El debate sobre el proyecto de constitución en Irak es intenso debido a los rumores sobre el involucramiento de los Estados Unidos en su redacción. Peter W. Galbraith afirma que ese texto es adecuado para un país dividido, refutando las acusaciones según las cuales el objetivo de dicho texto sería dividir a Irak. El gobierno de Bush, por su parte, elude los rumores sobre su implicación en ello recordando que los Estados Unidos redactaron también las constituciones alemana y japonesa con la finalidad de erradicar el nazismo y el militarismo nipón. La constitución iraquí, por tanto, buscaría igualmente impedir cualquier tipo de resurgimiento del baasismo.
¿Se puede en verdad establecer una comparación entre nazismo, militarismo japonés y baasismo? Fue Japón el que atacó Pearl Harbour y fue Alemania la que declaró la guerra a Europa. En Irak, el agresor es Estados Unidos. Además, contrariamente a lo que pretenden los Estados Unidos, el partido Baas no sólo ha hecho daño a los chiítas y a los kurdos, sino a todos los iraquíes. Más importante aún: se olvida que cuando Irak atacó a Irán, contó con el apoyo incondicional de Washington, que olvidó entonces los crímenes de Sadam Husein. Tampoco puede ocultarse el hecho de que cuando Irak invadió a Kuwait, lo hizo alentado por los Estados Unidos. Los nazis actuaron en defensa de los intereses alemanes, el B’as lo ha hecho en interés de los Estados Unidos.
El texto constitucional en sí mismo resulta preocupante. Prepara la división de Irak después de haberle negado su identidad árabe. El texto precisa que Irak pertenece al mundo musulmán y que una parte de sus habitantes pertenecen al mundo árabe. El alto grado de fragmentación previsto por la constitución favorece una división futura. El proyecto estadounidense es favorable para los kurdos y desfavorable para los árabes. Es poco probable que el país siga perteneciendo a la Liga Árabe.
Los tres países que nacerán de la fragmentación de Irak no serán viables. El Kurdistán será víctima de Turquía o de Irán, la parte chiíta será anexada por Teherán y la parte sunita por un país árabe. ¿Era ese el proyecto inicial de los Estados Unidos?

Fuente
Al-Ahram (Egipto)

«The end of Arab Iraq», por Abdallah Al-Ashaal, Al Ahram, 1° de septiembre de 2005.