El futuro de Irak se anuncia muy sombrío. Rápidamente podría convertirse en la plataforma de exportación del caos a la región y en santuario de Al Qaeda. Hoy, con independencia de la suerte que corra el proyecto de constitución, en Irak están presentes todos los ingredientes de la guerra civil y del estallido. Se desarrollan tensiones entre grupos étnicos y religiosos mientras que las influencias sirias e iraníes hacen fracasar los planes de estabilización estadounidenses.
Cegado por sus convicciones ideológicas, Washington cometió muchos errores al no tener en cuenta las realidades iraquíes. Esos yerros han acarreado el fortalecimiento de las fuerzas extremistas. Es una lástima que los partidos laicos y transcomunitarios estén apenas presentes y sean tan poco influyentes. Los chiítas han desarrollado dos partidos muy vinculados a Teherán, el ASRII y Al-Dawaa. Deben mucho a Irán y tienen una cuenta que saldar con los sunitas. En cuanto a estos últimos, el paisaje político se comparte entre los nostálgicos del Baas y los islamistas de Zarkaui. Ahora bien, George W. Bush quiere iniciar la retirada para limitar los daños en las elecciones de 2006, lo que conducirá inevitablemente al estallido del país. Partiendo de esa premisa, las minorías harían escuchar sus voces en toda la región, abriendo la vía a la redifinición global de las fronteras.
Esta situación contraviene los planes estadounidenses de democratización, de lucha contra el islamismo y de autonomización respecto del petróleo saudita. En cuanto al islamismo en Irak, está prosperando en sus dos versiones, sunita y chiíta. El notable efecto imputable a la intervención estadounidense en el «hormiguero» medio-oriental es que alteró profundamente «el orden árabe» esclerosado... Por esa razón, la renuncia de países como Libia a su programa nuclear es un hecho positivo, o también la expulsión del ejército sirio del Líbano. En cambio, el empantanamiento de los estadounidenses en Irak permite a Irán desafiar a la comunidad internacional. También es la consecuencia del nacionalismo árabe que ha construido un orden autoritario y, en ocasiones dinástico, hoy esclerosado.

Fuente
Le Figaro (Francia)
Difusión: 350 000 ejemplares. Propiedad de la Socpresse (creada por Robert Hersant, hoy es propiedad del constructor de aviones Serge Dassault). Es el diario de referencia de la derecha francesa.

«Une impasse totale et une décomposition prévisible», por Antoine Basbous, Le Figaro, 2 de septiembre de 2005.