Según el Weekly Standard, semanario de referencia de los neoconservadores estadounidenses, Sadam Husein habría abierto campos de entrenamiento de terroristas desde el año 2000.

«El régimen iraquí de Sadam Husein entrenó a miles de islamistas terroristas en Irak durante los cuatro años anteriores a la invasión de Estados Unidos, según fotografías y documentos descubiertos por militares estadounidenses después de la guerra de Irak. La existencia y el contenido de estos documentos han sido confirmados al Weekly Standard por once funcionarios del gobierno norteamericano».

Basándose en declaraciones de los servicios de inteligencia estadounidenses y del gobierno de colaboración, el diario reporta que estos terroristas «procedían de África del Norte y mantenían estrechos lazos con Al Qaeda», y que serían cerca de 8 000. Dicho de otra forma, no hay resistencia iraquí a la ocupación, a no ser la de Al Qaeda, de ahí los inmejorables servicios que está prestando a los intereses y principios del ex dictador iraquí.

Claro que estas revelaciones, al emanar directamente del gobierno estadounidense, tienen como único objetivo justificar la guerra a posteriori, legitimando así la ocupación de las tropas de la Coalición.

Algunas líneas después de estas primeras revelaciones surgidas de la nada, la revista indica ya las conclusiones que deben sacarse:

«El descubrimiento de estas informaciones sobre el entrenamiento de yihadistas en Irak tendrá dos consecuencias mayores: el debilitamiento de las falsas suposiciones de los servicios de inteligencia norteamericanos que desde hace años nos decían que un laico como Sadam Husein no trabajaría nunca con islamistas, y que los yihadistas se negarían a trabajar con un infiel como Sadam Husein. Esto nos recuerda igualmente las preciosas informaciones halladas en las montañas de documentos descubiertos en Afganistán e Irak durante los últimos cuatro años, y rápidamente olvidadas».

El diario explica a continuación que si ya no se sabe en realidad por qué Estados Unidos había hecho la guerra en Afganistán e Irak es porque el gobierno no se ha tomado el trabajo de presentar y explicar los documentos comprometedores hallados en estos países tras las invasiones.