La retirada de Gaza acabó pero el pueblo judío sigue enfrentado a asuntos de enorme importancia. Antes de tomar nuevas medidas para garantizar un Estado judío y democrático, debemos sacar las lecciones de esa primera retirada. Durante nuestras próximas iniciativas, deberemos mostrarnos más sabios y más respetuosos de los criterios democráticos.
Después del fracaso de las negociaciones de Camp David, Israel está obsesionado por un asunto: ¿existe un socio palestino con el cual pueda entablar la paz? Los que afirman que no, están a favor de acciones unilaterales. Ahora bien, tales iniciativas sólo refuerzan el terrorismo. ¿Por qué los palestinos combatirían el terrorismo si los ayuda a alcanzar sus objetivos? Es preferible emplear lo que llamaría un camino dorado para la paz. Es necesaria una iniciativa israelí capaz de estimular una dinámica de diálogo.
Para ello, Israel debe reconocer que todos los territorios fuera de la barrera de seguridad no formarán parte de Israel; por consiguiente, hay que dejar de considerar esas zonas como prioridades de desarrollo nacional. Esa política debe combinarse con la continuación de la construcción de la barrera y de las operaciones antiterroristas. También es necesario que Israel se muestre muy favorable al objetivo de los dos Estados. Semejante política sería buena para los judíos y también para los palestinos. Hay que discutir esto con la población y contaremos con su apoyo. _ La retirada quedó atrás, pensemos en el futuro.

Fuente
Ha’aretz(Israel)
Diario de referencia de la izquierda intelectual israelí. Propiedad de la familia Schocken. Tirada de 75,000 ejemplares.

«The golden path after Gaza», por Ami Ayalon, Ha’aretz, 9 de septiembre de 2005.