Los pabellones de Fitcar, en el Aeropuerto La Carlota, fueron visitados por 100.000 personas, mientras 1.100 empresarios locales y de los países participantes realizaron negocios por unos 160 millones de dólares, donde un 33% corresponde a acuerdos de inversiones mixtas, 29% a negocios pactados por operadores de turismo; 19% a transacciones entre agencias de viaje y 9% a alojamientos a escala, según el el balance entregado por el ministro de Turismo Wilmar Castro Sotelo.

Las delegaciones de Argentina, Brasil y Chile retornaron satisfechas a sus respectivos países tras la visita de una semana, al igual que las representaciones de otros lugares del mundo. Según sus organizadores, el evento tuvo un costo de mil millones de bolívares, que equivalen a unos 500 mil dólares. La mayoría de los expositores viajó por invitación y el uso de los pabellones tampoco tuvo costo.

Venezuela aspira a incrementar en un tercio su actual oferta de 9.000 "habitaciones de exportación", concebidas para visitantes internacionales. El país está recibiendo sólo 400.000 turistas foráneos al año, cifra que se espera aumentar a un millón en 2007. El desafío de aquí a la próxima feria, programada para septiembre de 2006, consiste en fortalecer las redes de comercialización, infraestructura y capacidad instalada.

El ministerio de Turismo se propone capacitar a 24 mil trabajadores para su desempeño en el sector, a un costo de siete millones de dólares, a la vez que impulsa planes para mejorar la infraestructura en sectores geográficos clave como Nueva Esparta (Isla de Margarita), Zulia (Maracaibo), Falcón (Coro) y Mérida, donde existe una gran variedad de atracciones naturales, que incluyen las típicas playas caribeñas, médanos y la montaña nevada del Pico Bolívar, que marca el comienzo o el final de la Cordillera de Los Andes que recorre toda América del Sur.
El ministro Castro Sotelo ve en el turismo una vía para "fortalecer las raíces y el patrimonio cultural de Venezuela" y, a la vez, una palanca de desarrollo económico endógeno, auto-sustentable, que contribuya a combatir la pobreza en diferentes rincones del territorio nacional.

El turismo podría generar importantes fuentes de trabajo en lugares remotos, a partir del desarrollo de pequeñas y medianas empresas receptoras de visitas turísticas. En los actos de la feria, el Ministro describió las líneas estratégicas del despacho de Turismo.
Venezuela renovó la maquinaria y las cabinas del Telesférico de Caracas, que permaneció inutilizado por más de dos décadas, y rehabilitó el hotel Humboldt, en la cima de la montaña El Ávila, frente a la ciudad y a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. En la cumbre existe un micro clima más bien frío, donde se cultivan flores y frutas exóticas y además puede contemplarse, simultáneamente, el Mar Caribe y los rascacielos y autopistas de la capital en un paseo denominado "Ávila Mágica". En el hotel existe una cancha de patinaje de hielo.

El Estado apoyó la expansión del turismo con la inversión indirecta de unos 172 millones de dólares mediante la exoneración de fletes marítimos en los estados Falcón, Sucre y Nueva Esparta. El país todavía necesita adecuar su infraesctrura para posicionar sus productos turísticos en los mercados local e internacional. La FitCar se propuso impulsar el turismo como factor de desarrollo económico, de progreso social y de aproximación entre los pueblos, indicó el ministro.

Todavía existe una veta no tradicional y no explotada por el turismo, que podría safistacer el deseo de miles de personas con capacidad económica en diferentes partes del mundo e interesadas en conocer en el terreno las transformaciones sociales del proceso venezolano en el sector salud, la rehabilitación de los derechos políticos de los indígenas que continuan llevando su vida normal en medio de la selva y muchos otros aspectos sociales, económicos y políticos de la llamada revolución bolivariana.

La visita a esos centros podría combinarse con los circuitos turísticos tradicionales, según el interés de los visitantes. Una oportunidad práctica, y a la vez un desafío, para esta faceta de turismo social y político será la concurrencia masiva al VI Foro Social Mundial Policéntrico y al II Foro Social Américas, a efectuarse simultáneamente en Caracas entre el 24 y el 29 de enero de 2006.