En Irak continúa la caza de ex altos cargos del Ejército y del Partido del Renacimiento Árabe Socialista (Baas) que estuvo en el poder durante la época de Saddam Husein. En la noche del domingo al lunes se produjo el asesinato del general de aviación Karim Kazym Mahmud en Baakuba, una localidad situada a 55 kilómetros al noreste de Bagdad.

Los amigos del militar muerto sostienen que él ha sido víctima de los «escuadrones de la muerte» chiítas que últimamente operan en Irak.

Fundado en 1947, el Baas estaba presente en Irak desde 1954 como división local del partido panárabe.

«Desde que subió al poder el Gobierno de Ibrahim Al-Jaafari, en Irak se organizó una matanza planificada de las personas que habían sido altos oficiales en el Ejército, la Policía y las estructuras de Seguridad - afirma el general Abu Mohammed, ex alto cargo del Ministerio de Interior iraquí - Se mata a quienes están en la lista negra. Últimamente se ha iniciado una caza de pilotos, en primer lugar, de los que participaron en el ataque contra las terminales petroleras de la isla iraní de Khark»

El general Mahmud asesinado en Baakuba había sido jefe de la base aérea de Nasisiriya durante la guerra de 1980-1988 entre Irak e Irán. Los aviones Mirage-2000 estacionados en esa base participaron en el bombardeo de las terminales y depósitos petroleros en la isla de Khark cuya destrucción fue uno de los factores que hicieron al Ayatolá Homeini, líder espiritual de Irán, tomar la decisión sobre el cese de la guerra.

Según Abu Mohammed, los ex oficiales no son las únicas víctimas. También se mata a los antiguos militantes del Baas, a los imames sunitas que exigen poner fin a la ocupación de Irak, a los catedráticos universitarios y hasta a los médicos.

Los sunitas iraquíes, quienes estuvieron en el poder durante el Gobierno de Husein, se muestran convencidos de que las matanzas son organizadas por Badr, antiguo brazo militar del Consejo Supremo de la Revolución Islámica, partido chiíta que en los tiempos de Saddam tenía la base en el territorio iraní poblado mayoritariamente por los chiítas.

«La organización Badr tiene plena responsabilidad por estos asesinatos” - declaró a RIA Novosti Haris Ad-Dari, jefe del Comité de científicos sunitas.
A su vez, Badr difundió un comunicado señalando que “el objetivo de tales declaraciones es instigar una contienda civil, que es con lo que sueñan Zarkavi (Nota: líder de Al Qaeda en Mesopotamia) y los antiguos representantes del régimen de Saddam».

Sería incorrecto decir que en Irak existen únicamente las «listas negras» en relación con los sunitas. También las hay en el bando opuesto, que amenazan con represalias a los chiítas. Las cuelgan en el distrito de Dora, en Bagdad, controlado hoy en día por grupos paramilitares que prometen la muerte a los «traidores y colaboracionistas».

Los chiítas iraquíes están seguros de que son ellos el verdadero blanco de las explosiones que se producen a diario en el país y son provocadas por los combatientes de la guerrilla, mayoritariamente sunita. Todo ello da pie para que las autoridades califiquen como guerra los últimos acontecimientos en Irak.

«Cuanto está pasando hoy en Irak es una guerra en pleno sentido de esta palabra» - admitió hace unos días Leis Kubba, portavoz del Gobierno iraquí.

Fuente
RIA Novosti (Rusia)

Ria Novosti 10 agosto 2005