables y, como consecuencia, resulta costosa la información que estos aparatos recogen.

En Rusia, debido a la insuficiente financiación del sector espacial y la rotura de los nexos de producción tras la desintegración de la Unión Soviética, se observa una larga demora con la construcción y lanzamiento de aparatos espaciales modernos. Como resultado, los consumidores nacionales se ven obligados a aprovechar la información que proporcionan los satélites extranjeros. Huelga decir que tales servicios no son gratuitos.

Lo paradójico es que Rusia siempre había tenido posibilidad de obtener propia información satelital con alto poder resolutivo, principalmente gracias a sus aparatos de reconocimiento.

Para superar esta situación, se podría usar pequeños y baratos satélites que serían llevados a la órbita en calidad de cargamentos adicionales junto con ingenios espaciales pesados. Los pequeños satélites también podrían ser lanzados mediante vehículos impulsores de clase ligera, mayoría de los cuales representan misiles balísticos intercontinentales retirados del servicio operacional.

En cuanto al aparato de sondeo de la Tierra a distancia que partirá a la órbita a finales de año, «Monitor-E», la letra «E» significa «experimental». En estos momentos el satélite pasa las pruebas finales en el Centro Espacial «Mijail Jrunichev», célebre por sus impulsores «Proton» y los módulos de servicio «Zaria» y «Zvezda» instalados en la Estación Espacial Internacional.

El desarrollo del «Monitor-E» ha sido para el Centro una importante etapa en la nueva vertiente de su labor: desarrollo de sistemas espaciales para fines económico-sociales. La novedad consiste en que el pequeño ingenio espacial no cede en nada ante los aparatos de grandes dimensiones.

«Monitor-E» pertenece a una nueva generación de ingenios espaciales con sistemas de «alto intelecto» a bordo. Tiene un diseño modular que no es hermético, lo que ha permitido acortar los plazos de su construcción. Está equipado con dos cámaras que forman un sistema óptico-electrónico y tienen un poder resolutivo de 8 y 20 metros.

En el diseño ha sido aprovechada la plataforma espacial unificada «Yajta». El «Monitor-E» pesa 750 kilogramos. Prácticamente todos los sistemas del aparato son innovaciones de la industria aeroespacial rusa.

Los ingenieros habían tenido que adaptar el «Monitor-E» para que trabajara eficazmente dentro del sistema satelital, porque cuando un ingenio se incorpora a un sistema satelital que ya funciona en la órbita, aumenta notablemente el número de tareas que ese ingenio debe cumplir. Pues el «Monitor-E» sirve perfectamente para cumplirlas todas.

El principio clave del desarrollo del nuevo sistema espacial ruso a partir de los satélites «Monitor» consiste en crear un sistema eficaz que permita hacerlo todo: desde el lanzamiento de satélites hasta la obtención del producto final. Componente clave de ese sistema sería el grupo de satélites pequeños insertados en la órbita.

Se necesita precisamente un grupo porque los mejores resultados se obtienen cuando se aprovechan las imágenes tomadas por varios aparatos, que en este caso completan unos a otros. Así, las imágenes obtenidas mediante un radar instalado a bordo de un ingenio espacial pueden ser un valioso complemento de las imágenes tomadas en la banda óptica, pues el monitoreo vía radar no está sujeto a las condiciones atmosféricas.

Ni siquiera la insuficiente iluminación afectará el trabajo si uno de los satélites lleva cámaras infrarrojas (térmicas). Es por eso que con el tiempo, la agrupación satelital irá incluyendo otros nuevos ingenios, como el «Monitor-I» (térmico), «Monitor-S» (stereo) y «Monitor-O» (alto poder resolutivo) equipados con distintos instrumentos óptico-electrónicos, así como el «Monitor-R», con radar a bordo. Todos serán lanzados mediante el vehículo impulsor de clase ligera «Rokot».

Otros elementos del sistema espacial serán el centro de control de vuelo, el centro de recepción y procesamiento de información, y el centro de planificación de toma de imágenes y catalogación. Los dos últimos ya están listos para empezar a funcionar en el Centro Espacial «Mijail Jrunichev», y el de control de vuelo, se inaugurará poco después.

Fuente
RIA Novosti (Rusia)

Ria Novosti 14 julio 2005