Gasprom propone catalogar entre los estratégicos prácticamente todos los yacimientos cuyas reservas de gas superan 300,000 millones de metros cúbicos. Si la propuesta del consorcio que controla más de la mitad de las reservas de gas en Rusia es aceptada, el Estado se verá privado de fuertes inversiones, advierten expertos.

La nueva versión de la ley del subsuelo, preparada por el Ministerio de Recursos Naturales de Rusia, restringe el acceso de las compañías extranjeras y de los inversores privados a los yacimientos.

De acuerdo con esta ley, en los concursos de adjudicación de contratos de explotación de importantes yacimientos podrán participar sólo aquellas compañías en que accionistas rusos posean no menos del 51% del capital social. Los yacimientos estratégicos con reservas superiores a un billón de toneladas de metros cúbicos de gas y 150 millones de toneladas de petróleo podrán ser explotados sólo por compañías estatales.

Pero el monopolio gasístico consideró que los criterios elaborados por el ministerio son demasiado liberales. Los ejecutivos del consorcio consideran que entre los yacimientos estratégicos deben catalogarse todos los yacimientos con reservas superiores a 300,000 millones de metros cúbicos de gas.

«Esto se hará extensivo a los yacimientos recién descubiertos –explicó ayer en las audiencias en la Duma de Estado Vasiliy Podiuk, miembro del consejo de dirección de ‘Gasprom’-. Si las reservas superiores a 300,000 millones de metros cúbicos son descubiertas por la compañía extractora, el yacimiento pasará a formar parte del patrimonio federal del subsuelo, mientras el Estado le indemniza a la compañía los gastos».

«Los productores de gas independientes acapararon licencias para explotar importantes yacimientos gasíferos y ahora no saben qué hacer con el gas –se queja un gerente de ‘Gasprom’-. Las cañerías del consorcio no pueden transportar este gas, al tiempo que las compañías privadas no se apresuran a tender sus propios conductos».

«Los productores independientes van siendo desplazados –opina un funcionario allegado al consejo de directores de ‘Gasprom’-. No le incumbe al monopolio elaborar los criterios de evaluación de los yacimientos estratégicos. El proyecto de la ley del subsuelo debe recoger los intereses nacionales y no los deseos de ‘Gasprom’».

«Participando en el proceso de distribución de yacimientos, ‘Gasprom’ podrá sacar el máximo provecho sin incurrir en gastos considerables –opina Valeriy Nesterov, analista de la compañía de inversión ‘Troika Dialog’-. Pues de lo contrario el monopolio se vería obligado a competir por los yacimientos promisorios con compañías privadas dispuestas a ofrecer mucho más dinero».

Fuente
RIA Novosti (Rusia)