En nuestros días no puede existir recurso económico en la Tierra que no sea acechado por las grandes corporaciones transnacionales. Cuando no pueden acceder a ellos por la vía legal, las formas de presión económica, comercial y financiera se constituyen en armas de convencimiento. Así, el nuevo derecho del mar, llamado Convemar, es una forma legal para persuadir a las naciones ribereñas como el Perú para que abandonen los privilegios geográficos que les permiten declarar y tomar 200 millas náuticas a partir de sus costas como mar territorial sobre el cual tienen soberanía. El Perú no debe suscribir la Convención del Mar o Convemar porque ello implica cercenar el territorio peruano; perder la soberanía sobre esa extensión; y, poner a disposición de las grandes corporaciones nuestros recursos petroleros, gas natural, minerales que yacen en los suelos marinos, así como la riqueza ictiológica de nuestras aguas. De esta manera, parte de nuestro futuro sería depredado.

TESUTO KANSAI, JAPÓN
«Mi país ha trabajado árduamente al lado de nuestros socios americanos, alemanes, ingleses, franceses e italianos en los lineamientos básicos sobre las cuales se llevan a cabo las discusiones sobre el nuevo derecho del mar. El Mar del Japón acusa un agotamiento de sus recursos o ellos son insuficientes para continuar manteniendo nuestro ritmo de desarrollo económico y por ello es necesario que se liberen de toda restricción los mares sobre los cuales algunos países mantienen soberanía en extensiones que llegan hasta las 200 millas a fin de que nuestras empresas relicen inversiones ventajosas en el extenso Océano Pacífico principalmente».

BERN FRUTIGEN, SUIZA
«Suiza es un país mediterráneo conocido como el banco del mundo, que alienta a los países para que suscriban la Convención del Mar. Estoy convencido de la necesidad de persuadir a las naciones, mediante el nuevo derecho, para que abandonen criterios anteriores como el de la soberanía sobre el mar adyacente a sus costas y acepten, en su lugar, el criterio jurisdiccional sobre una extensión máxima de 12 millas frente a la línea de base. Con el sacrificio que hagan los países ribereños ganará la economía mundial pues la humanidad va a disponer de más recursos para su distribución. Aquellos países que defienden soberanías sobre 200 millas de mer frente a sus costas detienen la explotación de recursos petroleros, gasíferos, minerales y de especies vivas que debe servir para la humanidad».

JACQUES CALAIS, FRANCIA
«Los franceses consideramos que aquellos países que tienen el privilegio de no limitar con otros estados en el extremo marino que se aparta de sus costas, deben compartir las riquezas que yacen en esas aguas y suelos marinos con quienes tengan los recursos para su explotación. Países como Francia, por ejemplo, requiere de aguas alejadas de las áreas costeras para depositar, con seguridad, desechos nucleares y otros que pueden causar daño al ser humano. Es necesario eliminar las barreras en el mar, como el mar territorial de 200 millas, para generar un escenario donde la libertad de explotación de recursos sea irrestricta. La Convención del Mar ofrece a los países protagonistas de la economía mundial esa gran oportunidad.»

ENCARNACIÓN CASTELLANO, ESPAÑA
«España ha asegurado en el Mar Cantábrico su soberanía en las 200 millas que nacen desde sus costas, pero tendrá que compartir el Mar Mediterráneo con estados geográficamente próximos como Marruecos, Francia e Inglaterra en Gibraltar. Sin embargo, la Convemar ofrece a los españoles grandes oportunidades futuras en los ramos de hidrocarburos, gas natural, minería y pesca para su explotación.»

HANS KONGSBERG, NORUEGA
«Noruega se convirtió en rico país petrolero gracias a su mar. Aunque tenemos estados cercanos con los que compartimos las aguas marinas, el reino de Noruega es uno de los pocos estados a los que la Convemar le ha reconocido sus derechos sobre las 200 millas de mar territorial en el Mar del Norte por ser ella anterior a la Convemar. Con el paso de los años hemos adquirido gran experiencia en la explotación petrolera en los suelos marinos lo que nos da la ventaja para que la Autoridad Marítima Internacional de la Convemar nos adjudique en el futuro áreas marinas de exploración y explotación fuera del Continente Europeo.»

GEORGE PUNN, USA
«Nosotros hemos participado en las discusiones para la elaboración de la Convención del mar y hemos alentado a otros estados para que nos sigan en esta tarea. Por razones estratégicas Estados Unidos no firmará la Convención del Mar. Estimo que nadie se sentirá perjudicado con la Convemar puesto que, aún no suscribiéndola, se puede acoger a ella. Estados Unidos es la primera potencia naval bélica en el mundo y frente a ello no existe impedimento alguno para que nuestras corporaciones inviertan en la explotarion de recursos económicos en zonas marinas que antes pertenecían a otros estados. La liberación de zonas marinas que contienen gran cantidad de recursos aumentará la riqueza del mundo.»

ROBIN ENGLISH, INGLATERRA
«El Reino Unido está constituido por un isla que se separa de Europa Continental pero que tiene que hacer acuerdos sobre límites marítimos por su proximidad con otros estados. Tanto el Derecho Marítimo Internacional vigente como la Convemar establece que las líneas de equidistancia son las que determinan los ímites, pero con esta última se comparte aguas y suelos marinos para garantizar el futuro de la humanidad. Nuestras corporaciones tienen la firme intención de participar en la explotación de esos recursos siempre y cuando esas aguas pasen a pertenecer a la Convemar. Lamentablemente hay naciones que tienen soberanía sobre 200 millas náuticas de mar adyacente a sus costas que no quieren sacrificarse para que otras naciones como el Reino Unido, exploten las riquezas para el bien de la humanidad. Esa situación tiene que cambiar.»

LUIS CATARI, BOLIVIA
«Nosotros somos como Suiza, país mediterráneo, pero no somos como Suiza, el banco del mundo sino que nos han llevado a la bancarrota. Nuestro problema de la salida al mar se soluciona con la Convemar pues con ella se nos garantiza el uso del territorio peruano y nuestro derecho a la utilización de sus puertos.»

JORGE HÉCTOR QUISPE, PERÚ
«La Geografía Peruana en su relación con el Océano Pacífico nos permite fijar el territorio nacional hasta, por lo menos, 200 millas náuticas desde el litoral y de recorrido paralelo a todo punto de la Costa de norte a sur o viceversa. Esto, que se llama Mar Territorial del Perú, es reconocido inmediatamente por el derecho internacional por varias razones:

a.- El Perú, como Estado ribereño o colindante con aguas marinas tiene irrefutable derecho a declarar y reclamar territorio marino como suyo;

b.- El océano frente al Perú no contiene a otras naciones o islas de otro país que lo obliguen a fijar fronteras marítimas o a limitar, hacia el Oeste, la extensión de su Mar Territorial;

c. El Perú no tiene que acordar con otras naciones delimitaciones de espacios marítimos ni observar el principio de la equidistancia entre intereses marítimos de los Estados.

En estos días se habla mucho de que debemos renunciar a nuestro mar de 200 millas náuticas y conformarnos con solo 12 millas para que se beneficie toda la humanidad. Yo no creo que sea así porque tan pronto el Perú suscriba lo que llaman Convemar, los grupos monopólicos o transnacionales se intalarán con barcos madrinas o plataformas o islas artificiales a partir de "la milla 13", es decir fuera de la "jurisdicción" de 12 millas que nos asignaría la antiperuana Convemar como "mar jurisdiccional". El Perú no podrá ejercer autoridad sobre esas empresas porque la Convemar habría eliminado nuestra soberanía en esa gran extensión del Mapa del Perú, es decir, los peruanos ya no estaríamos en condiciones de decirles que se vayan de nuestro territorio porque contarían con el aval de la "autoridad marítima internacional" de la Convemar. Menos aún podríamos reclamarles que paguen un cánon por la explotación de hidrocarburos, gas natural, minerales y especies vivas en esas aguas y suelos, ni tampoco exigirles el pago de impuestos a las utilidades porque ya no se sujetarían a los fueros administrativos y judiciales del Perú.

En el caso que el gobierno firme la Convemar las corporaciones transnacionales o monopolios instaladas en las 188 millas del mar que nos arrebataría la Convemar depredarían nuestras riquezas extrayéndolas gratuitamente y sin permiso de los peruanos, en las cantidades que les venga en gana; ¿Qué ganaríamos los peruanos de esa exacción? ¡Ni un dólar! Para colmo de nuestro males el daño ecológico alcanzaría hasta la extinción de los recursos ictiológicos.

La seguridad de los peruanos estaría amenazada pues en el caso de no tolerar que se construyan islas artificiales o bases militares, veríamos a una flota de portaviones frente a nuestras ciudades con el fin de garantizar que el mar a partir de "la milla 13" sea de libre disposición para su explotación.

No entiendo cómo se puede apelar a la generosidad peruana para que en aras de la solidaridad y humanidad abandonemos nuestro Mar Territorial cuando ese sacrificio no serviría para el engrandecimiento de nuestro pueblos ni de aquellos que conforman el Tercer Mundo. Se recurre a la generosidad peruana para que las grandes corporaciones transnacionales puedan hacer presa de nuestros mares y de nuestro futuro haciéndonos sucumbir en la más profunda miseria.»

NOTA
Cualquier parecido o semejanza con personas de la vida real es pura coincidencia.