En los comienzos del sexto año del nuevo milenio, Adolf Hitler ha resucitado o, más exactamente, ha reencarnado en Mahmud Ahmadineyad, un individuo de baja estatura y enclenque como él cuyo discurso sigue la línea ideológica de Mein Kampf. Pero la diferencia entre Hitler y Ahmadineyad es que el primero fracasó donde está triunfando el segundo: tener acceso a la bomba atómica. ElOrganismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y su presidente Mohammed El Baradei han demostrado que Irán está peligrosamente a sólo unos pasos de adquirir el arma nuclear. Ese es el objetivo del programa clandestino iraní en total violación de sus compromisos internacionales, pero Irán desde hace largo tiempo se ha apartado de las reglas del mundo civilizado.
Ante las declaraciones del presidente Ahmadineyad, el silencio del mundo musulmán resulta ensordecedor. Nadie ha alzado su voz para criticar ese llamado al genocidio de los judíos, lo cual plantea otro problema: si el mundo árabe-musulmán no reacciona, ¿qué hace Occidente y, sobre todo, qué hace Europa, que vio nacer la locura hitleriana y su conclusión: la Shoah? Respuesta: las democracias occidentales «condenan» y «se indignan» ante los objetivos «escandalosos» y, por supuesto, «inaceptables»... pero más allá de las palabras, no hacen nada. La inexistencia de Irán es sólo comparable a su fracaso, las negociaciones de la troika europea no han logrado su objetivo. Hace un par de días los iraníes anunciaron que reanudarían sus actividades de enriquecimiento.
Al ritmo que van las cosas, Irán tendrá la bomba en el plazo de uno o dos años y Ahmadineyad podrá amenazar a Israel y también a los países árabes moderados amigos de Occidente, así como a Turquía, nuestra aliada en la OTAN. Del mismo modo, podría poner esas armas en manos de sus aliados terroristas, como el Hezbollah, que podría llevarlas al propio centro de nuestras ciudades. Entonces habría que temer lo peor.
Puede objetarse que, por el momento, Ahmadineyad sigue teóricamente sometido a la autoridad de Ali Jamenei, una especie de Hindenburg con turbante. Pero ¿por cuánto tiempo? También se afirmará que sus posiciones se verán debilitadas por su propia desmesura y todavía más por la alianza establecida de facto entre norteamericanos y chiítas en Irak. Esto quizás sea cierto. Pero su ritmo acelerado nos coloca en la situación de tener que jugar el todo por el todo. No podemos permitir que Ahmadineyad prosiga con su programa. Lo mejor que podría ocurrir sería un cambio de gobierno en Irán, pero no parecen existir las condiciones necesarias para ello.
Es preciso que el Consejo de Seguridad de la ONU se ocupe de este asunto y no demuestre, una vez más, su incapacidad para actuar.

Fuente
Le Figaro (Francia)
Difusión: 350 000 ejemplares. Propiedad de la Socpresse (creada por Robert Hersant, hoy es propiedad del constructor de aviones Serge Dassault). Es el diario de referencia de la derecha francesa.

«Pourquoi il est urgent de répondre au défi iranien», por Pierre Lellouche y un colectivo de trece diputados UMP, Le Figaro, 12 de enero de 2006.