Mediante los convenios se incrementará la refinación de petróleo venezolano en Uruguay, abaratando los costos de producción y venta de combustible y derivados. Venezuela adquiere 50.000 toneladas de cemento pórtland para atender el déficit de viviendas, además de importar ganado bovino uruguayo a objeto de fortalecer los rebaños nacionales y la producción interna.

Venezuela y Uruguay, representados por sus gobernantes Hugo Rafael Chávez Frías y Tabaré Vásquez, respectivamente, suscribieron una serie de acuerdos de intercambio comercial en las áreas energética, agroindustrial e infraestructura, que fortalecen las relaciones binacionales, estrechadas gracias a los acercamientos que en diversas instancias internacionales han sostenido los mandatarios.

De los convenios firmados en la sede del gobierno uruguayo, destaca la ampliación, mediante inversión conjunta, de la capacidad de refinación de crudo venezolano en la procesadora montevideana La Teja, que tiene una capacidad ociosa en la actualidad de 8.000 barriles de crudo de 159 litros por jornada de un tope de 50.000 a máximo nivel. El carburante procesado se destinará al consumo doméstico de Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay, los cuales, junto al país oriental, son miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), del cual Venezuela es miembro asociado desde diciembre de 2004.

Los gobiernos venezolano y uruguayo firmaron a principios de este año el acuerdo de venta de 30.000 toneles de crudo y derivados desde Venezuela hasta Uruguay, con una facilidad de pago inicial de 75% de la factura en un plazo de 90 días y un período de 15 años, con 2 años de gracia, de cancelación del restante 25% de la compra, que pudiera incluir como forma de pago el suministro de bienes y servicios. A comienzos de este mes se envió desde Venezuela a Uruguay una embarcación con un millón de barriles de petróleo y derivados, con el cual se abastece al país del Cono Sur.

Las estatales energéticas Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland (ANCAP), acordaron la explotación conjunta de un bloque de reservas de hidrocarburos situados en la faja petrolífera del río Orinoco, estimada como el mayor yacimiento petrolero del planeta. Otro de los acuerdos comprende la instalación, en suelo uruguayo, de una destiladora de alcohol.

El subsuelo venezolano, según diversos estudios, posee reservas de más de 300.000 millones de barriles, las mayores del mundo, además de 147.000 millones de pies cúbicos de gas, las mayores existencias de América, con un 54% del total continental disponible y 2,4% de la disponibilidad mundial. Con la venta y transporte de crudo venezolano, Uruguay se abastecería del producto por un lapso de al menos 25 años.

Como una manera de atender el déficit habitacional venezolano, promediado en 1,8 millones de viviendas, ambas naciones convinieron la exportación de 50.000 toneladas de cemento elaborado por ANCAP. El ministerio de Hábitat y Vivienda (MHV), ente responsable de la política habitacional venezolana, se encargará de administrarlo para la construcción de los primeros 120.000 hogares previstos para este año.

En el sector aéreo, se rubricó un convenio de cooperación entre las empresas Consorcio Venezolano de Industria y Servicios Aéreos (Conviasa) y las Primeras Líneas Uruguayas de Navegación Aérea (Pluna).

Otra área contemplada en la serie de acuerdos, abarca la industria de alimentos, en la que se establece, en acuerdo firmado por los titulares de Agricultura y Tierras venezolano y Agricultura y Ganadería uruguayo, la venta de lotes de ganado bovino uruguayo a Venezuela, en aras de consolidar la producción doméstica de carnes y disminuir progresivamente la dependencia de la importación del rubro. De igual forma, se intercambiarán experiencias en el área de almacenamiento y procesamiento de productos cárnicos y lácteos.

El intercambio comercial bilateral, potenciado recientemente tras la primera Macro Rueda de Negocios Venezuela-Uruguay celebrada en Caracas, recibirá un mayor apoyo de los dos Estados al acordarse la promoción de créditos financieros e iniciativas que faciliten la producción privada y la reciprocidad de ambas economías.

Las operaciones del sistema eléctrico de las dos naciones abarcará la creación de un sistema de compartimiento de experiencias y herramientas tecnológicas.