Resaltamos la ponderación, prudencia y disposición de los negociadores de ambas partes. El gobierno en su dinámica de actuar aplica una metódica expresada en la toma específica del área; en la racionalidad de las negociaciones, donde, además de demostrarse que la tradición jurídica-legal de las tierras son propiedad del estado, se presenta un proyecto productivo para ocupar dichos terrenos. De parte contraria se demuestra paciencia, decencia e interés en abrirse a una negociación buscando la relativa equidad, resaltando no estar dispuestos a prestarse a la manipulación mediática.

Una vez más, la oprobiosa ansiedad de los medios de comunicación por denunciar y escandalizar sobre actitudes autoritaristas, secuestros, atropellos, que pudiesen alimentar su agenda diversionista ideológica fue derrotada. En esos momentos se dieron ejemplos de profunda interrelación democrática y de cómo construir un nuevo país. El Ing. Carlos Azpurua independientemente de apoyar o no al proceso revolucionario demostró su compostura y moderación al ponerse a la orden como conocedor de la zona, para el desarrollo de las propuestas de trabajo a ejecutar en el área intervenida.

Esta acción la interpretamos, en que los históricos usufructuarios de "La Marqueseña", quienes han hecho uso de los mejores suelos de la nación están dispuestos a compartir con los pisatarios de dichas tierras sus usos y beneficios. Por fin estos últimos tiene derecho a hacer uso de las ventajas agroecológicas que esas extensiones de tierra poseen. La riqueza forestal y la biodiversidad; el recurso hídrico y el alto valor biológico del suelo se ponen a la disposición para emprender nuevas iniciativas productivas.

El Centro Genético Productivo "Florentino"

Además de este histórico resultado obtenido en poder recuperar parte de estas tierras, se le integra la creación del Centro Genético Productivo "Florentino". Propuesta articulada a tres gruesas acciones de producción. Se plantea: el oportuno y justo mejoramiento genético de nuestro ganado tropical; incidir e insistir en prácticas conservacionistas en la producción de café, cacao, musáceas entre otras, para recuperar las cuencas hidrográficas y la producción de semillas agroecológicas garantizadas. Este ultima propuesta, apoyada por el movimiento agroecológico internacional con la presencia de Vía Campesina y el Movimiento de Sin Tierras de Brasil. Presagian la producción de semillas de arroz orgánico, la soya tropicalizada y hortalizas.

Los Paquetes Tecnológicos

De lo expresado en el programa "Alo Presidente" nro. 234 entendimos que las acciones técnicas y de desarrollo del Centro Genético Productivo "Florentino", en esencia serán "agroecológicas". Implica que en las áreas por intervenir no pueden, ni deben amarrarse a la elaboración y aplicación de paquetes tecnológicos. Ya tenemos una trágica historia de los fracasados planes de siembra por la imposición de modelos y paquetes. Los ejemplos sobran y abundan en nuestra geografía nacional, especialmente como ha sido el desproporcionado manejo y usos de fertilizantes químicos, insecticidas y pesticidas.

La principal causa de los fracasos de esos paquetes o modelos, es el carácter de los mismos. El nombre mismo lo indica. Un paquete sirve para envolver, encierra una serie de cosas, momentos y circunstancias que no se escapen y se pierdan. Todavía algunos tecnócratas del agro insisten y pretenden que se pueden crear o tratar paquetes tecnológicos abiertos, pero por más esfuerzos que se hagan, siguen siendo cerrados. Ello proviene del enfoque de sistema utilizado por la ciencia agrícola para la elaboración de los paquetes o modelos.

En el trabajo de la agricultura se trata de interactuar en un sistema biológico, es decir, integrado en la física y química que afecta la biología de la planta o del animal. La ciencia agroecológica incide en abrir el sistema productivo (abrir los paquetes). Ello implica avanzar en nuevas organizaciones sociales de la producción abarcando dimensiones sociales, organizativas, económicas, políticas y culturales del trabajo productivo.

La agricultura sustentable propuesta en nuestra constitución requiere de los aportes y apoyos de la agroecológia. Pero le corresponde al propio productor campesino tomar la decisión de lo que le conviene y no conviene, dentro de su estrategia y racionalidad ambiental y económica. Para el Presidente Chavez está muy claro y lo expresó en el Alo nro 234, " debemos aprender de nuestros campesinos". Afortunadamente los amigos de Vía Campesina son buenos conocedores de dicha racionalidad.
Nos corresponde entonces seguir avanzando y manteniendo la propuesta técnica-agroecológica, no sólo para los terrenos de "La Marqueseña", sino también para las política públicas agrícolas a nivel nacional.

Como lo ha venido presentando en sus 18 años de actividad, el Instituto para la Producción e Investigación de la Agricultura Tropical (IPIAT), en los estados Falcón, Mérida, Portuguesa y Barinas (cerca de "La Marqueseña") nunca ha aplicado paquetes tecnológicos cerrados. Todo lo contrario siempre se han propuesto una serie de técnicas agroecológicas amplias, donde el campesino escoja, pruebe, adecue y transforme su propio proceso productivo.
Finalmente en estas experiencias agroecológicas bien logradas, hemos aprendido que hacia la transición de una agricultura agroquímica-transgénica hacia una agricultura sustentable los procesos productivos están interrelacionados y cada modificación obligará a revisar los otros componentes del sistema.

El campesino es el que mejor conoce la amplia dinámica de esas interrelaciones, por lo tanto el nuevo papel de los técnicos u extensionistas ha de consistir en ayudarle a comprender y mejorar las implicaciones de las innovaciones tecnológicas. Se ofrece un nuevo tipo de valores para ser asumidos por los técnicos, porque les significa mayor trabajo, formarse para conocer a fondo la ciencia agroecológica, sus contextos, su origen e implicaciones y entender y sentirse capaces de acompañar al campesino en su proceso.