Los 175 Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Nueva York deberán responder a la delicada pregunta de la utilidad de la ONU y deberán discutir el proyecto de reforma de dicha institución. La ambición es, ni más ni menos, la de remodelar una nueva era en materia de política mundial. El mundo ha cambiado en estos 60 años y la naturaleza de los conflictos también ha evolucionado considerablemente, por lo que es necesario reorganizar la ONU. La tarea será ardua y será difícil llegar a un consenso con tantos Estados Miembros, pero las amenazas que gravitan sobre el mundo de hoy (proliferación de armas de destrucción masiva, terrorismo, «Estados en total decadencia», pobreza persistente, cambio climático, sida) exigen una acción urgente.
Algunos se interesan más en la composición del Consejo de Seguridad de la ONU y otros en los temas de gestión. Se trata de cuestiones importantes, pero que no deben ocultar los puntos esenciales: la seguridad, los Derechos Humanos y el Desarrollo. La Unión Europea concede mucha importancia al hecho de lograr un consenso en los pasillos de las Naciones Unidas. No es una sorpresa, ya que la Unión Europea también nació del trauma de la guerra y, como la ONU, se basa en el principio según el cual los Estados están más aptos para enfrentar los retos que se les presentan cuando están unidos. La UE participa en un 50% en el conjunto de las contribuciones de los miembros de la ONU y está determinada a que esta Cumbre dé lugar a una organización reformada, capaz de cumplir sus promesas iniciales.
Al respecto, la creación de una Comisión de Consolidación de la Paz será determinante pues permitirá garantizar la transición, hoy inexistente en nuestra arquitectura internacional, entre la asistencia post conflicto, la estabilización y el desarrollo a más largo plazo. Ya en los Balcanes y en Afganistán, la UE intenta poner en práctica este tipo de enfoque coherente. A fin de prevenir los conflictos y su recurrencia, debemos incrementar nuestros esfuerzos a favor de la protección de los Derechos Humanos. Ahora bien, la actual Comisión de los Derechos Humanos no es un instrumento eficaz. También debemos insistir en la seguridad de las poblaciones adoptando un concepto moderno de soberanía según el cual los Estados deben proteger a sus poblaciones, y no sólo sus fronteras.

Fuente
Le Figaro (Francia)
Difusión: 350 000 ejemplares. Propiedad de la Socpresse (creada por Robert Hersant, hoy es propiedad del constructor de aviones Serge Dassault). Es el diario de referencia de la derecha francesa.
El Periodico (España)

«Tomarse en serio los derechos», por Benita Ferrero-Waldner, El Periodico, 13 de septiembre de 2005.
«¿Para qué sirven las Naciones Unidas?», Le Figaro, 13 de septiembre de 2005.