La Localidad de San Cristóbal en Bogotá, realiza varias fiestas durante el curso del año, (festival de las Cometas, de Anime, de las Culturas). El pasado 2 y 3 de diciembre le tocó el turno a la Fiesta del Maíz, que en esta ocasión sirvió de marco para la realización del Primer Encuentro Sur de Productores Agroalimentarios

Esta vez, como en las anteriores, su celebración, convocó a las organizaciones sociales urbanas de todo su territorio. La novedad fue la llegada de numerosas organizaciones rurales de la meseta cundiboyasence. Este Festival quería dinamizar alternativas contra el hambre y el TLC con un elemento tan vital para los barrios populares y productores agrícolas, como es el tema de la soberanía alimentaria.

Hoy se reconoce la importancia de luchar por una soberanía alimentaria popular que garantice un abastecimiento para todos. Una soberanía que conserve el medio ambiente, que no vincule elementos transgénicos y agroquímicos en su producción. Los productores orgánicos que ganan esta consciencia, se encargan de interesar a los vecinos y a todos aquellos a quienes surten, para incluir productos no contaminados en su canasta familiar.

Este Festival y el Encuentro que posibilitó, más que un evento fue un ejercicio concreto para resistir a las transnacionales y el TLC, y proponer nuevas formas de relación directa entre campesinos y consumidores. A través de cuatro escenarios campesinos y citadinos, buscaban articular experiencias, productos y saberes.

  1. Rueda de Negocios: Con previas reuniones se pretendía construir confianzas para agilizar, en un futuro próximo, negocios más directos que eliminen los intermediarios. A corto plazo se propuso construir un centro de acopio y repetir la experiencia de Encuentro Sur.
  2. Mercado campesino: La exhibición de los productos agrícolas orgánicos se encadenó al debate sobre el Plan de Abastecimientos Alimentario para Bogotá. Su objetivo busca alternativas donde el campesino acerque sus alimentos a los comedores y tiendas populares.
  3. Foro alimentario: Se continuó la construcción de conocimiento colectivo con el intercambio de experiencias y el diálogo de saberes entre los asistentes. Se hizo énfasis en las prácticas solidarias que van más allá de la ganancia inmediata o del interés por el dinero.
  4. Actividad cultural: Los artistas también hicieron presencia, alimentando los espíritus presentes con expresiones culturales, desde pequeños niños con brake dance hasta los más ancianos con bailes típicos. Todos, de manera voluntaria y desinteresada, quisieron estar presentes en este Festival del Maíz

Se contó con la presencia de habitantes de Pazca, Pandi, Fusagasuga, Granada, Cabrera, Silvana, Tibacuy, San Bernardo, Arbeláez, Vereda Vejón Bajo y Alto, Choachí, Marqués (Boyacá), Motavita, para un total de 16 organizaciones campesinas presentes con 40 productos, como quinua, lulo criollo, tomate de árbol, manzana de agua, mango, papilla, banano, uva, pera, fresa, piña, acelga, guascas, limón, coliflor, maíz, cebolla larga y cabezona, papa, habichuela, arracacha, fríjol verde, calabaza, pepino, cidra, granadilla y café todos totalmente orgánicos.

Nuestro visitantes tuvieron el apoyo solidario en transportes y alojamiento por parte de la Plaza de Mercado de Potosí, los procesos de agricultura Vamos al Grano de San Cristóbal y Bioseguridad de Ciudad Bolívar, Promotora Cultural Zuro Oriente, comedores comunitarios de la Localidad Cuarta y Planeta Paz.

Con este Festival, el tema alimentario hace parte estructural de la recuperación del territorio que nos identifica con el sur y la ruralidad, encuentro de solidaridades, de esperanza y fiesta popular.

Así como en un inicio de la humanidad, el fuego protector y la búsqueda de alimento se convirtió en la piedra angular para construir comunidad, que de nuevo sea el aglutinador de la resistencia y la lucha popular, para una sociedad más justa para hombres, mujeres y para nuestra tierra.