En la historia del movimiento patriótico iraquí, el principal criterio de lucha ha sido la oposición a toda hegemonía extranjera. Se observa igualmente que la nacionalización del petróleo iraquí ha sido un exitoso acontecimiento económico y que no existe ninguna justificación para que ese petróleo ya no sea administrado por el Estado. En esas condiciones, ningún gobierno en Irak puede sobrevivir si tiene la intención de confiar a intereses extranjeros la gestión del petróleo iraquí. Para lograrlo a cualquier costo, los Estados Unidos quieren destruir la ciudadanía iraquí y dividir al país en diversas entidades étnicas o religiosas.
La sociedad iraquí, contrariamente a los políticos corruptos y a los jefes militares, rechaza la política estadounidense en Irak. Mientras más Estados Unidos ataque al Estado iraquí, más hostil les será la sociedad iraquí. Es eso lo que explica el fracaso de las fuerzas de ocupación. Los iraquíes se aferran a sus raíces árabe-musulmanes. Mientras que el gobierno no reconozca la soberanía popular y el principio de solidaridad en la gestión de la economía y del sistema social iraquí, no será legítimo.
Rechazamos el modelo estadounidense de globalización neoliberal y el imperialismo. No estamos solos, esta oposición ocurre en todas partes del mundo.

Fuente
Al-Ahram (Egipto)

«Why the US will lose», por Abdul-Ilah Al-Bayaty, Al Ahram, 9 de noviembre de 2005.