La elección misma de la fecha de la ceremonia, que se llevará a cabo en el estado de Jalisco, zona de principal influencia de la extrema derecha y de la jerarquía, es desafiante para el simbolismo del estado laico, al que se oponían los cristeros, al grado de que uno de los nuevos beatos, Anacleto González Flores, ideólogo y organizador de esa lucha, satanizaba a la revolución, en particular a la mexicana, como parte de una trilogía que, propagaba, era necesario destruir, y que incluía a la masonería y al protestantismo.

González Flores fue impulsor de la Unión Popular, grupo secreto desestabilizador del gobierno, y los cristeros que serán beatificados pertenecían a grupos como la Asociación Católica de la Juventud Mexicana, ACJM,que luego aportarían cuadros y contingentes al derechista Partido Acción Nacional, creado en 1939 y hoy en el poder.

La reivindicación de la memoria de los cristeros ha formado parte de los proyectos de revisión de la historia de algunos sectores panistas y también del incoherente perfil político de Vicente Fox. Ya en 1999 y 2000, en su larga campaña presidencial, al lado de su formación empresarial y su evidente desapego a la cultura, sus raíces católicas conservadoras y en particular su identificación con los ideales cristeros, motivaron comentarios y polémicas en la prensa nacional e internacional.

Sin embargo, este y otros temas de naturaleza ideológica no recibieron la importancia que merecían, desplazados por la apabullante y falaz propaganda foxista basada en consignas como el "cambio", el "amanecer" y la supuesta urgencia de "sacar al PRI de los Pinos"

Finalmente, las consecuencias de la omisión se traducirían en un radical y manifiesto desacuerdo de la sociedad con las visiones conservadoras de algunos nuevos funcionarios y de encumbrados panistas que se consideraban ya dueños del país, de tal suerte que semanas después del triunfo de Fox el propio gobernador de Guanajuato tuvo que vetar una ley que en conformidad con las líneas del Vaticano pretendía llevar a la cárcel a las mujeres que abortaran aún en el caso de haber sido violadas; los alardes religiosos de Fox despertaron más críticas que simpatías y Carlos Abascal provocó varios escándalos públicos al expresar las ideas y proyectos políticos de su padre.

En agosto de 2000, al conmemorar los 100 años del natalicio del general cristero Aurelio Acevedo Robles, su nieto, el diputado panista Gustavo A. Vicencio Acevedo defendía la lucha de su abuelo "en defensa de lo más sagrado para él, que fue su fe", a la vez que resumía la situación de la herencia cristera ante la sociedad mexicana: "Con el triunfo de Vicente Fox, católico creyente y practicante, a la presidencia de la República, y con el debate tan intenso que se ha dado en los medios de comunicación sobre las mal llamadas reformas antiaborto en Guanajuato, ciertos sectores de la población de han estado rasgando las vestiduras, gritando a los cuatro vientos: ¡Que la ultraderecha vuelve por sus fueros! ¡Que los conservadores intolerantes buscan apoderarse del país!" ¡Que los fanáticos oscurantistas quieren imponer su visión decimonónica en este México del siglo XXI!". En ese ambiente de linchamiento, seguramente esta conmemoración sobre un jefe cristero es una clarísima muestra de esa estrategia maquiavélica y todos nosotros somos agentes de los más oscuros intereses del Vaticano". (David, Vol. VIII, Epesa, México, 2000, p. 309).

Ciertamente, existía entonces y existe hoy una actitud crítica de muchos sectores sociales hacia la herencia ideológica cristera y hacia los proyectos del Vaticano, que sí estaban relacionados con el episodio de Guanajuato, pero en los hechos Fox no resultó ser tan católico ni tan practicante, sino que se fue evidenciando su propia inconsistencia ideológica, que conjunta con su herencia religiosa la influencia, consciente o no, de valores liberales y su apego a los convencionalismos y proyectos de una derecha empresarial cuya matriz ideológica está en el mundo anglosajón más que en la esfera del catolicismo. Así, el matrimonio Fox-Sahagún, con toda su reverencia a la figura del pontífice, pudo formarse gracias a las leyes juaristas y desafiando las prohibiciones religiosas vigentes contra el divorcio y los matrimonios sucesivos.

Por esos factores se ha ido desdibujando de nuevo la figura del Fox cristero, pero el tema de las raíces y proyectos católicos se plantea otra vez con prospectos panistas como fue de Manero efímera Carlos Medina Plascencia y como es todavía Felipe Calderón Hinojosa, que previsiblemente, y como ha hecho ya el primero de ellos en su libro Ahora es cuándo, tratarán de soslayar la presencia de esos componentes ideológicos en su propaganda de campaña.

Puesto que las elecciones del 2000 son advertencia de lo que pudiera ocurrir en 2006, vale la pena recodar algunos testimonios, quizás prácticamente olvidados ya, acerca de las encarnaciones del Fox cristero hace unos años.

En febrero de 2000, Agustín Estrada, diácono de la diócesis de Aguascalientes, bautizaba a Fox como el candidato "más cristero de todos" (Reforma, 20 de febrero de 2000), mote que cobraba un significado especial al vincularlo con la decisión pontificia de aquellos tiempos de beatificar a 24 "mártires" cristeros.

En su libro autobiográfico Vicente Fox a los Pinos (Océano, México, 1999), el entonces candidato había afirmado que "en el centro del país los cristeros han tenido mucho que ver con el triunfo panista, así como los sinarquistas en Aguascalientes, Querétaro, Jalisco y Guanajuato…".

Cuando era gobernador de Guanajuato, le preguntaron a Vicente Fox cuáles eran sus lecturas favoritas, a lo que respondió que los libros sobre liderazgos internacionales: Mahatma Gandhi, Juan Pablo II, Vaclav Havel, Lech Walesa, Mihail Gorbachov; y dijo que le encantaba leer sobre los cristeros, "ésos son los que me inspiran, me dan fuerza, esa autenticidad de la gente humilde, esa entrega total y absoluta, esa pasión por luchar por un ideal..." (Suplemento "Lectura" de El Nacional, 16 de mayo de 1998).

De hecho, Fox solía recurrir en sus actos de campaña a una "frase cristera", que utilizó, por ejemplo, la tarde del 27 de mayo de 2000, en Boca del Río, Veracruz, Fox utilizó una frase cristera en un mitin ante mas de 7 mil personas: "Si avanzo, síganme y la gente nos ha seguido. Si me detengo, empújenme, me detuve el martes y la gente nos empujó con miles y miles de mensajes telefónicos, cartas, faxes, etcétera y si me detengo, mátenme, pues entonces no me detendré, porque imagínense si lo hago... yo seguiré hasta donde tope, nada nos detendrá en esta lucha por México". (www.vicentefox.org.mx/campana/carta_semanal/17.doc).

Ya en septiembre de 1999, en un acto celebrado en ocasión de los 60 años de Acción Nacional, en el auditorio del Palacio Mundial de las Ferias (ubicado en la calle de Lafragua), en la ciudad de México, Fox "encendió el ánimo de los jóvenes del blanquiazul recurriendo a la frase cristera que ha llevado durante su campaña: "¡Si avanzo, síganme; si me detengo, impúlsenme, pero si retrocedo.... mátenme!". Los panistas convencieron a Fox de que encabezara una marcha al Angel donde "los niños bien del albiazul" gritaron además: "¡Fuera Zedillo! ¡Fuera Cárdenas! ¡El PRI a la chingada... presidente Fox Quesada!". (La Jornada, 18 de septiembre de 1999).

Se sabe que Fox recurría al mencionado lema cristero ya desde 1991, cuando era candidato a gobernador de Guanajuato y el 11 de junio de 2000, en Reforma, Jaime Sánchez Susarrey, hacía notar que "La frase que mejor ilustra esta faceta de la personalidad de Fox es aquella que ha repetido a lo largo de toda su carrera política: "Si avanzo, síganme, si me detengo, empújenme, si retrocedo, mátenme". Esas palabras fueron originalmente pronunciadas por el que era el obispo de Tamaulipas durante la guerra cristera.

En ellas el heroísmo y el sacrificio se hermanan contra la traición y la cobardía y se sellan con el compromiso de ofrendar la vida misma. Son estrofas de tiempos de guerra y no de paz. La lucha es total. El destino final solo puede ser la victoria o la muerte. Es la versión católica de la consigna de Fidel Castro: "Patria o muerte! Venceremos!" Nada mas alejado de este espíritu que la política entendida como
negociación, entendimiento y diálogo…"

Por cierto, la frase cristero foxista se ha atribuído muchas veces al Ché Guevara y como tal se usó en junio de 2003 en Bolivia una reunión de la La Asamblea del Estado Mayor del Pueblo, que concluyó con llamamientos a constituir en ese país una fuerza guerrillera similar al EZLN de México.

De los cristeros a Perot

El 4 de junio de 2000, en su artículo "Labastida y Fox, dos futuros para México", publicado en El País, Enrique Krauze hacía notar la importancia de la vertiente religiosa en Fox. Leemos: "..Fox, que se sintió tentado a ser cura, es ajeno a la tradición liberal, lo cual no es una limitación biográfica menor (...). A Fox le apasiona sobre todo el episodio central de su terruño, epopéyico si se quiere, pero no democrático: la guerra cristera. Desde chico le gustaba oir las anécdotas de los viejos combatientes, colecciona libros y efigies sobre el tema y visita sus museos. En septiembre de 1998 -en uno de sus extraños desplantes- rubricó su discurso con el grito cristero: "Si avanzo, ¡síganme!; / si me detengo, ¡empújenme!; / si retrocedo, ¡mátenme!"(...).

El 11 de junio de 2000, la revista chilena Qué Pasa señalaba: "de estilo campechano e irreverente, de profundas convicciones católicas y conservadoras, el empresario de derecha Vicente Fox se perfila como la carta más peligrosa para destronar al PRI del poder en México".

La publicación mencionaba también que "según un documento que algunos diputados priístas manejaban el martes 6, entre los estadounidenses que estarían apoyando a Fox se encontrarían el ultranacionalista Ross Perot y empresas como la Coca-Cola o la Microsoft, además de fundaciones religiosas y medios de comunicación. En enero de 1988, Korrodi y González formaron una asociación civil llamada "Amigos de Fox", la cual se encarga de recaudar los fondos".

Acerca del catolicismo del candidato panista citaba entre otros el testimonio del periodista Juan Manuel Venegas, "que lleva nueve años siguiéndole los pasos al candidato" y quien afirmaba: "Fox creció rodeado de historias sobre los cristeros. Su familia es de un arraigado catolicismo y él, incluso, cada vez que tiene un evento importante, suele acudir antes a la basílica…A veces se cree un iluminado al que Dios lo puso en este asunto, esto me lo ha confirmado gente muy cercana a él".

Esa información acerca de las pretensiones mesiánicas de Fox está confirmada en el libro El Amanecer (ediciones 2000, México, 2000), escrito por el estadounidense Bruce Fielding Tipton, amigo de Fox, y su esposa Hilda Rico Llanos. En él se pretendía exponer "…el lado humano de Vicente, un poco más profundamente de cómo le han presentado en otros escritos" (p. 14).

En el libro se incluían testimonios de la madre de Fox y del propio Fox acerca de su religiosidad y la influencia de esta sobre su labor política. Según el propio Fox, citado por Fielding: "Siempre, desde que tengo uso de razón, he sentido mi cercanía con Dios; uno lo ve en la gente, en todo, yo diría que el punto más visible para mí es que los humanos recibimos la inspiración de alguien, yo lo llamo Dios, otros lo llaman como les guste. Yo no concibo mi quehacer político sin esa inspiración de Dios. Sólo así entiendo todas las cosas que digo, todo lo que pongo en una conferencia, a veces creo que son tonterías, que se me salen de alguna manera, por ser católico, la mano de Dios, es por El, que en mí es inspiración…" (p. 30)

Por su parte, el 21 de noviembre de 2000, en El Universal, Emmanuel Carballo
comentó: "…el hoy presidente electo juega un papel fundamental para comprender nuestro transcurrir como nación. Fox no suele pronunciarse sobre la historia: el tema no sólo le cuesta trabajo, le resulta molesto. Sus escasas declaraciones, según recuerdo, tenían que ver con Juárez y la guerra cristera. Al primero lo calificó como figura "sobrevalorada". Sobre el conflicto religioso se pronunció sin ambigüedad. En su opinión, los cristeros merecen el reconocimiento póstumo que la historia oficial les negó sistemáticamente".

El carácter reaccionario de los pontificados de Juan Pablo II y de Joseph Ratzinger, ha hecho realidad el deseo de Fox, al grado de que varios de los cristeros que serán beatificados -los sacerdotes José Trinidad Rangel y Andrés Sola Molist y el seminarista Leonardo Pérez Larios- ejecutados en 1927, acusados de haber asaltado un tren, fueron detenidos nada menos que en San Francisco del Rincón, municipio donde se ubica el rancho de los Fox, conocido hoy por los abusos que allí ejerce la familia gobernante.

Adital