Niña colombiana

Posdata a Colombia, desde el asteroide B-612:

“«Había una vez un principito que habitaba un planeta
apenas más grande que él y que tenía necesidad de un amigo...»

Quiero mirarte, Colombia, no desde ideologías y cotidianidades,
no desde este planeta, terminal casi, sino desde aquel asteroide
en donde el dolor de la nostalgia también existe,
pero que sigue habitado por la terquedad del sueño
y donde reina, con una flor y un cordero,
un estrafalario e inocente niño.

Desde allí -y con él- te pregunto, casi en confidencia, como a nueva amiga, lo esencial de tu vida:
“¿Qué tono tiene tu voz, Colombia?
¿Qué juegos prefieres?
¿Te gusta coleccionar mariposas, verdad?”

Me dirás que “durante mucho tiempo tu única distracción fue la suavidad de las puestas de sol”.
Y me contarás, pasito…
“Me gustan mucho las puestas de sol;
vamos a ver una puesta de sol…”
- Tendremos que esperar… ”
te diré
- ¿Esperar qué?
- Que el sol se ponga...

Parecerás muy sorprendida, primero, y después te reirás de ti misma.
Y me dirás: “Siempre me creo que estoy en mi casa.
¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!
¿Sabes?... Cuando uno está verdaderamente triste
son agradables las puestas de sol”.

Y entonces te diré, te diremos:
“Sí... yo te quiero, ha sido culpa mía que tú no lo sepas;
pero eso no tiene importancia. Trata de ser feliz...”

Adiós, nos dirás, contándonos, como si volvieras a ser niña, tu secreto:
“Los ojos son ciegos. Sólo se ve bien con el corazón”.

Desgraciadamente, no sé ver un cordero a través de una caja.
Es posible que sea un poco como las personas mayores…
He debido envejecer…

Pido perdón a los niños y niñas de Colombia por haber robado
esta posdata entera al autor del Principito,
y por dedicársela a una persona mayor: a ella, a Colombia.
Tengo (como el autor verdadero), una seria excusa:
esa persona mayor es la mejor amiga que tengo en el mundo.
Pero tengo otra excusa: esa persona es capaz de comprenderlo todo,
incluso las posdatas para niños.
Tengo una tercera excusa todavía, como el autor:
esta persona pasa hambre y frío y tiene, por consiguiente,
una gran necesidad de ser consolada.
Si no fueran suficientes todas esas razones,
quiero entonces dedicar esta plagiada posdata
a la niña que fue hace tiempo, aquella persona mayor.
Todas las personas (y naciones) mayores antes han sido niñas.
Pero pocas de ellas lo recuerdan.
Corrijo, pues, nuestra posdata:

A Colombia, cuando es niña...

Extracto de la ponencia leída por Alexis Ponce
en el acto de lanzamiento del libro
Más allá del Embrujo, Tercer año del Gobierno
de Álvaro Uribe en materia de derechos humanos
,
realizado el día viernes 9 de septiembre de 2005
en el centro de convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada.

Intervenciones:
Natalia Paredes, PIDHDD Colombia, Presentación del acto.
Senador Gustavo Petro, análisis político.
Representante de la Comunidad GLBT de Colombia.
Alexis Ponce, delegado internacional.