Últimamente, con el crecimiento de Ollanta Humala en las encuestas, los medios periodísticos y algunos candidatos del “sistema”, lo han comenzado a llamar el “candidato anti-sistema”.

Sin juzgar las calidades o limitaciones que el candidato Ollanta pueda tener, algunas menores y otras mayores o viceversa, cabe hacerse la pregunta: ¿cuál sistema?

¿Se habla tal vez del “sistema” que controla los principales medios de comunicación escritos y televisivos, que dependen de la publicidad que les contrata el mismo “sistema”, que anuncia igual alimentos que combustibles; igual bancos que AFP’s; igual TLC que privatizaciones en las que se promueve la inversión extranjera a través de la subasta de los patrimonios del país?; ¿del “sistema” cuyo equipo titular sale desde Palacio de gobierno en la “foto del TLC”, con el “dueño” del equipo apareciendo en una esquina y el ocasional gobernante fungiendo de “anunciador”?

¿Se habla tal vez del “sistema” donde un medio de comunicación puede acusar por acusar, muchas veces -la mayor de las veces- sin base alguna y llevarse de encuentro honras y vidas con la mayor de las impunidades?; ¿o tal vez del “sistema” en que presenciamos cómo se sacan los ojos los unos contra los otros por el poder para manejar el “sistema”?

¿Se habla tal vez del “sistema” que no tiene respeto por el medio ambiente, ni por los pobladores afectados por las agresiones que las unidades explotadoras perpetran contra el medio ambiente y la biodiversidad?

¿Se habla tal vez del “sistema” que controla el Poder Judicial y en el que quienes manejan actúan con impunidad a pesar de todo lo que han hecho y siguen haciendo?; un “sistema” en el que –si se tiene el infortunio de caer en manos de la llamada “justicia”, ¿es como caer con una enfermedad seria; si no se tiene dinero, se pudren o mejor se mueren?

¿Se habla de un “sistema” que sesga una encuesta para que prematuramente el candidato “antisistema” aparezca con un temprano crecimiento, a la vez que le echan la culpa a ese “prematuro crecimiento en las encuestas” que se devalúe la moneda, que baje la bolsa, que se detenga la venta de los bonos peruanos y que suba el riesgo país, en burda maniobra de “terrorismo financiero” cuatro meses antes de las elecciones, debidamente concertado?, ¿no está esto penado por ley?; ¡claro que no, si la maniobra obedece al “sistema”!

¿Se habla de un “sistema” que habría puesto coordinadamente en Chile al ex presidente Fujimori por si en caso el “candidato antisistema” crece mucho y no se le pueda controlar?; ¿un “sistema” que está dispuesto a negociar con el “diablo” con tal de prevalecer?; ¿un “sistema” que está dispuesto a convenir con Chile en un eventual “escenario Fujimori” si fuera necesario para, arreglando el diferendo marítimo dentro de los alcances de la “Convemar” –y a través de un tribunal internacional- a favor del Perú, se conceda a cambio el gas de Camisea para el “anillo energético” del sur, que es la prioridad número uno de Chile hoy?.

¿Se trata de un “sistema” que con base a una organizada maniobra de “terrorismo financiero” tendría como objetivo poner al pueblo peruano en la disyuntiva de ¿Ollanta o Fujimori?, ¿recordándonos en cualquier momento que lo que pasó con Alan entre 1985-1990, podría ser mucho peor en un “escenario Ollanta”?; ¿qué dicen los demás candidatos del “sistema” (algunos muy suaves o con silencios cómplices; todos silentes ya) y los periodistas del “sistema” que hace poco repudiaban el traslado (reitero ¿organizado tal vez?) de Fujimori a Chile y que muy probablemente en ese -esperamos negado- escenario, no dirán nada salvo alguna honrosa excepción disonante del “sistema”, para mantener su plaza?. Porque, ojo, legalmente no hay nada que pueda impedir la candidatura ausente del ex presidente japonés, menos lo será aún, si ningunos de los otros “candidatos sistema” tendría la fuerza necesaria para oponerse al “candidato anti-sistema”?

¿Se habla de un “sistema” que nos ponga un presidente como p.e. el actual, con un Congreso como p.e. el actual, que conservan la macro-economía gracias a tres ministros de Economía que han significado la continuidad del “sistema” para sacar adelante principalmente Camisea entre otras concesiones que obedecen a un “sistema de privatización subastador”; con dos de esos ministros ya hoy cómodamente ubicados en Washington y el principal, norteamericano-peruano, concluyendo bien macro-económicamente y desde el premiarato lo que él mismo comenzó?. Pregunta: ¿los resultados macro-económicos son gracias a Toledo o a quien ha manejado todo: PPK?. ¿Y el “chorreo” (un falso acertijo más de este gobierno) no habrá necesidad de agradecerlo, pues nunca llegó; verdad?

¿Se habla de un “sistema” con altísima mortalidad infantil, con un índice educativo infame y con una pobreza por encima del 50%?; un “sistema” donde el “regalo” en forma de programas populistas se inserta en las mentes de los llamados “pobres” para mantenerlos adormecidos?

¿Se habla de un “sistema” donde la delincuencia campea impunemente y en el cual la prostitución en todas sus formas –carnales y/o económicas- se practica en todos los niveles de la sociedad y principalmente de los poderes públicos?

¿Se habla de un “sistema” ad-hoc para que los “políticos profesionales” se mantengan vigentes lustro tras lustro, a fin de mantenerse y mantener el “sistema”?; etc. etc. ...

¿Se habla de un “sistema” donde “el dinero es el fin” y no como debiera ser: un medio para generar riqueza y bienestar extendido en la población?

¿Es ese el “sistema” que los Correos (con mayor énfasis), los Comercios (con solapado manejo), los Perú 21’s, los Primeras (un poco más moderados estos dos últimos) etc; y los programas políticos de la TV quieren mantener para mantenerse vigentes?

¡Que pena por el Perú; pero un anti-sistema, si no es un verdadero nuevo sistema, tampoco; entonces qué?

El SISTEMA, debe ser un circuito virtuoso, no uno perverso como el actual.